
Roedores nativos desaparecieron de Chile central y ahora los zorros chilenos dependen de comer conejos europeos
Chile central es la zona del país que concentra la mayoría de la población, y la que ha sufrido más transformaciones desde su estado natural hasta ahora. Esos cambios de uso de suelo, que siguen ocurriendo hoy en día, están transformando incluso la dieta de animales nativos que luchan por adaptarse a las condiciones de su intervenido hábitat.
Es el caso de zorros nativos como el chilla y el culpeo, o el gato guiña, que vieron decrecer la población de roedores nativos de los que se han alimentado siempre, y para adaptarse a sus nuevas condiciones encontraron una solución: ahora se alimentan de conejos y liebres exóticas, que en las últimas décadas se han extendido por zonas naturales de Chile central.
Este comportamiento fue descrito por un grupo de investigadores que se sorprendieron al encontrar poblaciones grandes de zorros y guiñas, en lugares donde no había tanta presencia de roedores nativos. Al instalar cámaras trampa y monitorear la zona central de la cordillera de la costa durante un año, lograron captar cómo los carnívoros nativos se están alimentando de conejos y liebres.
Estimaciones del estudio calculan que los carnívoros nativos de la zona central están dependiendo hasta en un 20% de conejos y liebres exóticas para su dieta y supervivencia.
Los investigadores alertan que, mientras el conejo y la liebre son considerados como plaga y se permite su caza, alterar la disponibilidad de esta presa podría generar más daño que ayuda a los carnívoros nativos que se han adaptado y ahora dependen de estos animales introducidos para vivir.
¿Cazar conejos como solución?
Según el investigador del estudio Diego Ramírez Álvarez, los roedores nativos desaparecieron de ciertas zonas por el cambio de uso de suelo, al cual les cuesta más adaptarse que a sus depredadores, debido a que tienen un rango de movilidad menor.
En el estudio, los investigadores sugieren que el primer paso para reducir este cambio de comportamiento es limitar el cambio de uso de suelo que amenaza la presencia de roedores nativos. Pero mientras tanto, llaman a controlar la caza de conejos y liebres ya que su reducción podría tener consecuencias catastróficas para los carnívoros nativos que ya vieron diezmadas sus presas naturales, y que ahora dependen de estos animales exóticos.
Ramírez explica que los conejos y liebres no presentan casi ninguna amenaza para los animales nativos de la zona, pero son considerados plaga porque sí amenazan la vegetación. Esto porque se comen la flora nativa o por ejemplo los brotes de palma chilena; una especie en peligro de extinción.
Los investigadores proponen, por ejemplo, permitir la caza de conejos y liebres en zonas rurales pero prohibirla en áreas silvestres, donde la población de estas especies se controla de forma natural a través de depredadores. También sugieren prohibir las trampas o “guachis” para cazar conejos, ya que muchas veces los zorros terminan atrapados en ellas.
Este trabajo, que se publicará junto a investigadores chinos, se suma a una línea de investigación donde se ha detectado que los perros que deambulan libremente por la cordillera de la costa en Chile central están contagiando con sarna a los zorros.