Doctor en Gaza: "Ver a una niña morir sola en una camilla nos recuerda la brutalidad de la situación"
Los hospitales de referencia en Gaza, como el hospital Nasser en Jan Yunis y el hospital Al Aqsa, están lidiando con una situación crítica en julio, un mes marcado por una escalada significativa en los enfrentamientos.
Estas instalaciones médicas, esenciales para la población local, han recibido afluencias masivas de heridos debido a los intensos combates y bombardeos en la región.
Médicos Sin Fronteras (MSF), activos en ambos hospitales, han registrado diez grandes incidentes de heridos en julio.
"Cada día de este mes ha traído consigo una nueva crisis", informó el Dr. Javid Abdelmoneim, líder del equipo médico de MSF.
"Ver a una niña de ocho años morir sola en una camilla nos recuerda la brutalidad de esta situación y el colapso de nuestro sistema de salud", agregó.
Jacob Granger, coordinador de proyectos de MSF en Gaza, expresó una preocupación significativa por la situación del hospital Nasser, que no solo atiende a 550 pacientes, incluidos casos críticos, sino que también es vital para la producción de oxígeno para la región.
"Estamos al límite. Una evacuación aquí podría ser desastrosa y no es viable. Los pacientes y el personal están en riesgo constante debido a la proximidad de los combates", destacó Granger.
Alice Worsley, enfermera y responsable de actividades de MSF en el hospital Al Aqsa, describió una situación desesperada: "El hospital está sobrecargado. Hemos recibido pacientes de un reciente ataque cerca de la escuela Khadija en Deir al Balah. La mayoría son críticos y necesitan atención inmediata, que es difícil de proporcionar debido a la falta de espacio y recursos".
Además, las órdenes de evacuación en Jan Yunis han provocado desplazamientos masivos, exacerbando la crisis humanitaria.
La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) estima que solo en una semana de julio, alrededor de 190,000 personas fueron desplazadas en las áreas de Jan Yunis y Deir al Balah.
En medio de este caos, MSF hace un llamado urgente a todas las partes en conflicto para garantizar el acceso seguro a la atención médica y proteger las instalaciones como el hospital Nasser.
"No hay otro lugar adonde ir si el Nasser cierra. Es el final de la línea para muchos de nosotros", concluyó Granger, resaltando la gravedad de la situación.