Cliente de banco demuestra cierre unilateral de cuenta corriente en juicio: $10 millones de compensación
En abril de 2019, una clienta del Banco Security enfrentó una situación inesperada cuando recibió una carta del banco informándole que su cuenta corriente sería cerrada a partir del 26 de ese mes.
La carta, que había sido enviada el 16 de abril, no proporcionaba ninguna razón para el cierre de la cuenta.
La afectada intentó sin éxito obtener una explicación del banco. Para su sorpresa, descubrió que no solo su cuenta corriente sería cerrada, sino que también le habían bloqueado su tarjeta de crédito y cerrado su línea de crédito, lo que le obligaba a pagar de inmediato los saldos pendientes.
Las dificultades financieras comenzaron a acumularse rápidamente. A partir de mayo, la clienta se vio obligada a pagar las cuotas de sus créditos de consumo e hipotecario en efectivo, ya que su cuenta estaba cerrada.
El 3 de julio de 2019, cuando intentó pagar su crédito de consumo en una sucursal del banco, el cajero le informó que su RUT estaba bloqueado debido a un proceso legal en su contra, sin darle más detalles. Una situación similar ocurrió el 8 de julio, cuando intentó pagar su crédito hipotecario.
Además, comenzó a recibir cartas y correos electrónicos de diferentes empresas que le ofrecían asistencia legal para defenderse de las demandas que el Banco Security había presentado en su contra.
Finalmente, el 9 de julio de 2019, el banco, a través de su abogado, le informó por correo electrónico que todos sus créditos habían sido acelerados y que ahora se exigía el pago total de todas las deudas, incluyendo capital, intereses y costas judiciales.
La afectada decidió llevar el caso a los tribunales. En noviembre de 2022, el 26° Juzgado Civil de Santiago falló a su favor, ordenando al Banco Security a pagarle $10.000.000 como indemnización por el daño moral causado por el cierre de su cuenta y las complicaciones financieras que vinieron después.
El banco apeló la decisión, pero en mayo de 2024, la Corte de Apelaciones de Santiago confirmó la sentencia, señalando que el banco no había dado razones válidas para cerrar la cuenta y que había actuado de manera incorrecta al hacerlo sin previo aviso y sin considerar el impacto que tendría en la vida financiera de la clienta.