Mega planta de amoníaco verde en Magallanes reactiva oposición ciudadana contra inversiones
Magallanes es una vez más escenario de debate sobre el desarrollo de la industria del hidrógeno verde en el país, luego de que se anunciara el ingreso de un proyecto para construir una planta de amoníaco verde en la zona de San Gregorio.
Con una inversión de US$ 11 millones, el proyecto del consorcio europeo HNH Energy contempla un parque eólico de 194 turbinas, una planta de procesamiento, una planta desaladora de agua de mar, un puerto multi propósito, un terminal marino y líneas de transmisión eléctrica.
“Se trata de un proyecto fuera de escala para el territorio, que generará impactos irreparables en la zona. Solo el parque eólico son 1.4 GW. Como referencia, en todo chile hay instalados 4.5 GW de energía eólica. A esto hay que sumarle la planta de procesos, obras lineales, almacenamiento de amoníaco, planta desaladora, terminal marítimo privado de uso público y campamentos. La anterior intervención no es posible para un solo territorio”, se declara en una carta firmada por 32 organizaciones ambientales de Magallanes y el país.
Entre las firmantes hay organizaciones territoriales y comunidades kawésqar, así como ONGs de alcance nacional e internacional como Greenpeace, Terram o Chile Sustentable.
Industrializar Magallanes
“No deja de sorprendernos que la gran apuesta del "Gobierno ecológico" liderado por un Presidente magallánico, sea convertir a Magallanes en una zona de sacrificio para exportar amoníaco "verde" a los países industrializados del norte global. Esto claramente no es la forma más inteligente ni estratégica de enfrentar el cambio climático”, agrega el escrito.
En la misma línea, desde el Panel Ciudadano H2 Magallanes reclaman que hace un año solicitaron una evaluación integral del impacto que tendrá la industria de hidrógeno verde que se proyecta en la región, ya que no es posible considerar los daños que puede provocar el impacto acumulado, en una evaluación que va proyecto por proyecto.
Declaran que esa solicitud no ha sido respondida, y que ya se están ingresando proyectos, por lo que la evaluación se está haciendo de forma segmentada. La planta de amoníaco verde es el tercer gran proyecto relacionado al hidrógeno verde en la región que ingresa a evaluación ambiental, tras la planta Haru Oni y el parque eólico Faro del Sur que alimentará la planta.
El Panel Ciudadano H2 Magallanes agrupa a organizaciones ambientales y científicas de la región.
Aves en peligro
Otro factor de preocupación por el desarrollo de esta industria en la región es el impacto que puede tener en especies nativas amenazadas, como el Canquén colorado, un ave de la que no existen ni mil ejemplares en el mundo, por lo que está en peligro crítico de extinción.
Según explica el naturalista puntarenense Ricardo Matus, el sistema de vegas de la comuna de San Gregorio, cercano a donde se va a emplazar el proyecto, es un lugar crítico de reproducción de esta ave. “No hay dudas de que va a tener un impacto significativo”, concluye sobre la planta.
Además, el proyecto en cuestión se emplazaría a 47 km del Santuario de la Naturaleza Bahía Lomas y a 27 km del Parque Nacional Pali Aike, por lo que genera preocupación el arrinconamiento de áreas naturales por la expansión de esta industria, para la que se contempla que nuevos proyectos compartan la infraestructura portuaria.
Amoníaco verde
El amoníaco es un compuesto químico en base a hidrógeno y nitrógeno que se usa en la producción de fertilizantes y productos químicos industriales, desde plásticos y textiles hasta explosivos.
Tradicionalmente se produce a partir de gas natural, y su proceso de producción emite 2 toneladas de CO2 por cada tonelada de amoníaco. El amoníaco verde no tiene ninguna diferencia en su composición. El apellido se lo da su modo de producción, que se hace agregando nitrógeno atmosférico al hidrógeno verde, por lo que el proceso no emite CO2.
Foto: Captura de video, IPTV.