Derechos sexuales vulnerados en Dictadura: Una mirada a 51 años del Golpe de Estado
Este miércoles 11 de septiembre se cumplieron 51 años desde el Golpe de Estado y la instauración de la Junta Militar. En esta conmemoración surge nuevamente la necesidad de reflexionar sobre lo fundamental que es promover y defender los Derechos para garantizar una democracia plena y libre.
Desde las organizaciones de la sociedad civil, quienes trabajamos a lo largo de todo el año en la visibilización de los Derechos y a menudo con recursos limitados, sabemos que este día nos brinda, cada año, la oportunidad de reflexionar sobre los derechos conseguidos y los que aún estamos en camino de alcanzar.
En ese sentido, aunque la satisfacción de haber alcanzado algunos logros exista, siempre está presente también -lamentablemente-, la posibilidad de retroceder en materia de garantías de estos, algo que, a la luz de la historia y de las experiencias internacionales, hemos visto.
Durante la dictadura en Chile, en absolutamente todos los ámbitos, los Derechos Humanos fueron vulnerados. Y como tales, los Derechos Sexuales y Reproductivos no fueron la excepción. No es un misterio que niñas, niños, mujeres y diversidades, en momentos de crisis pueden resultar ser víctimas y grupos de riesgo.
Un caso representativo de ello fue el funcionamiento del centro de detención y tortura conocido como Discotéque o Venda Sexy, operado por la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), en la comuna de Macul de Santiago de Chile.
De acuerdo con el Informe de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura o más conocida como Comisión Valech, el año 1974 fue el periodo con el mayor número de detenciones. En este lugar se documentaron vulneraciones de connotación sexual como principal método de tortura. Sin embargo, las violaciones a los Derechos Sexuales y Reproductivos, al igual que otros derechos fundamentales, fueron sistemáticamente perpetrados a lo largo de toda la instalación de la dictadura y en diversos ámbitos.
En el mismo informe existe un capítulo único para describir la violencia sexual ejercida contra las mujeres, con la sistematización de los testimonios de 3.399 mujeres, lo que equivale al 12,5% del total de declarantes.
De ellas, más de la mitad fueron detenidas durante el primer año de dictadura y casi todas dijeron haber sido objeto de violencia sexual. Históricamente las mujeres han sido utilizadas como botín de guerra, y como objetos para el amedrentamiento y amenaza para sus cercanos, y en Dictadura, no fue la excepción.
Los Derechos Sexuales y Reproductivos son una base esencial para que podamos vivir en una sociedad equitativa y justa, y en sintonía con el bienestar. Por lo mismo su vulneración sistemática en ese episodio crítico de nuestra historia habla de la cobardía y la premeditación para causar menoscabo y daño irreparable.
En estos días de conmemoración es fundamental avanzar en la sensibilización y la importancia de consignar los Derechos como una prioridad en nuestra sociedad, para que nunca más la dignidad sea utilizada como un arma de control y dominación.