Alerta sanitaria hasta octubre en Quintero por contaminación: Vecinos piden cerrar ENAP
Hasta el 30 de septiembre rige la alerta sanitaria decretada por la Seremi de Salud de Valparaíso el pasado 6 de agosto en las comunas de Quintero y Puchuncaví, debido a los recurrentes episodios críticos por mala calidad del aire y al aumento de personas intoxicadas por los contaminantes.
Ahora, un grupo de vecinos y vecinas de la zona presentó un recurso de protección contra la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) por los episodios de contaminación. La acción fue admitida a trámite por la Corte de Apelaciones de Valparaíso, quien ordenó a la empresa a informar antes del 30 de agosto todos los antecedentes sobre contaminación.
Los dirigentes sociales que presentaron el recurso piden que se ordene la suspensión de las faenas del Terminal de ENAP en la bahía de Quintero “mientras no existan garantías suficientes que no volverá a ocurrir una fuga de gases tóxicos y/o de hidrocarburos a la atmósfera”.
Cabe recordar que en julio de 2024 la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) sancionó a ENAP con una multa de $322 millones por superar los límites de emisiones contaminantes determinados en el Plan de Descontaminación de la zona durante fines de 2022.
Contaminación constante
Durante los días bajo alerta sanitaria, las autoridades ambientales recomiendan no realizar actividad física al aire libre y que la población vulnerable como niños, niñas, embarazadas, adultos mayores o enfermos crónicos, usen mascarilla.
Según el decreto del Ministerio de Salud para decretar la alerta sanitaria, solo en mayo de 2024 se registraron 230 casos de personas intoxicadas por los contaminantes en el aire de la bahía, dentro de un grupo de 500 personas que llegaron a urgencias por problemas respiratorios.
Ya en mayo de 2024, un informe realizado por el Consejo de Recuperación Ambiental y Social (CRAS) de la zona, integrado por ciudadanos y autoridades públicas, acusaba la “poca información que entregan” las instituciones de salud y ambiente cuando ocurren episodios de intoxicación.
Según la información recabada por el CRAS, el 6 de mayo de 2024 hubo 11 funcionarios del Jardín Martín Pescador intoxicados, y otras 22 personas adultas y niñas del colegio Santa Filomena. El 13 de mayo, otros 6 alumnos y 11 profesores de estos mismos establecimientos sufrieron intoxicaciones.
El 14 de mayo se intoxicaron 28 alumnos y 4 adultos del colegio Francia, y el 15 de mayo hubo 71 personas con síntomas de intoxicación en el colegio Francia, el Santa Filomena y el Mauco. El 16 de mayo en la noche, 45 personas fueron evacuadas del Liceo Politécnico de Quintero por la contaminación.
Antes de mayo, durante el 2024 se habían acumulado otras 67 personas intoxicadas. En 2023 ocurrieron situaciones similares: en marzo hubo más de 100 personas afectadas, y notas de prensa dan cuenta de episodios similares en mayo, junio y septiembre, acumulando más de 500 personas con síntomas.
Fuertes dolores de cabeza, dificultad para respirar, dolor abdominal y nauseas son algunos de los síntomas que se reportan entre las personas intoxicadas. Pero la exposición constante a contaminantes como los que se han registrado en el pasado en la bahía de Quintero, también tienen consecuencias de largo plazo en la salud, como aumentar significativamente el riesgo de cáncer e infartos cardíacos, o generar abortos espontáneos o daños genéticos y cognitivos en etapa de gestación.
No solo la termoeléctrica
Un estudio de 2023 realizado por el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2) identificó que algunos de los episodios ocurridos ese año no se originaron por los contaminantes de termoeléctricas sino por contaminantes orgánicos volátiles (COVs) que se originan en el proceso de descarga, almacenamiento y traslado de combustibles como gas natural licuado y petróleo que llegan al país a través de la bahía de Quintero.
“Allí tienes a empresas como Gasmar o GNL Quintero que importan el gas, y empresas como Enap o Copec que importan combustibles líquidos como bencina y diésel”, ejemplifica Rodrigo Seguel, uno de los investigadores del estudio.
Seguel también apunta a la refinería de Concon, que se ubica al sur de Quintero. “Aunque la evidencia todavía no es concluyente creemos que esa es otra fuente de contaminación y si se aplicara el principio precautorio hay que poner atención a lo que está sucediendo allí”, aclara.
Una tercera conclusión del estudio, es que “con las capacidades técnicas actuales que hay en el país y que tiene el Estado, es posible identificar las industrias que están generando cada episodio, y establecer las responsabilidades. Hoy en día se cierra todo el polo industrial, y eso mismo esconde al verdadero origen de la contaminación”, explica Seguel.