Reforma de pensiones en punto crítico: Presiones del oficialismo y derecha ponen en riesgo proyecto emblema del gobierno
Las negociaciones en la Comisión del Trabajo del Senado están en la recta final. Según el acuerdo firmado por el gobierno y los senadores de oposición, el proyecto debería ser despachado de la Cámara Alta a más tardar en enero de 2025. Y si bien todo indica que efectivamente se votará la reforma en la fecha pactada, el éxito de esta no está asegurado.
Hasta el momento, los negociadores de Chile Vamos, que son los senadores Jaime Coloma (UDI), Luciano Cruz-Coke (Evópoli) y Rodrigo Galilea, se han mostrado abiertos a arribar a un entendimiento con el Ejecutivo. De hecho, hay ciertas materias en que ya hay consensos; subir el monto de la PGU, el bono tabla —mecanismo que iguala pensiones entre mujeres y hombres—, la licitación del stock de afiliados, entre otros.
No obstante, persisten las diferencias más relevantes del debate: dónde destinar el 6% de la cotización extra con cargo al empleador y la separación de la industria y, por ende, el fin de las AFP como se conocen hoy en día.
Así las cosas, desde la oposición señalan que es posible que se aprueben las indicaciones en que hay consensos y que aquellas materias en que hay disensos se establezca libertad de acción para que cada bancada adopte la posición que más le parece.
Pero con un acuerdo con la oposición casi cerrado en la Cámara Alta, se abrió un flanco en la izquierda para el gobierno. Ayer por la noche, el exalcalde de Recoleta y abanderado del PC, Daniel Jadue, hizo un llamado a retirar el proyecto de reforma de pensiones.
“Es mejor retirar el proyecto que seguir aumentando las ganancias y la estafa de las AFP”, escribió el exalcalde concitando apoyos en la bancada de diputados comunistas.
El llamado de Jadue, en todo caso, no es aislado dentro de la alianza oficialista. En agosto, cuando se firmó el acuerdo de entendimiento con la oposición, parlamentarios afines al gobierno ya expresaban un incipiente descontento por la forma que estaba tomando el proyecto.
De hecho, como lo consignó El Desconcierto en la ocasión, surgieron múltiples llamados al gobierno para corregir el rumbo de la reforma. Uno de ellos fue el senador Alfonso de Urresti (PS), quien en criticó en ese entonces que “la visión de un gobierno progresista tiene que dirigirse a constituir un robusto sistema de seguridad social, y con este proyecto, al menos lo que no conocemos, no estoy de acuerdo”, y enfatizó: “No me digan que esto es una victoria”.
Esa misma postura ha ido ganando adhesión al interior de las filas oficialistas, donde existe preocupación de que el proyecto termine no tocando a la industria.
“Si el acuerdo se da en los términos que la derecha quiere, es mejor no tener reforma. En ese caso, lo mejor sería que el gobierno presente el proyecto original y que la derecha lo rechace para que la gente se haga una idea de que están alineados con la industria”, dice un diputado del Socialismo Democrático fuera de micrófono.
Gobierno busca aplacar críticas y no deja caer reforma
La ministra del Trabajo, Jeannette Jara, (y compañera de militancia de Jadue) fue la encargada de salir a responder ante la idea de retirar el proyecto señalando que la reforma “lo que sí hace es subir pensiones de los actuales y de los futuros jubilados”.
Asimismo, indicó que “hay un Parlamento que el pueblo de Chile eligió, en el cual el Gobierno no tiene mayoría. Negar la realidad es un absurdo, no tiene mucho sentido y no contribuye a poder sacar las cosas adelante”, abordando así las críticas al acuerdo que se busca con la oposición.
Requerida por El Desconcierto, la jefa de bancada de diputados independientes-PPD, Camila Musante, asegura que si bien “no es correcto renunciar al proyecto ni retirarlo”, tampoco se debe “renunciar a un mal acuerdo o entregar los puntos que son clave para mejorar las jubilaciones”.
En ese sentido, la diputada señala que “no me refiero solamente al fondo solidario del cual el porcentaje está en disputa entre el reparto y la capitalización individual, sino que también es fundamental que la reforma contemple otros elementos como la reorganización de las industrias, la rebaja de la tabla de mortalidad (...) Soportar las pérdidas de manera solidaria entre las administradoras y los afiliados, y el aumento de la PGU con una corrección de brecha de género”.
Y acota: “Sin estos elementos, no podemos pensar una verdadera reforma, ni un cambio estructural. Todos estos años hemos esperado y no podemos ceder a aquellos grupos que defienden a las AFP”.
Por su parte, el diputado Andrés Giordano (FA) —quien hace unas semanas aseguró que el Frente Amplio no aprobaría ninguna reforma que no contemple la separación de la industria—, afirmó hoy que “la derecha y las mismas AFP han hecho lo posible para bloquear y debilitar la reforma de pensiones, pero no podemos renunciar a la urgencia que tienen millones de pensionados y pensionadas que se les acabó el tiempo para esperar.
“Han pasado 25 meses de tramitación y cada día sin cambios es un tremendo golpe a su dignidad. No estamos legislando sólo por un proyecto, sólo por una iniciativa del presidente Gabriel Boric, sino que por las vidas de quienes merecen pensiones justas ahora y un sistema de pensiones legítimo”, sentenció.