El 2024 de Chile en 800 palabras
Este 2024 estuvo marcado por diferentes episodios que en su momento fueron parte de la contingencia pero que, en estas fechas, conforman una cartografía de memoria histórica, ad-portas de cerrar el año.
Estos hechos, más aún, nos permiten releer la vida pública, comprender los cambios y transformaciones que experimenta nuestro país, y revisar las políticas públicas que merecen real urgencia, esas que -constantemente- buena parte de la ciudadanía espera con ilusión y esperanza casi apocalíptica.
El 2024 será archivado como otra hoja más donde se escribió la historia y memoria de nuestro querido Chile, por tanto, su lectura resulta indispensable.
En primer lugar, los incendios de Viña del Mar, Quilpué, Villa Alemana y Limache son fiel reflejo de la tristeza que nos golpeó iniciando el 2024, las autoridades estuvieron prontas para trabajar aunque la situación fue de proporciones.
Por otra parte, un lamentable hecho republicano -en un sentido histórico de la palabra-, fue el fallecimiento del expresidente de la República, Sebastián Piñera Echeñique, quien perdió la vida en un accidente de helicóptero en el Lago Ranco. Ante el suceso, el mandatario Gabriel Boric decretó tres días de duelo nacional, estando a la altura precisamente en ese palpitar republicano de honor y patria que Chile necesita en instancias como la mencionada, en la que no corren los colores políticos, sino más bien el consuelo y reconocimiento de un servicio público precedente.
Tampoco podemos dejar de lado el famoso Caso “Audios” que salió a la palestra nacional, donde se propició una investigación que vinculaba al abogado Luis Hermosilla en el pago de “recursos monetarios” a ciertos funcionarios del Servicio de Impuestos Internos (SII), situación que para nadie pasó inadvertida. Un suceso que repercutió, como una bomba de racimo, en más de una institución Estatal, como la PDI, el Ministerio Público, y la mismísima Corte Suprema.
El 28 de junio fue un día complejo para la comunidad venezolana asentada en nuestro país, ya que se conocían los resultados de las elecciones presidenciales de Venezuela, aunque, para muchos, dichos resultados debían ser sometidos a recuento público considerando que Nicolás Maduro se proclamaba ganador con un 51% de las preferencias en medio de muchas interrogantes.
Sin embargo, en menos de una semana y a modo de respaldo, el Consejo Nacional Electoral (CNE), confirmó y publicó el 80% de las actas suscitadas, las cuales respaldaban sorpresivamente el triunfo de la oposición, o sea, de Edmundo González. De ahí en adelante, la situación decantó y Nicolás Maduro fue confirmado y establecido como el presidente oficial de Venezuela al margen de las aprensiones y comentarios a nivel mundial.
En ese mismo hilo, en el área de las relaciones internacionales, el mundo parlamentario y político de nuestro país, miró con expectación las elecciones de USA, donde el magnate Donald Trump resultó ser electo como presidente de los Estados Unidos, por segunda vez.
Por otro lado, en materia de política interior, Chile fue duramente “golpeado” tras revelarse una denuncia contra el exSubsecretario del Interior, Manuel Monsalve. El motivo fue una presunta violación que habría llevado a cabo este sobre una subordinada, en septiembre de este año.
También las elecciones municipales del mes de octubre fueron algo muy esperado, ya que para muchos sería una antesala de las próximas elecciones presidenciales en nuestro país. Los porcentajes se inclinaron sutilmente a favor de la derecha nacional, Chile Vamos se quedó con el 35,5% de las alcaldías, frente al 32,3% que obtuvo el acuerdo del oficialismo, Contigo Chile Mejor, y el 29,9% que se llevaron los independientes.
Por último, varias de las políticas públicas que son discutidas en el congreso mantienen desacuerdos a la fecha, una lamentable situación que golpea a los más vulnerables y proletarios de nuestro país.
Entonces, desde aquí y a partir de todo lo esbozado, me hago las siguientes preguntas:
¿Es Chile un país consciente de sus aciertos y desaciertos? ¿Cuáles son los desafíos en materia económica de cara al nuevo año 2025? ¿Qué repercusiones tienen los “escándalos” de la política nacional en la confianza del “pueblo” chileno? ¿Cómo nos situamos en materia de relaciones internacionales, considerando a los países vecinos y presidentes electos durante este 2024? ¿Qué políticas públicas quedaron al debe este 2024?
Aprender de los hechos, observar el entorno y encauzar decisiones, provoca un aprendizaje genuino para todas y todos los que conformamos la sociedad civil. Pero, sin duda, el Ejecutivo y congresistas también deben recordar que la política es un ejercicio público, donde las ideas deben ser deliberadas a través del filtro de la razón, de lo contrario, se degrada el sistema, se toman malas decisiones y el Estado sufre las consecuencia que más tarde “bajarán” a la experiencia de vida de todas y todos los que habitamos este precioso Chile.