Trató de secuestrar a niño y vecino lo sorprendió in fraganti: 10 años y 1 día de presidio
El 2 de octubre de 2022, en la comuna de San Joaquín, un niño de 10 años fue engañado por un hombre, quien se hizo pasar por profesor de fútbol y afirmó que conocía a sus padres.
Según se puede apreciar en el fallo judicial, el hombre convenció al niño de acompañarlo a "pegar afiches", diciéndole que su padre le había dado permiso.
Durante el trayecto, un vecino notó algo extraño y decidió intervenir, deteniendo al hombre y evitando que se llevara al menor más lejos.
A pesar de que el recorrido solo duró cuatro minutos y cubrió unos 300 metros, el niño quedó profundamente afectado por la experiencia, lo que incluso desencadenó una recaída en una enfermedad que le provocó pérdida de cabello.
Este hecho fue llevado a juicio, y el 8 de octubre de 2024, el Sexto Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago condenó al hombre a 10 años y un día de cárcel por el delito de sustracción de menores.
La sentencia fue unánime y dictada por los jueces Karen Garrido, José Rodríguez y Javiera López, quienes consideraron que el acusado había vulnerado la libertad y seguridad del niño mediante engaños.
Aunque no hubo uso de fuerza física, el tribunal estableció que el menor fue sacado de la protección de su padre sin su consentimiento real, lo que constituye un delito grave.
El tribunal también tomó en cuenta los antecedentes del caso, donde se mencionó que el acusado ya había intentado llevarse a otro niño en 2020 bajo el mismo engaño, aunque en esa ocasión no fue detenido.
A pesar de contar con una atenuante por no tener antecedentes penales previos, el hombre deberá cumplir la pena de manera efectiva, sin derecho a beneficios, y quedará inhabilitado de por vida para ocupar cargos públicos o ejercer profesiones mientras dure su condena.
Además, deberá proporcionar una muestra biológica para ser incluido en el registro de ADN de condenados.
A pesar de los esfuerzos de la defensa por argumentar que no hubo sustracción real, el tribunal concluyó que el engaño utilizado para sacar al niño de la esfera de protección de su familia fue suficiente para configurar el delito.