Las "dos caras de Enel": Trabajadores denuncian varios despidos y reducción de beneficios
La Federación Nacional de Sindicatos de Enel Generación ha denunciado que la nueva administración ha iniciado un constante deterioro del clima laboral y un trato indiferente hacia los trabajadores, que implicaría numerosos despidos y reducción de beneficios de fin de año.
Estos tratos habrían comenzado desde que la empresa se trasladó al nuevo Edificio Corporativo en Las Condes.
Desde entonces, los trabajadores del sindicato solicitaron la realización de fiscalizaciones y la revisión de permisos de funcionamientos de distintos organismos.
Como resultado, se detectaron una serie de incumplimientos que terminaron en multas y mejoras para cumplir con la legislación actual.
Además, desde el sindicato se han visto afectados por numerosos despidos unilaterales que han contagiado el clima laboral de una sensación de temor entre los trabajadores.
La guinda de la torta se presentó en noviembre de 2024, cuando la nueva administración de Enel informaba la suspensión de todas las actividades de fin de año para los trabajadores, estas son la cena y la fiesta de Navidad para los hijos.
Además, la administración anunció que los futuros despidos se ajustarían a lo establecido en la ley y en algunos contratos individuales o colectivos.
Dejando de lado la "historia y tradición" que caracterizaba a la empresa cuando era propiedad del Estado, y que se mantuvo tras su privatización.
En ese contexto, los trabajadores manifiestan su preocupación por la forma en que se indemnizarán los despidos.
Si bien la empresa informó que se mantendrá parcialmente, este anuncio no garantiza la tranquilidad de los trabajadores ante un escenario de crisis.
Recordemos que ante la necesidad de despidos siempre se reconocieron todos los años de servicios e incluso se llegó a indemnizar con hasta un 22% adicional a la totalidad de los años trabajados.
Actualmente la empresa está en manos de italianos y ha incrementado sus ganancias a un 46%. Sin embargo, cuentan con una grandiosa deuda que, según los trabajadores, siempre se les advierte.
Y esa sería la justificación para reducir los gastos asociados a la calidad de vida de los empleados y sus familias, es decir, "a costas de los beneficios históricos".
La respuesta de los altos ejecutivos de Enel ha sido decepcionante, "siempre las mismas", aseguran, evidenciando el nuevo "estilo" de la administración actual y dejando más que claro que la empresa "tiene dos caras".