En un evento organizado el jueves 12 de diciembre por la ONG internacional Sinergia Animal, personas de sectores corporativos, gubernamentales y científicos se reunieron en la ciudad de Sao Paulo para revisar el reporte “Huevos libres de jaula: transición global hacia modelos de negocio aceptables”.

La cita contó con exponentes provenientes de Chile, Brasil y Argentina, académicos especialistas en bienestar animal, empresarios del área gastronómica y figuras gubernamentales.

Se presentó evidencia científica actualizada respecto al bienestar de las gallinas en la industria del huevo, y las opciones que existen al cuestionado modelo de jaulas en batería. 

El reporte destaca los desafíos urgentes de la producción de huevos, afirmando que el sistema de jaulas en batería provoca, por una parte, sufrimiento a las gallinas debido al encierro y falta de espacio, y por otra parte, puede ocasionar daños a la salud de las personas por el riesgo de enfermedades infecciosas y el alto uso de antibióticos.

Gallinas en confinamiento

La ONG explica que el sistema de jaulas en batería es el método de producción de huevos más popular en Latinoamérica. En él, se confina hasta 12 gallinas en pequeñas jaulas de alambre, donde cada una cuenta con un espacio menor al de una hoja tamaño A4, estando incapacitadas de realizar comportamientos naturales tales como caminar, anidar, o extender las alas completamente. Estas condiciones de vida pueden provocar osteoporosis y altos niveles de frustración.

“Junto a los cuestionamientos de bienestar animal, se plantea que este tipo de sistemas de producción intensivo puede, también, tener efectos negativos en la salud humana por la aparición de bacterias resistentes a antibióticos y por la transmisión de infecciones zoonóticas, como ocurrió con el COVID-19”, comentó Fernanda Vieira, directora de investigación y bienestar animal en Sinergia Animal, y co-autora del estudio.

Además, se mencionó lo que ocurre con los polluelos machos nacidos en la industria del huevo que, como no tienen valor económico en ese contexto, “normalmente se los mata en las primeras horas de su vida. Cada año se matan alrededor de 7 mil millones de pollitos machos”.

Empatía en los consumidores

Las empresas que no adopten estos cambios se arriesgan a perder acceso al mercado y apoyo de los inversores. En contraste, quienes implementen sistemas libres de jaulas y mejoren los estándares de bienestar pueden beneficiarse de una mejor imagen pública y nuevas oportunidades de mercado.

“En un presente en el que la empatía y sensibilidad de los consumidores se traduce en elegir qué hacer o no hacer, es esencial que los sistemas alimentarios consideren la forma en que producen lo que venden, y empiecen a optar por mejores alternativas”, añadió Fernanda Vieira.  

Benjamín Mujica, de Sinergia Animal Chile, valoró que “en el país, desde 2018 a 2023 pasamos de un 2% a un 7% en productores libres de jaulas. Esto se traduce en miles de gallinas con mejores estándares de vida. Esto se da a partir de consumidores más conscientes que demandan productos más éticos y sustentables”.