A la sombra de Trump: Aranceles y proteccionismo amenazarían con encarecer energía y alimentos en 2025
Las principales potencias económicas se preparan para un 2025 marcado por posibles aumentos de precios en productos de consumo masivo, consecuencia de las nuevas políticas proteccionistas que implementaría Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump.
El presidente electo ya ha advertido sobre la imposición de aranceles del 25% a productos provenientes de México y Canadá, además de un 10% adicional para las importaciones chinas. Estas medidas, según los analistas de Deutsche Bank, citados por El País, "podrían desencadenar un efecto dominó en los precios globales de diversos productos".
En Europa, la situación se presenta especialmente delicada. Alemania y Francia, altamente dependientes del comercio exterior, enfrentarían un doble desafío: el encarecimiento de sus exportaciones hacia Estados Unidos y una inflación que podría repuntar. El Fondo Monetario Internacional proyecta para la eurozona un modesto crecimiento del 0,8% en 2025, mientras que Estados Unidos alcanzaría un 2,8%.
Por su parte, China ha tomado medidas preventivas reduciendo su dependencia comercial de Estados Unidos. Sus exportaciones al mercado estadounidense representan ahora el 14,3% de su comercio exterior, comparado con el 18,2% de 2017, según datos de UniCredit. Sin embargo, mantiene un papel dominante en sectores clave como la tecnología verde y vehículos eléctricos.
Por lo que "la inflación puede bajar, pero los costes pueden seguir siendo altos", advierte Carsten Brzeski, economista jefe global de ING, en la misma nota. Una realidad que podría afectar especialmente a productos tecnológicos, automóviles y bienes de consumo que dependen de cadenas de suministro globales.
Es por esto, que los expertos anticipan que sectores como la electrónica de consumo, los automóviles y los productos agrícolas podrían experimentar aumentos significativos de precios. Además, las restricciones migratorias propuestas por Trump podrían incrementar los costos laborales en Estados Unidos, con un efecto directo en los precios finales al consumidor.
La situación se complica aún más por las tensiones geopolíticas actuales. El cierre de rutas marítimas como el Mar Rojo y el Canal de Suez, debido a conflictos regionales, añade presión adicional sobre los costos de transporte y logística global.
En Latinoamérica, el panorama se presenta especialmente complejo. La CEPAL proyecta un crecimiento de apenas 2,4% para 2025, por debajo del 3,2% mundial, en un contexto donde las políticas migratorias de Trump podrían afectar significativamente las remesas, una fuente crucial de ingresos para varios países de la región. Las deportaciones masivas anunciadas por el presidente electo estadounidense podrían impactar severamente las economías locales.
El escenario se complica aún más con la amenaza de nuevos aranceles a México, el principal socio comercial latinoamericano de Estados Unidos. Según analistas económicos, esta medida podría desencadenar un aumento en los precios de productos agrícolas y manufacturados en toda la región, afectando especialmente a países con fuertes vínculos comerciales con el mercado norteamericano. Además, la posible reimplantación de la "doctrina Monroe" y la competencia con China por la influencia regional añaden incertidumbre al panorama económico latinoamericano.