En los últimos meses, el país ha sido testigo del creciente incremento en las encuestas que ha tenido Michelle Bachelet (PS) como presidenciable, de cara a los comicios del año próximo para suceder a Gabriel Boric en La Moneda.

Todo, en un escenario en que los cuestionamientos hacia la exmandataria desde la derecha se incrementan al tiempo que ella reitera, una y otra vez, que no está en sus planes asumir una tercera carrera presidencial.

Como sea, su figura sigue siendo muy valorada en la ciudadanía, mientras tanto en la ultraderecha como en Chile Vamos, su figura empieza a ser blanco de cuestionamientos diversos.

Qué explica esta embestida de los sectores más conservadores del país hacia ella, es lo que conversamos con el politólogo Felipe Vergara Maldonado, académico de la Universidad Andrés Bello (UNAB), quien explica cuánto logra inquietar Bachelet a la derecha, y las razones que hay detrás de la actitud que asume con ella.

“La Presidenta Bachelet, evidentemente genera incomodidad en la derecha porque los ha vencido en dos oportunidades, de partida”, contextualiza el experto.

Es "una eventual candidata muy competitiva"

Después, complementa apuntando a Evelyn Matthei y los resultados del balotaje presidencial del 2013, “porque venció a la candidata más fuerte de la derecha, pero también porque eso la hace ser una candidata eventual muy competitiva, la única de acuerdo a lo que uno observa hoy en las encuestas, con reales posibilidades de competirle a la derecha y obtener un resultado que sea bueno”.

“Obviamente, eso genera incomodidad, pero también hay que consignar que a la derecha le genera incomodidad Bachelet porque no sienten (que los suyos) hayan sido gobiernos que le hayan seguido la línea que ellos esperaban seguir como país”, sostiene.

Según argumenta Vergara, esto tiene que ver con que ella “movió un poco la brújula y generó instancias que a veces para sectores de derecha son incómodas, y no sienten que los gobiernos de Bachelet, ni el uno y ni el dos, hayan sido buenos gobiernos”.

“También hay ahí una línea argumentativa de crítica a la gestión que tuvo Bachelet como presidenta de Chile, entonces a la incomodidad que le genera, también les sobrelleva una queja bastante clara en relación a la gestión que ya tuvo mientras fue gobierno”.

Siguiendo con su análisis, el politólogo asegura que en la derecha “saben perfectamente el peso político que tiene la Presidenta Bachelet, y eso les genera mayor incomodidad”.

Es transversal en varios sectores

“Saben, además, que es un personaje que en varios sectores es bastante transversal, puede que gente de un sector socioeconómico quizás un poco más vulnerable, esté molesta hoy con un gobierno de (Gabriel) Boric, pero sí se siente muy afín a las políticas y al gobierno de Bachelet, o a Bachelet en sí, más de lo que sean sus gobiernos, a lo que ella representa”, complementa dando cuenta de su tonelaje.

Y esa imagen, agrega, “se potencia también de cara a las mujeres, las mujeres también sienten una mayor afinidad por Bachelet, por lo que ella significa, por lo que ella es, por lo que ella hizo también siendo gobierno”.

Entonces, recalca Vergara, “no es sólo gestión, Bachelet en sí sola, es un activo, un elemento diferenciador que va más allá de la política, y si eso es algo que a la derecha evidentemente le incomoda, le genera natural conflicto porque no es tan fácil de atacar cuando los aspectos van más allá del quehacer político, sino de lo que ella significa y ha representado para Chile”.

Incluso, los permanentes cuestionamientos, explica Vergara, podrían ir al alza. “Deduzco que, de cara a lo que viene, es probable que la confrontación con la presidenta Bachelet se incremente, y sería como el camino lógico, porque es la principal amenaza”, plantea.

No obstante, recalca, “hay que tener en consideración también, que la Presidenta Bachelet ha planteado en varias oportunidades que no es candidata presidencial, entonces quizás pegarle excesivamente a ella, puede hasta ser contraproducente para la derecha, debe tener quizás un poco de atención y cuidado para no caer en problemas que sean mayores”.

"Que siga subiendo es complicado"

“Hay otro punto relevante, y que también es importante tener en consideración", dice Vergara relevando que el hecho de "que siga subiendo es complicado, pero también demuestra, y es importante también dejarlo claro, la orfandad que hay al interior del Socialismo Democrático, y de los partidos de izquierda, los partidos afines al gobierno”.

De hecho, dice, “sorprende que no haya un contrapeso, una candidatura alternativa, una opción viable hoy que no sea la expresidenta Bachelet, eso también es preocupante para el sector de izquierda y centroizquierda, cómo no se proyecta hoy una renovación de sus candidatos y termina echándole mano, habitualmente, a los mismos rostros”.

“Lo que en política tiene hoy tiene bastante descontenta y desgastada a la ciudadanía”, asevera.

Y por último, dice Vergara, “hay que tener bastante atención a esta modificación en el voto obligatorio, no sabemos realmente cómo pudiesen votar (a) nuestros candidatos con voto obligatorio, tenemos una experiencia anterior y fue sorpresiva, porque salió el candidato más de izquierda, y el candidato más de derecha (para la última) segunda vuelta, sectores a los que no representa hoy necesariamente Bachelet".

"Pero también es un punto a tener en reflexión, el escenario es muy, muy abierto, muy líquido también, e impensado a un año y un poco más de la elección presidencial”.

Yo me atrevería a decir, complementa, “que en el sector de la izquierda y centroizquierda, aún no hay candidatos categóricos y visibles”.

Por último, Vergara asegura que “si los partidos son un poco menos pragmáticos y realmente piensan con una mirada más de futuro y proyección, es momento de que se empiecen a ocupar de buscar candidatos competitivos, y no caer en la rueda de las sillitas musicales y volver a buscar los mismos que han estado antaño”.