Una asignatura pendiente: Igualdad de género en las candidaturas a los gobiernos municipales
Tras los procesos electorales de 2021 (elección de convencionales) y de 2022 (elección de consejeros constitucionales), ambos bajo una legislación que exigió paridad de resultado entre mujeres y hombres, Chile se apronta a elegir autoridades municipales y regionales sin requisitos de paridad en ninguno de sus niveles, dependiendo de los partidos políticos y de las candidaturas independientes la representación femenina en ellas.
Esto aunque partidos de la derecha tradicional, centro derecha, de centro, centroizquierda e izquierda, han declarado su compromiso con el avance y empoderamiento de las mujeres, cuentan con Secretarías, Vicepresidencias o Frentes de la mujer o feministas. E incluso hay partidos que se declaran feministas.
Las elecciones parlamentarias cuentan con una norma de representación equilibrada que ha permitido un incremento de mujeres en la Cámara de Diputadas y Diputados y en el Senado. Por otra parte, el financiamiento público de los partidos políticos exige destinar un 10% de recursos para promover la participación de mujeres en el quehacer político.
Por ello es relevante analizar la presencia de candidatas en estas elecciones de gobierno municipal para saber en qué medida los partidos expresan su compromiso con la mitad del universo ciudadano que son las mujeres, aun cuando no exista una ley que los obligue a representarlas proporcionalmente.
La evaluación de las candidaturas alcaldicias aceptadas por el Servicio Electoral revela que los partidos, en sus pactos electorales, están lejos de cumplir con una representación equilibrada entre mujeres y hombres.
Del total de candidaturas, las mujeres alcanzan apenas al 25% (391 de 1.573) y cuatro de cada diez de ellas postulan como independientes, fuera de algún pacto (157). La elevada proporción de candidaturas independientes nos habla de la crisis de los partidos políticos en su capacidad de representar a los distintos sectores ciudadanos. En el caso de las mujeres, pareciera que no encuentran en ellos un espacio de expresión o canalización de sus demandas.
De las 345 comunas que elegirán nueva autoridad, hay 115 que sólo llevan candidatos varones. Tres llevan sólo candidatas mujeres, por supuesto, comunas pequeñas: Curaco de Vélez, Camiña y María Pinto. Sobresale la región de Ñuble, en que 15 de las 21 comunas sólo llevan hombres: de un total de 94 candidaturas, sólo 9 son mujeres, es decir, ni siquiera el diez por ciento.
A nivel nacional, el pacto Chile Contigo Mejor (Acción Humanista, Federación Regionalista Verde Social, Frente Amplio, Partido Comunista, Partido Liberal, Partido por la Democracia, Partido Radical, Partido Socialista y la Democracia Cristiana) presenta el mayor número de candidatas dentro de un pacto, con 80 postulantes, pero sólo representan el 26,1% del total de sus candidaturas (307).
Le sigue el pacto Chile Vamos (Unión Demócrata Independiente, Renovación Nacional y Evópoli), con 59 mujeres entre 278, que representan el 21,2% de sus propuestas.
Le sigue el pacto Partido Social Cristiano e independientes con 34 candidatas entre 87, con una participación que alcanza a casi el 40%.
Los pactos Centro Democrático, Partido de la Gente, Republicanos, Izquierda Ecologista Popular, con independientes en sus listas, llevan entre 10 y 18 mujeres candidatas. Los pactos Animalistas Ecologistas e Izquierda de Trabajadores llevan menos de 10 candidatas.
Sin duda, hay fuertes diferencias regionales. Las regiones con mayor porcentaje de candidatas mujeres son Antofagasta, con 36,6%, la Metropolitana con 32,9% y Valparaíso con 32,4%. La región con menos candidatas mujeres es Arica y Parinacota, con sólo un 8,7%.
Estas cifras confrontan las declaraciones de los partidos en cuanto a su compromiso con la igualdad de mujeres y hombres en la representación política y confirma la necesidad de legislar para garantizar que la mitad de la población, las mujeres, estén representadas proporcionalmente en los gobiernos municipales, a nivel de alcaldías y también de concejos municipales. De este modo se asegura más y mejor democracia.