La presentación del proyecto "SERNAC te protege" por parte del Ejecutivo, actualmente en debate en la Comisión de Economía de la Cámara de Diputadas y Diputados, marca un momento crucial para la defensa de los derechos de las personas consumidoras. Esta iniciativa, lejos de ser una propuesta más, enfrenta un problema que durante décadas ha quedado en el olvido: la falta de justicia individual. Una realidad que pesa sobre quienes, al verse afectados, rara vez encuentran soluciones efectivas.

A pesar de que el proyecto responde a una demanda histórica de mayor protección, su avance ha sido lento y no ha estado exento de resistencia, incluso por parte de quienes podrían beneficiarse directamente. Esto plantea una pregunta inevitable: ¿qué explica esta lentitud en un momento en que resulta tan necesario?

Es fundamental aclarar que, a diferencia de lo argumentado por sus críticos más vehementes, esta propuesta no se limita a sancionar conductas indebidas, sino que apunta también a prevenirlas. Su diseño prioriza instancias previas al dictamen sancionatorio,y busca resolver vacíos normativos que las reformas anteriores no han logrado abordar, con un enfoque más equilibrado y efectivo, desmontando el mito de que el SERNAC actuaría como “juez y parte”.

Un anuncio clave del Ministro de Economía en el proyecto radica en el reconocimiento del papel fundamental de las asociaciones de consumidores, una observación que desde ODECU hemos destacado reiteradamente. Al fortalecer la relevancia de estas organizaciones en las mediaciones individuales y en el inicio de procedimientos sancionatorios, se eliminan duplicidades y se facilita el camino hacia soluciones más rápidas y justas. Sin embargo, a nuestro juicio el proyecto aún necesita otros ajustes para consolidarse como una herramienta integral.

Medidas adicionales pueden marcar una diferencia decisiva. Suspender los plazos de prescripción de acciones civiles mientras dure un procedimiento sancionatorio, por ejemplo, garantizaría que las personas consumidoras no pierdan su derecho a una indemnización.

Asimismo, destinar un porcentaje de las multas al beneficio directo del denunciante y condenar en costas a los proveedores que no reparen los daños causados enviaría un mensaje claro: los derechos de las personas consumidoras son una prioridad.

En definitiva, "SERNAC te protege" tiene el potencial de transformar estructuralmente la forma con que Chile enfrenta los conflictos de consumo. No obstante, para que este cambio sea verdaderamente efectivo, el proyecto debe ir más allá e incluir mejoras necesarias que amplíen su alcance y refuercen su impacto.

No podemos seguir permitiendo que las personas consumidoras enfrenten un sistema que, en muchos casos, favorece la impunidad de quienes vulneran sus derechos. Este es el momento de avanzar hacia una política de consumo que no solo sea justa y equitativa, sino también capaz de garantizar un verdadero acceso a la justicia. Porque proteger a los consumidores no es solo una cuestión de regulación, es, ante todo, una cuestión de justicia social.