Una kinesióloga fue señalada públicamente en Instagram como responsable de un caso de acoso que habría afectado a una estudiante universitaria, quien, tras atravesar una crisis de salud mental, se quitó la vida en marzo de 2024.

Según se puede apreciar en el fallo judicial, en las publicaciones, hechas por dos mujeres, se mostraba su nombre, su rostro y se mencionaba su profesión, acusándola de ser una de las responsables de un trato humillante hacia la estudiante durante su práctica en el Hogar Español, un lugar dedicado al cuidado de adultos mayores.

La kinesióloga, quien estaba embarazada al momento de los hechos, aseguró que las acusaciones eran completamente falsas y que nunca hubo pruebas que respaldaran las afirmaciones en su contra.

Además, explicó que las publicaciones le causaron un fuerte impacto emocional, provocándole complicaciones físicas durante su embarazo, como contracciones prematuras.

Por esta razón, decidió presentar un recurso legal para que se eliminaran las publicaciones y se detuvieran los ataques en redes sociales.

Las mujeres responsables de las publicaciones argumentaron que sus intenciones no eran dañar a la kinesióloga, sino dar visibilidad a lo que describieron como situaciones de abuso en internados universitarios.

Una de ellas incluso relató que había sido amiga cercana de la estudiante fallecida y que esta le había contado sobre episodios de humillación y maltrato sufridos durante su práctica.

Sin embargo, la kinesióloga insistió en que no había pruebas que la involucraran en esos hechos y que las acusaciones estaban dañando su reputación y bienestar.

La Corte de Apelaciones de Santiago falló a favor de la kinesióloga, indicando que las publicaciones vulneraron su derecho a la honra y a la privacidad.

El tribunal explicó que, aunque las redes sociales son un espacio para la libre expresión, esta libertad tiene límites cuando se afecta la vida de otras personas.

Además, señaló que las acusaciones fueron realizadas sin permitir que la kinesióloga pudiera defenderse, lo que amplificó el daño.

Como medida, la Corte ordenó que se eliminaran todas las publicaciones en su contra y que las responsables se abstuvieran de realizar nuevas acusaciones similares.