Durante la semana en curso, se dieron a conocer los integrantes del Comité Central del Partido Comunista (PC), contexto en el que destaca el nombre de Fares Jadue, actual alcalde de Recoleta, quien no se presentó en la elección pasada y ahora obtuvo la primera mayoría, con 4850 votos, secundado por rostros como Jorge Coulón (4759) y la diputada Carmen Hertz (4.725).

Qué relevancia tiene este resultado y en qué etapa está el referente político liderado por su presidente, Lautaro Carmona, y su secretaria general, Bárbara Figueroa, es lo que conversamos con Rocío Zepeda Majmud, cientista política y magíster en Seguridad y Defensa, doctora en Ciencias Políticas y docente Escuela de Gobierno y Administración Pública de la Universidad Mayor.

Independientemente de este, ¿cómo conviven los liderazgos mayoritariamente masculinos, en un PC donde figuras femeninas como Jeannette Jara, Bárbara Figueroa, Claudia Pascual, Camila Vallejo y Karol Cariola, son rostros que se observan en permanente movilización por la consolidación de políticas en las que, además, respaldan y sostienen al Presidente Boric?

Para la académica “estos liderazgos internos, lo que nos están mostrando es la renovación de caras al interior del partido”.

Pero, “también, el surgimiento de figuras femeninas importantes en el interior del partido, que se han ido posicionando de a poco”.

Difícil que encabecen un gobierno

Ahora, recalca la experta, “lo que hay que tener claro, es que pese a que esas figuras estén bien evaluadas políticamente, públicamente, y que tengan una alta base de apoyo”, dado que es el partido de más militantes del país en este momento, “es difícil sacar de encima” de estas figuras, “el estigma de ser comunistas”.

“Por lo tanto, en cualquier escenario es muy, muy difícil que estas figuras lleguen más allá, a encabezar un gobierno, por ejemplo”, sostiene a renglón seguido.

De hecho, “es algo que se vuelve especialmente complejo en un país como Chile”, dice.

Retomando el tema de la reciente elección, Zepeda apunta a “una renovación de caras que es parte de cualquier partido político”, donde en algún momento se “renuevan las figuras y los liderazgos”.

Independientemente de estos resultados, ¿cómo conviven estos liderazgos mayoritariamente masculinos en el PC donde figuras femeninas como las mencionadas son rostros que se observan en permanente movilización por la consolidación de políticas en las que, además, respaldan y sostienen al Presidente Boric?

Acá, plantea Zepeda, hay una suerte de “separación”.

La figura femenina trasciende al estigma

“Por una extraña razón, las figuras femeninas del Partido Comunista son capaces de desmarcarse más de este estigma comunista de las figuras masculinas”, comenta.

Lo que, en su opinión, “tiene también que ver con un tema del partido, interno”.

“Sabiendo de dónde viene este partido, que es un partido que históricamente también ha sido liderado por hombres, estas figuras masculinas tienden como a desmarcarse un poco, incluso dentro del mismo oficialismo”, dice.

Y también, porque "esta figura femenina quizás se entiende, o se quiere creer, que son mucho más hacia el centro que otros militantes históricos del PC, o los que han sido líderes durante durante todo este tiempo”, agrega.

¿Camino allanado para Jara?

Por ejemplo, comenta, se dio a conocer la noticia alusiva a que Jeannette Jara, "producto de todo lo que ha hecho por la reforma de pensiones, es una buena carta presidencial”.

“Y ahí entramos de nuevo en la discusión de que Jeannette Jara, sabemos que ha sido una excelente ministra del Trabajo, que está centrada en la gente, que no tiene una ideología extrema en el actuar, pero de todas formas, es muy difícil que avance” en esta carrera, complementa.

Porque “está el estigma del Partido Comunista”, releva destacando que, por más estemos hablando de un “partido que históricamente durante el Chile democrástico ha respetado la institucionalidad democrática, es difícil que avance más allá”.

Paralelamente, Zepeda alude los rostros masculinos del PC, como es el caso de Jorge Coulón, bastante cercano a Daniel Jadue, a quienes se aprecia en una vereda diferente a la de algunas mujeres del partido.

Lo que se genera, asegura, porque “son liderazgos distintos, porque tienen una forma de llegar distinta”.

En este contexto, menciona a personas como “Jeannette Jara, Camila Vallejo, Karol Cariola”, quienes “tienen historias políticas, accionar político, y buen manejo de lo político y de la política”.

Jara y Vallejo, muy acopladas al gobierno

“Desde esta perspectiva, ellas siempre se han mantenido también en su rol de ser parte del gobierno, especialmente Camila Vallejo y Jeannette Jara, por lo tanto, se han” acoplado “muy bien a los lineamientos del gobierno de Gabriel Boric”, destaca.

Es distinto a estos otros rostros, complementa, “que son hombres, que son liderazgos diferentes y que también están mucho más ideologizados, quizás”.

Y además, comenta la experta, “tienen que ver con que las personas como individuos, en política, y en todo ámbito de cosas, actúan según la base de su personalidad”.

“También porque dentro del mismo partido político, a lo largo de la historia, y esto es algo que sí es criticable, las mujeres tampoco han tenido una cabida tan, tan relevante”, asegura.

Aludiendo a “la excepción de Gladys Marín", dice Zepeda, "como que nunca ha habido un espacio dirigido y reservado para que las mujeres puedan actuar en base a liderazgos, y puedan ser lideresas, eso tampoco existió mucho a lo largo de la historia de este de este partido político”.

Mujeres tienen un liderazgo más cercano

“Porque siempre han sido hombres los que los que han puesto la cara, pero estas mujeres, se saben que son comunistas, se sabe que tienen un liderazgo mucho más cercano, quizás alineado con el gobierno, entendiendo que son parte del gobierno, es diferente...”, detalla.

Considerando la coexistencia de otros sectores más cercanos, por ejemplo, al exalcalde Daniel Jadue, Zepeda recalca que “estas corrientes internas, si bien pueden surgir al interior de partidos como el PC”, no implica que vayamos a ver “un enfrentamiento directo".

"O con ataques, como pasa con otros partidos que son un poco más de centroizquierda, como por ejemplo, en el Partido Socialista (PS)”, sostiene.

“Entendiendo la figura de Jadue, y todo esto que ha pasado, quizás hay gente fuera del gobierno, puede apoyarlo directamente, pero aquellos que están dentro del gobierno, si realizan este apoyo directo, va a ser en desmedro del gobierno”, complementa aludiendo a la situación procesal que enfrenta por presuntas irregularidades durante su gestión como alcalde de Recoleta.

Entonces, sostiene, “ellas como entienden que son parte del gobierno, por más que quizás en su vida, en su entorno privado,, apoyen a Jadue como persona, como compañero militante, no pueden externalizar esto, porque tienen cargos dentro del gobierno”.

El rol de los rostros femeninos del PC

“Por ahí va la diferencia”, destaca, más que asumir “que hay una corriente jaduista o no, tiene que ver con el rol que ellas cumplen como parte del gobierno”.

“Produciría un problema innecesario”, si por ejemplo, “apareciera Camila Vallejo diciendo: ‘yo le creo a Jadue’, el problema que sería eso comunicacionalmente, y en la práctica para el gobierno de Gabriel Boric, sería terrible”, explica.

Por lo tanto, dice la académica, “más que una corriente interna, tiene que ver con los roles que cumplen estas mujeres, quienes además quieren mantener su liderazgo y han hecho un buen trabajo, todas”.

Adicionalmente, asegura que “se supone que este partido, uno de los primeros partidos obrero socialista, que después pasa a ser el PC", es "un partido de una larga data donde ha estado eternamente conectado a los trabajadores y a los sindicatos… desde esta posición”, de “movimiento obrero, movimientos en su mayoría masculinos, ha ido haciendo que sean más visibles estos liderazgos masculinos”.

Y, también, recalca, “hay que reconocer, que el partido está al debe en el sentido de darle espacio a más mujeres”.

Hay una renovación

Descartando la existencia de una suerte de “corriente jaduista”, insiste en que, “como en todos los partidos políticos, tiene que haber una renovación de caras, y esa renovación se está dando”.

Consultada respecto de si estamos ante un PC que se pueda proyectar más allá de otro, Zepeda plantea este, “es uno solo”.

“El PC sigue siendo uno solo, porque es un partido con alta disciplina partidaria, entonces esto de” que existan distintas facciones, no creo “que sea muy relevante, y que exista tanto en la realidad”, sostiene.

“Creo que es un partido que está renovando caras, renovando el liderazgo, que tiene a las personas dentro del gobierno” y estas “saben diferenciar su rol militante, tanto como rol de funcionarias o parte del gobierno actual”.

Por lo tanto, releva, “ellas cumplen con su labor, y cumplen con su trabajo, lo que nos debería decir a nosotros, más que cualquier cosa, es que en el Partido Comunista hay figuras que son capaces de alinearse, quizás con una postura política que en la interna a lo mejor no responde completamente a lo que ellos piensan ideológicamente”.