¿Hiperpresidencialismo en Venezuela o Autoritarismo hegemónico?
En política internacional no todo es democracia electoral (Manuel Asenjo, El Economista, 27/04/2021). Sin embargo, todos los ojos del mundo estuvieron puestos en el caso de Venezuela, pues las votaciones de este domingo constituyeron la elección más crucial de los últimos 25 años.
La posibilidad de un cambio luego de un cuarto siglo de régimen movilizó un proceso lento (de más de dos horas), con sólo 69 mil votantes habilitados/as de una base de 5 millones fuera del país, y con un padrón total de 21 millones de personas en las urnas (pero con sólo un 59% de participación electoral).
Los análisis en los días previos a las elecciones estuvieron centrados en la necesidad de una posición más clara frente al gobierno autocrático (o autoritarismo hegemónico) de Nicolás Maduro por parte de las grandes potencias como la Unión Europea. Asimismo, se discutió sobre la urgencia de una mayor vigilancia y observación al proceso electoral, y sanciones duras frente a un fraude electoral.
El mismo día las discusiones estuvieron orientadas en las complejidades logísticas del proceso de votación a través de máquinas sujetas a error, y la transparencia en el escrutinio y en el cierre del levantamiento de las actas electorales.
Frente a estas problemáticas del pragmatismo electoral y en términos políticamente prácticos, la posición estaría obligada a demostrar que ganó, el régimen oficialista no. Los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE) dieron cuenta de que estas ‘dinámicas accidentadas’ al momento de escrutar y transmitir los resultados mantuvo el poder de Maduro.
A raíz de este realismo electoral, una hipótesis interesante es la relación (no necesariamente causal) entre sistemas electorales y democracia, o incluso entre modelos de votaciones, gobernanza política y democracia. Todo este ‘puzle electoral’ culminó en la no entrega de todas las actas electorales y en la generación de una serie de trabas para que los/as observadores/as y testigos de oposición e internacionales no pudieran presenciar libremente el proceso de escrutinio.
Sin duda, la concepción ontológica de un autoritarismo hegemónico implica la violación de las garantías constitucionales y, finalmente, la transgresión de la voluntad de la ciudadanía, pues como planteó el cientista político venezolano, John Magdaleno, “dictadura no sale con votos” (CNN, 28/07/2024).
Otra tesis que se discutió en relación al caso venezolano, fue la existencia de un presidencialismo monárquico (Agustín Squella, CNN, 05/11/2019) o hiper-presidencialismo, y las consecuencias de éste en las decisiones electorales. Según la académica venezolana Rosangel Mariela Álvarez Itriago (2021), “la primacía del Poder Ejecutivo sobre el resto de los poderes públicos y la utilización de recursos no democráticos evidencian elementos de regresión autoritaria en el país”.
Sin embargo, el profesor del Instituto de Ciencias Políticas de la UC, Dr. David Altman, se refiere a la necesidad de ir creando musculatura para ir contrarrestando el autoritarismo institucional en función de una mayor participación ciudadana en la toma de decisiones (webinar, “Democratic Innovations: The Role of Direct Democracy”, 06/10/2021).
Frente a esta debilidad institucional en regímenes autoritarios, aparece la reflexión sobre ‘democracia epistémica’ o el valor epistemológico de las democracias deliberativas en un contexto de democracias no asentadas (David Caldevilla Domínguez, 2015) como la nuestra. Es importante entender que la democracia como sistema político va más allá de cuotas de ‘participación’ en modelos representativos o de aportación directa.
La democracia defiende la soberanía del pueblo y el derecho de éste a elegir y fiscalizar a sus gobernantes. Para el padre de la democracia moderna Alexis de Tocqueville (1805–1859), debiera existir una condición social particular, en igualdad de condiciones, que se hace sentir en las instituciones políticas del Estado, pero al mismo tiempo en los hábitos, costumbres y modos de ser de los/as ciudadanos/as.
De la misma manera, John Dewey (1850-1952), precisa que la realización de la democracia se debe llevar a cabo en cada esfera de la vida. Sin embargo, la sobrevivencia política del gobierno de Maduro, inclusive a nivel internacional, requiere del control institucional que convirtió la ‘Revolución Bolivariana’ en una simple autocracia cerrada.
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