La Fauna Chilena: Singularidad, desafíos y oportunidades de conservación
El pasado mes de noviembre marcó un hito para la fauna chilena con diversas actividades de gran relevancia. El 9 y 10 de noviembre se celebró el “Día de la Fauna Chilena 2024”, seguido de la tercera versión del “Festival Ladera Sur” los días 15, 16 y 17 de noviembre, ambos eventos con destacada participación de la comunidad en general.
Paralelamente, se desarrollaron importantes actividades científicas, como el “Primer Congreso Chileno de Zoología”, organizado por la Universidad Católica del Maule (11 al 15 de noviembre), y la “III Jornada de Investigación en Ciencias Veterinarias: Conservación de la Biodiversidad”, organizada por la Universidad Bernardo O’Higgins el 15 de noviembre.
Estas iniciativas ofrecieron una excelente oportunidad para reflexionar sobre las características únicas y valiosas que distinguen a la fauna nativa de Chile. Aunque el número de especies es reducido en comparación con otras naciones sudamericanas, Chile destaca por su notable grado de endemismo: especies que solo se encuentran en estas tierras.
Esta singularidad radica en que Chile actúa como una vasta isla biogeográfica, delimitada por barreras imponentes: al este, los Andes; al oeste, el océano Pacífico; al norte, el árido desierto de Atacama; y al sur, los gélidos confines de la Tierra. Este aislamiento ha limitado la llegada de nuevas especies, pero ha permitido que las existentes evolucionen de forma única.
El fenómeno de endemismo es especialmente llamativo en los anfibios y reptiles. Los anfibios presentan un endemismo excepcional, con cerca del 65% de las especies, mientras que los reptiles alcanzan aproximadamente el 60%.
La diversidad de hábitats, desde zonas áridas hasta entornos húmedos y fríos, ha propiciado la evolución de especies únicas. Por otro lado, los mamíferos exhiben un endemismo más modesto (11%), aunque incluyen especies icónicas como el zorro de Darwin (Lycalopex fulvipes) y la chinchilla de cola larga (Chinchilla lanigera). Las aves, con menos del 2% de especies endémicas, muestran el nivel más bajo, una consecuencia de su capacidad de vuelo, que desafía las barreras geográficas.
Sin embargo, el alto nivel de endemismo subraya la importancia de conservar los hábitats naturales. Las especies endémicas enfrentan graves amenazas, como la pérdida de hábitat, la introducción de especies exóticas y el cambio climático. La deforestación, la expansión agrícola y el desarrollo urbano fragmentan y degradan los ecosistemas, reduciendo el espacio vital de la fauna nativa.
La introducción de especies exóticas agrava esta situación. El visón americano, el jabalí y los perros asilvestrados compiten con las especies nativas, alteran los equilibrios ecológicos y depredan fauna endémica. En particular, los perros asilvestrados han generado un impacto crítico al depredar especies vulnerables, que carecen de defensas contra estos nuevos depredadores.
El cambio climático añade una capa de complejidad, modificando temperaturas y patrones de disponibilidad de agua. Estos cambios afectan la reproducción, migración y alimentación de diversas especies, intensificando sequías y olas de calor que amenazan ecosistemas sensibles, especialmente en zonas áridas y costeras.
Frente a estos desafíos, la conservación de la fauna chilena requiere una estrategia integral. Eventos como el Día de la Fauna Chilena y el Festival Ladera Sur son fundamentales para sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de nuestra biodiversidad. Medidas como la restauración de hábitats, el control de especies invasoras, la creación de corredores biológicos y la educación ambiental son esenciales para preservar el legado biológico de Chile para las futuras generaciones.