Un hombre se enfrentó a una situación alarmante cuando notó que faltaban $1.221.010 en su cuenta corriente, dinero que había sido transferido sin su autorización al Casino de Punta Arenas entre el 24 y 25 de febrero de 2024.

Alarmado, el cliente actuó rápidamente, ingresando a la página web del Banco Falabella para bloquear sus productos y notificar el fraude.

A pesar de su acción rápida, el hombre nunca recibió alertas del banco ni en su celular ni en su correo electrónico sobre las transacciones sospechosas.

El 1 de marzo, el Banco Falabella le reembolsó el dinero, reconociendo la validez del reclamo inicial. Sin embargo, sorpresivamente el 7 de marzo, el banco revirtió el abono, alegando que el cliente había desistido de su reclamo, una afirmación que él negó rotundamente, señalando que no existía ningún documento que demostrara tal desistimiento.

Ante esta situación, el hombre llevó el caso a la Corte de Apelaciones de Santiago. La Quinta Sala del tribunal, integrada por las ministras Lilian Leyton, Paola Díaz y la abogada (i) Renée Riveros, revisó el caso y falló unánimemente a favor del cliente.

El tribunal determinó que el banco había actuado de manera arbitraria al revertir el reembolso sin pruebas concretas de que el cliente había retirado su queja.

El fallo subrayó que el banco no cumplió con su obligación legal de proteger los fondos del hombre y refutó la posición del banco de que el recurso de protección no era el medio adecuado para resolver el conflicto.

En su decisión, la corte ordenó al Banco Falabella devolver la suma completa, más los intereses corrientes desde la fecha de sustracción y las costas del proceso.