Un grupo de legisladores presentó recientemente una propuesta para reformar la Constitución, buscando establecer nuevos requisitos para que los extranjeros puedan votar en las elecciones nacionales.

Esta iniciativa, promovida por parlamentarios de diferentes sectores, plantea la necesidad de endurecer las condiciones que deben cumplir los ciudadanos extranjeros para ejercer su derecho al voto.

El contexto actual de Chile ha cambiado drásticamente en las últimas décadas, y con una creciente población migrante en el país, la discusión sobre los derechos políticos de los extranjeros ha tomado relevancia.

La legislación vigente, que permite que los extranjeros avecindados por más de cinco años puedan sufragar en las elecciones, es vista por los autores del proyecto como una normativa que ha quedado desfasada.

Uno de los principales argumentos que sustentan esta reforma es la comparación con otros países de la región y del mundo, donde las restricciones para que los migrantes voten en elecciones nacionales son más estrictas.

En Argentina, por ejemplo, los extranjeros solo pueden votar en elecciones provinciales o municipales bajo condiciones específicas, mientras que en Brasil y otros países europeos se requiere residencia prolongada o incluso la adquisición de la nacionalidad para ejercer este derecho.

En Chile, según datos del Servicio Electoral (SERVEL), casi 800 mil personas de nacionalidad extranjera están habilitadas para votar en las elecciones municipales y de gobernadores regionales de 2024.

Este grupo, que ha crecido considerablemente en los últimos años, está compuesto principalmente por personas de Perú, Venezuela, Colombia, Haití y Bolivia.

En comunas como Independencia y Santiago, los votantes extranjeros ya representan una proporción significativa del electorado, lo que ha generado debate sobre su grado de integración y conocimiento sobre las costumbres y el sistema político chileno.

La propuesta de reforma sugiere aumentar el período de residencia requerido para votar en elecciones presidenciales y parlamentarias, extendiéndolo a quince años, mientras que para otras elecciones, como las municipales, el plazo sería de diez años.

Además, se establece que el voto de los extranjeros seguiría siendo voluntario, a diferencia del de los ciudadanos chilenos, que puede estar sujeto a otras normativas.

El proyecto ya ha comenzado su tramitación en la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados y Diputadas, donde será discutido y analizado en detalle antes de continuar su curso legislativo.

La iniciativa fue presentada por los diputados Héctor Ulloa, Jaime Araya, Carlos Bianchi, Raúl Soto y Cristián Tapia, junto a las diputadas Marta González, Carolina Marzán, Helia Molina y Camila Musante.