Ernesto Alegría, gerente de ISAM Chile: "Queremos que la pesca artesanal pueda llegar a ser consumo humano"
El debate por la nueva Ley de Fraccionamiento, que busca modificar la distribución pesquera entre artesanales e industriales que fijó la controversial Ley Longueira, llega a un momento clave. Mientras en la segunda semana de enero se votará el proyecto en el Senado bajo la modalidad de discusión inmediata, en febrero la Organización Regional de Pesca del Pacífico Sur (ORP-PS) discutirá en Viña del Mar el aumento de un 15% en la cuota global de jurel -especie donde Chile controla el 66% de la cuota mundial-. La industria estaría desarrollando una campaña para evitar este incremento y así impedir el financiamiento del nuevo fraccionamiento propuesto por el gobierno, mientras las pymes pesqueras buscan posicionarse como un actor relevante en el procesamiento del recurso para consumo humano.
En este escenario, el gerente general de ISAM Chile S.A. y representante de la Asociación Gremial Nueva Pymepes, que agrupa a cinco pequeñas plantas procesadoras de productos del mar, Ernesto Alegría, conversó con El Desconcierto sobre el escenario actual de la pesca industrial y artesanal, así como las oportunidades que se abren para las pymes del sector.
-¿Cuál es la situación actual de las pymes pesqueras y cómo les afecta el contexto político?
En el tema del desarrollo nos afecta claramente. Como pymes, la mayoría vive en un sistema de sobrevivencia donde no hay tiempo para mirar más allá de los siguientes tres meses, porque hay que pagar sueldos y estar al día con las imposiciones. Sin embargo, se están dando cambios en el tablero del juego y queremos que la pesca artesanal pueda llegar a ser consumo humano.
-¿A qué se refiere específicamente con consumo humano?
Para nosotros, consumo humano significa poder congelar y vender el producto congelado para que lo consuma una persona, no un animal. El problema es que actualmente los pescadores artesanales, en su gran mayoría, no están en condiciones de entregar un producto con las características adecuadas de frescura, temperatura y calidad.
-¿Por qué es importante establecer cuotas individuales para el jurel?
Necesitamos que se establezcan directrices que permitan hacer consumo humano. Mientras no exista una cuota asignada a cada embarcación es difícil que esto suceda, porque con una carrera olímpica todos tratan de pescar lo máximo posible, lo más rápido posible, sin preocuparse por la calidad del producto.
-¿Cuál es su posición frente a la intención de SUBPESCA de ir a la ORP para que le aumenten 15% la cuota de jurel a Chile en la próxima reunión que se realizará en Santiago en febrero?
La cuota de día de jurel que está en un millón de toneladas mundial, y la proyección de la organización mundial, es que va a llegar a un millón y medio gradualmente. Los industriales están haciendo el lobby para parar el aumento de la cuota de este año, bajo la argumentación de que ellos quieren bajar la oferta para subir los precios de venta. Yo personalmente creo que es una fantasía. He hablado con la mayoría y nadie ha escuchado nada de eso. Chile tiene una posición dominante en el jurel, pero existen otras especies pelágicas como la caballa y distintas especies locales con las que competimos regularmente.
-Déjeme entender bien, ¿quieren ponerle valor agregado al jurel que pescan los artesanales o ustedes quieren entrar a pescar?
No, pastelero sus pasteles. Nosotros somos procesadores. Los artesanales nos proveen el producto y nosotros lo procesamos en nuestra fábrica. Las pymes necesitamos mano de obra mucho más intensiva que una fábrica industrial, que por lo general están casi todas automatizadas.
-¿Cómo se concretaría esto?
Cuando termine este nuevo escenario en que se traspasa un porcentaje importante a los artesanales, queremos solicitar a la autoridad que reglamente la ley. De hecho, estos días estamos por concretar nuestro primer intento real con pescadores artesanales y cuotas para consumo humano.
-¿Van a firmar un convenio con algunos artesanales?
El gobierno ha dado por años una licitación cada tres años con un 1% de la cuota del jurel para consumo humano y es con esta cuota que estamos realizando este esfuerzo. Ya hemos acordado con uno de las empresas que manejan parte de este 1%, que tiene 3.500 toneladas, para no hacer llegar nada a la harina. Ya verificamos los barcos artesanales que si pueden hacer un buen producto y antes que termine este año debemos procesar las primeras toneladas en nuestra planta.
-¿Entonces a usted le gustaría darle visibilidad a este tema?
Sí, pero quiero ser cuidadoso. Prefiero sentar un tema más racional y mostrar con hechos, dar un mensaje coherente para que nos llegue el respeto. No creo que con confrontaciones vayamos a lograr algo.
-Los industriales se oponen al nuevo fraccionamiento porque dicen que va a generar desempleo, pero lo que usted plantea es absolutamente lo contrario...
Así es. La ley de la Jibia, como un buen ejemplo, ha sido positiva para el sector artesanal. Si bien el empleo en un principio se ajustó, ahora hemos generado un montón de empleo y los artesanales desarrollaron la forma crecer en pesca y de descargar, que hoy día es un negocio en que no queremos a la industria porque es lo único que nos va a generar distorsión negativa.
-El tema hoy día entonces tiene dos conceptos ancla: consumo humano y empleo...
Exactamente. Nuevamente considerando la ley de la jibia, si bien el empleo en un principio se ajustó con los cambios en la ley, ahora hemos generado mucho empleo. Los artesanales desarrollaron su forma de trabajo y es un negocio que funciona. De hecho, somos mucho más capilares: en Lota, el 60-70% de mi personal es de ahí, viven a 4-5 kilómetros de distancia. Es distinto a las grandes empresas que tienen que traer gente en bus desde lejos.
El consumo humano en el mundo artesanal necesariamente generará más empleo. En ese sentido, ya hay ejemplos palpables.