El pasado 31 de octubre, tras semanas convulsionadas a raíz del caso Monsalve y recién terminadas las elecciones municipales, el Presidente Gabriel Boric le hizo una especial petición a las dos coaliciones que sostienen su gobierno: enfrentar en unidad la próxima elección parlamentaria y, en lo posible, incluir a la Democracia Cristiana. 

La solicitud del mandatario respondía a dos cuestiones. La primera, el peligro de perder varias gobernaciones a raíz de la división del oficialismo que fue en listas separadas. Y la segunda, la buena evaluación del jefe de Estado respecto al pacto Contigo Chile Mejor, que agrupo a todos los partidos de gobierno y la DC, y que compitió unido en la elección municipal. 

A pesar de que la derecha creció en representación comunal, el resultado fue mucho más positivo que lo que se preveía, a ojos del oficialismo. 

Sin embargo, a tres semanas de la cita, pareciera que la petición de Boric no ha hecho eco en los partidos. 

En el caso de la DC, partido que no asistió al cónclave en Cerro Castillo al no ser parte del gobierno, la idea derechamente no gustó. “La alianza con el oficialismo fue exclusivamente para la municipal, porque era viable. Las parlamentarias son algo totalmente distinto”, precisa un dirigente falangista que descarta que sea posible tal alianza para la elección parlamentaria. 

¿La razón? Miembros de la DC aseguran que “no caben todos en una lista”, debido a las diferentes aspiraciones que tiene cada partido y enfatizan que el caso de las municipales es distinto, ya que todos los partidos que firmaron el pacto tenían cierto piso de representatividad. 

Además, aluden en la tienda liderada por Alberto Undurraga, el proyecto de la DC, por ejemplo, no sintoniza con el del PC y definen como “problemático” una alianza que tenga como fin “sólo cuestiones electorales”. 

“El proyecto no es el mismo, y a nosotros nos perjudicaría que nuestro electorado nos vea en alianza conectores más radicalizados”, dice un parlamentario DC que buscará la reelección en el próximo ciclo. 

¿Vuelve la Concertación?

Durante sus últimos años de funcionamiento, la histórica coalición que gobernó por dos décadas continuas tras el retorno a la democracia, estuvo sustentada principalmente por tres partidos fuertes; el Partido Socialista, el PPD y la DC. Además, el Partido Radical y otras tiendas de menor envergadura, se hicieron parte del conglomerado especialmente durante la década de los 90’. 

Ahora, la idea de ciertos personeros en el Socialismo Democrático y la DC, es poder reeditar la Concertación que logró conquistar cuatro presidencias consecutivas. “Obviamente no sería lo mismo, la DC y nosotros estamos en una situación diferente que hace 15 años atrás, pero es importante empezar a construir un proyecto propio”, dice un dirigente del PPD que se muestra a favor de reeditar una alianza con el falangismo. 

Y es que tanto en el PPD como en la DC saben que su peso político ha ido a la baja durante la última década. En la falange, por ejemplo, hubo un quiebre a partir del primer plebiscito constitucional que marcó la salida de históricos militantes, lo que decantó en que la bancada de militantes quedara reducida a sólo cuatro integrantes. Algo similar pasa en el PPD, que su bancada está conformada en su gran mayoría por independientes. 

Ambas bancadas —como lo informó El Desconcierto— se reunieron la semana posterior a Cerro Castillo para discutir una posible alianza. En la cita, dicen voces que asistieron, se conversó sobre los puntos en común de ambas tiendas y la necesidad de “ampliar” el Socialismo Democrático hacia el “centro progresista”; es decir, la DC. 

No obstante, la cita, dicen parlamentarios de lado lado, terminó siendo “contraproducente” ya que la directiva del PPD publicó un comunicado la misma noche del “almuerzo de camaradería” de las bancadas para aclarar que la potestad de suscribir acuerdos políticos está radicada en la directiva, lo que molestó a la DC. 

¿Y el PS?

La situación del PS es distinta. La postura en el partido liderado por Paulina Vodanovic es de esperar los resultados del balotaje de gobernadores y desde ahí analizar el panorama. Pero desde ya fuentes de la tienda socialistas advierten que hay posturas encontradas. 

Como antecedente está la áspera negociación para la elección de consejeros constitucionales de 2023, en que el PS optó por ir junto al Frente Amplio y el PC, y no con el PPD y la DC que plantearon la tesis de “ampliar la base de apoyo del gobierno hacia el centro”. El resultado fue negativo para dicha alianza: no obtuvieron ningún escaño en el órgano constitucional.

Por lo mismo, en el PS esperan deliberar sobre la alianza para la próxima elección parlamentaria tras la finalización del proceso eleccionario actual. De todas formas, ya hay voces socialistas que apelan a la máxima unidad del sector.

Por ejemplo, la alcaldesa de Quinta Normal, Karina Delfino, y presidenta de la AChM, planteó en entrevista con El Desconcierto que "tenemos que hacer todos los esfuerzos para estar juntos y hay mecanismos para mantenernos juntos, particularmente la primaria. Es una mala señal lo que pasó en los gobiernos regionales de ir todos a primera vuelta. Preferiría mil veces que fuéramos todos a una primaria legal y ahí decidir nuestro candidato que llegar a una primera vuelta separados".