Aunque el término “zona de sacrificio ambiental” ha ampliado su uso en los últimos años, originalmente identificaba a las cinco ciudades costeras de Chile donde se concentran las centrales termoeléctricas a carbón. Una de ellas es Huasco, donde los habitantes tienen 71% más probabilidad de morir por enfermedades cardiovasculares, que la media del país.

Ahora, tras la aprobación de un nuevo depósito de relaves mineros en la ciudad, vecinos de Huasco, Vallenar y Freirina se unieron para acudir a la justicia buscando revertir la situación. Los abogados que apoyan a la comunidad reclaman que no se tuvieron en cuenta los impactos acumulados que ya pesan sobre la salud y medio ambiente de las personas de Huasco.

En la causa, que está en trámite en el Primer Tribunal Ambiental, los vecinos alegan que sus observaciones no fueron consideradas en el proceso de evaluación ambiental.

Además, destacan que el proyecto sufrió modificaciones sustantivas en su curso, lo que debería haber considerado un segundo proceso de participación ciudadana, además de una consulta indígena debido a la posible afectación a personas descendientes de pueblos Diaguita y Chango.

 Relaves al mar

 El proyecto, con una inversión de US$ 10 millones, consiste en la construcción, operación y cierre de un depósito de relaves filtrados proveniente de la planta de pellets de fierro de la minera CAP en el mismo sector. El depósito admite 14,6 millones de toneladas de relave minero.

El objetivo del depósito es transformar la manera en que se disponen los desechos mineros, ya que hasta ahora eran vertidos al mar a través de un emisario submarino. Los relaves que se depositarán en la nueva planta serán filtrados y secos, lo que disminuye el riesgo de infiltración a las napas subterráneas de agua.

El proyecto es parte de un plan de cumplimiento luego de que los titulares de la empresa fueran sancionados por la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) por la descarga de residuos mineros al mar.

Desde la minera sostienen que el proyecto cumple con todos los requisitos ambientales, y que por eso logró su permiso ambiental, además de que viene a remediar un problema de contaminación derivado de su actividad.

Polvo negro

Huasco convive aún con la planta termoeléctrica a carbón más grande de Chile, que aún no tiene fecha de cierre. En la zona, vecinos y vecinas comentan cómo el material particulado, un polvo negro, se acumula en las ventanas y patios de las casas.

Ademas, pequeños agricultores relatan que sus árboles abortan frutos a raíz de la contaminación, reduciendo drásticamente la productividad agrícola, y similares situaciones se evidencian en el sector de la pesca artesanal.