Con el 2024 ya terminado, lo que queda para la política es mirar y enfrentar los desafíos que se aproximan para el 2025. Y no sólo para La Moneda, que busca sacar adelante sus reformas emblemas —la más importante, la reforma previsional—, sino que también el Congreso, institución fuertemente cuestionada por la ciudadanía y que en el próximo ciclo legislativo tendrá la oportunidad de dejar atrás las polémicas y desencuentros de este año para avanzar en acuerdos. 

El desafío no es menor, para el último año de administración del Presidente Gabriel Boric quedan varias materias pendientes, no sólo aquellas que son prioridad para el gobierno; también reformas que por la contingencia y esfuerzo de partidos deberán ser tramitadas con celeridad y precisión. 

A la reforma al sistema político, que ya comenzó a ser tramitada en la Comisión de Constitución del Senado y se espera que vea la luz el año que viene, se suma la reforma al sistema de nombramientos —mecanismo en crisis a raíz de todo lo que se conoció sobre las influencias de Luis Hermosilla en la Corte Suprema—, la reforma al sistema electoral necesaria para regular el voto obligatorio en las próximas elecciones, el proyecto que crea el Sistema nacional de Cuidados, entre otras iniciativas de relevancia. 

Reforma de pensiones

El 2025 partirá inmediatamente con la votación del proyecto más importante hoy por hoy para el gobierno: la reforma de pensiones. 

Si bien el receso legislativo está programado para inicios de febrero —lo que podría adelantarse a la tercera semana de enero en función de la semana distrital que corresponde— la intención del Ejecutivo es lograr que la reforma se vote en la Sala del Senado antes que de que el Congreso paralice sus funciones. 

En un inicio, el diseño delineado por la ministra del Trabajo Jeannette Jara, era que la reforma se votara en la Comisión del Trabajo y en la Sala de la Cámara Alta durante la primera semana de enero de 2025, para así lograr avanzar en la Cámara de Diputados el resto del mes. 

Sin embargo, las tratativas con los representantes de la oposición —los senadores Luciano Cruz-Coke (Evópoli), Rodrgio Galilea (RN) y Juan Antonio Coloma (UDI)— se han dilatado más de lo presupuestado, por lo que probablemente la reforma sea votada la última semana de trabajo legislativo, tanto en la comisión como en la Sala. 

De todas formas, el acuerdo que busca el gobierno no asegura el éxito de la reforma. Desde el oficialismo han surgido voces críticas respecto a cómo se están llevando las negociaciones con la oposición y advierten que el gobierno no puede ceder en los puntos claves: un sistema de solidaridad con parte del 6% de cotización extra y la separación de la industria. 

Reforma al sistema político

Otra reforma relevante que ya se puso en marcha es la que busca reformar el sistema político. A pesar de que el proyecto no es impulsado por el gobierno, los partidos ya se han puesto de acuerdo en la necesidad de cambiar ciertos aspectos del sistema con el fin de dar “mayor gobernabilidad” al Congreso y evitar la extrema fragmentación. 

De hecho, el proyecto ya sorteó su primer escollo al haber sido aprobado en general el pasado 14 de diciembre en la Comisión de Constitución del Senado. 

No obstante, la reforma ya ha encontrado resistencia en ciertos sectores que se podrían ver amenazados por el umbral del 5%, una de las medidas que propone la iniciativa impulsada principalmente por el PS, PPD y Chile Vamos. 

Incluso, en paralelo a la reforma que se tramita en el Senado, se presentó otra en la Cámara de Diputados que va en la dirección de crear federaciones de partidos para así evitar que tiendas políticas se vean afectadas por el umbral propuesto. Asimismo, hay voces que plantean que el impedimento para asumir escaños en la Cámara de Diputados en el caso de no alcanzar el umbral de votos, funcione también para el Senado. 

Por lo pronto, el ministro Álvaro Elizalde ya ha asistido a las comisiones del Senado para abordar la reforma advirtiendo que la propuesta no es del gobierno, pero que el Ejecutivo sí está interesado en aportar al trámite de la reforma. 

Sistema de nombramientos 

En paralelo, está el debate respecto a la reforma al sistema de nombramientos, proyecto que ya fue presentado por el gobierno en octubre de 2024. 

La necesidad de reformar al sistema se transformó en urgencia luego de que explotase el Caso Audio que, entre otras revelaciones, dio cuenta de cómo Luis Hermosilla operó para favorecer ciertos nombramientos, como el de Ángela Vivanco, ministra destituida de la Corte Suprema. 

Por el momento, la reforma se encuentra en su etapa de debate en la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados. ¿Qué propone el proyecto? Según dio a conocer el gobierno, este se sustenta en seis pilares: la creación de un consejo de nombramientos, el traspaso de la gestión administrativa a un organismo no jurisdiccional, la eliminación de la Superintendencia directiva, correccional y económica de la Corte Suprema, nuevas atribuciones de investigación para la Fiscalía Judicial, la eliminación de los ministros de cortes integrantes y nuevas atribuciones para el colegio de abogados. 

De momento, la reforma cuenta con apoyo transversal en el mundo político. Esto, de momento ya que el debate no ha avanzado más allá de la Comisión de Constitución. 

Se espera que en marzo el ministro de Justicia, Jaime Gajardo, reactive las gestiones para acelerar el proyecto que, además, está cruzado por los nuevos nombramientos que debe hacer el Ejecutivo para la Corte Suprema.