En 2015, una madre dio a luz en la clínica privada Sanatorio Alemán de Concepción, pero lo que debía ser un momento de felicidad se convirtió en una tragedia.

Según se puede apreciar en el fallo judicial, su hija, recién nacida, sufrió un paro cardiorrespiratorio poco después del nacimiento.

Sin embargo, nadie del personal médico detectó a tiempo lo que ocurría, ya que tanto la madre como la bebé quedaron sin supervisión durante un período crítico.

La demora en brindar atención tuvo consecuencias devastadoras: la pequeña sufrió un daño cerebral severo que afectará toda su vida.

Recientemente, el Segundo Juzgado Civil de Concepción determinó que la clínica actuó de manera negligente al no cumplir con los cuidados necesarios tras el parto.

Según el fallo, el personal médico no monitoreó ni evaluó adecuadamente a la recién nacida en sus primeras horas de vida, un período crucial para su adaptación fuera del vientre materno.

Los registros clínicos presentados por la clínica también mostraron varias omisiones, como la falta de controles vitales y evaluaciones físicas después del nacimiento.

El juez concluyó que estas fallas fueron determinantes en el grave daño sufrido por la bebé.

Por esta razón, la clínica privada Sanatorio Alemán de Concepción fue condenada a pagar una indemnización total de $268.561.031 a la familia.

Esta suma incluye el daño moral ocasionado a los padres y a la recién nacida, así como los costos derivados de la atención médica que ha requerido desde entonces.

El tribunal también descartó los argumentos de la clínica, que intentó atribuir el incidente a causas externas como un síndrome de muerte súbita, considerando que las pruebas mostraron claramente una falta de atención adecuada.