José Antonio Gómez y crisis de seguridad: "El gobierno ha sido lento en reaccionar”
José Antonio Gómez, ministro de Justicia de los gobiernos de Eduardo Frei Ruiz-Tagle y Ricardo Lagos, ha estado pendiente de la crisis de seguridad que atraviesa nuestro país, un tema complejo sobre el que dialoga en profundidad con El Desconcierto.
De hecho, respecto de las medidas anunciadas hace unos días por el Presidente Gabriel Boric, tras la ola criminal que afectó al país el segundo fin de semana de julio, contexto en el que se oficializó la construcción de un penal de seguridad, el también militante del Partido Radical (PR), tiene una opinión clara.
“Las medidas son parciales, sin embargo, hay que apoyarlas porque lo importante es trabajar materias de seguridad”, asevera.
En este sentido, plantea que "una cárcel de alta seguridad para recluir a las bandas criminales es una buena medida, lo importante es que hay que hacerlo con prontitud y todas las medidas tecnológicas, de seguridad y las modificaciones que va a requerir el régimen penitenciario y la instrucción de los gendarmes".
"El Parlamento debiera ponerse de acuerdo"
Pero, complementa, “me da la impresión que va a necesitar algún un proyecto de ley para saltarse algunas obligaciones (...) el Parlamento debiera ponerse de acuerdo, porque son tareas que exceden del gobierno, hay que hacerlo de común acuerdo”.
“Es difícil, pero se requiere un plan en esta materia que lo tome el Jefe de Estado que se desarrolle con distintas opiniones, con expertos, pero alguien tiene que hacerse cargo de esto porque si no, pasa lo que pasa en política, que de lo que se trata es de generarle una derrota al adversario", cuestiona.
Apuntando a la derecha, recalca que el espíritu “debiera ser de entender todos que hay un problema grave y eso afecta a los ciudadanos, entonces la presión pública los va a obligar a cambiar esta actitud”.
Para Gómez, esta disposición también tiene que alcanzar a “los distintos conglomerados, el PC o el FA, se ponen puristas en temas en que uno debiera pensar que hay un problema de seguridad, una sensación de inseguridad, no es que tienen que saltarse las leyes y el derecho, tienen que reformular algunas normas para cumplir con el propósito que tiene el Estado de dar seguridad”.
Por ejemplo, agrega, “si hay cárceles de alta seguridad", los presos "van a tener restricciones, van a estar en celdas individuales, van a tener visitas en un locutorio, es una manera de enfrentar a una organización criminal de una forma que no estábamos acostumbrados, por lo tanto, va a haber definiciones en las cuales tenemos que estar de acuerdo”.
Oposición, poco disponible
Consultado acerca del rol de la oposición durante la administración Boric en el ámbito de la seguridad, Gómez es claro.
“Ha sido una oposición bastante compleja, propone muchas cosas, pero no ha sido muy disponible a los acuerdos, hay cosas que uno tiene que acordar. Y eso le ha significado al gobierno un problema”, comenta.
Por ejemplo, "el Ministerio de Seguridad Pública, el proyecto lleva mucho tiempo discutiéndose y no se han puesto de acuerdo", y "también el gobierno tiene una reacción frente a los temas, reaccionan mucho respecto de hechos que se producen en el día a día, falta un plan”.
Reacciona más que previene, insiste.
"Mucha conversación y poca decisión"
"No se trata de estudios, análisis, expertos. Hoy se necesita organizar a las distintas actividades del Estado que tienen que ver con esto, darles obligaciones concretas, desarrollar un esquema penitenciario carcelario”, enfatiza.
Y en su diagnóstico del gobierno, comenta que “cuando las policías requieren modificaciones, hay una gran mesa constituida y no hemos tenido idea de ninguna iniciativa concreta, entonces mucha conversación, mucho experto y poca decisión, poca práctica y poca toma de decisión”, dice.
"Eso va a alentar a la oposición a decir que el gobierno no tiene capacidad de operación”, agrega.
Consultado sobre la solicitud de renuncia de parte de la derecha de las cabezas del Ministerio del Interior, Carolina Tohá, el subsecretario Manuel Monsalve, y del subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara, además del trabajo de este sector por la crisis de seguridad, Gómez analiza esta disidencia planteando que esto “es la política".
"Al final, cuando una opinión pública tiene la sensación, el 65% de que no hay nadie a cargo, y el 85% de que la delincuencia es más grave que antes, la oposición busca establecer una derrota al gobierno”, sostiene.
"No es el momento de pedir renuncias"
“Pero no es momento de pedir renuncias, sino de incentivar y obligar a través de la presión pública, del Parlamento, a que el gobierno asuma este problema con visión de Estado y un proyecto con etapas inmediatas, de mediano y largo plazo", sostiene.
Sin comprender cómo se ha abordado este trabajo, comenta que "todos damos ideas, la senadora Rincón le va a entregar un plan al subsecretario, la Sofofa va a entregar un plan a la ministra del Interior, eso debería tener una ventana única, la gente que está trabajando en seguridad debiera estar trabajando el día entero en seguridad", cuestiona.
Y agrega que "no es posible que anuncien que se va a juntar el delegado presidencial con este equipo tres veces a las semana, esto se trabaja todo el día, cada minuto, uno recibe los antecedentes, los analiza, llama a la gente, acepta algunos, rechaza otros, esa es la forma, requiere operación más que leyes".
"Hay que tomar decisiones"
De hecho, asevera, “no se habían visto personas descuartizadas, secuestros, organizaciones criminales instaladas en Chile, hay un cambio profundo de la delincuencia y en eso el gobierno ha sido lento en reaccionar”.
Y "por otro lado, en un tema que es importantísimo, el secreto bancario, la oposición se niega”, insiste.
"Gobernar es un problema, para eso hay que tomar las riendas, tomar decisiones, aunque sea riesgoso", dice.
En este caso, complementa, "el único que puede conducir este proceso es el que tiene el poder, porque sino el trabajo de las instituciones siempre va a ser parcelado, con información que no se entrega, eso no puede ser”.
“Esto es de lo más serio que le está pasando al Estado de Chile, y está la solución dispersa, el único que puede hacer que esta cuestión camine en conjunto es quien tiene el barco”, agrega.
Boric tiene que asumir el mando
“Todo tiene que ver con señales internas y públicas, si el Presidente asume el control y genera este equipo donde van a estar los funcionarios, los ministros y hacia abajo, después un área operativa... basta con que el Presidente establezca los criterios, las líneas, ponga un equipo que sea de su plena y absoluta confianza, pero dedicado exclusivamente a eso", explica.
Y "no la ministra del Interior, que tiene que preocuparse de las lluvias, de los problemas políticos, no, un equipo que esté en eso", que "fija las pautas, las tareas con los que saben (…) tiene que haber un equipo que tenga relación directa con el Presidente, porque cuando se produzcan los problemas, el que tiene que mandar y resolver los problemas es el Presidente", dice.
"Que dé la señal de que asume el mando sobre el problema más importante que tienen hoy los chilenos", recomienda.
Ad portas de las municipales, Gómez ve en esta contingencia, otro nudo crítico.
"Las elecciones siempre exacerban las luchas, por eso en esta materia, el gobierno tiene que ser capaz de dar a entender a la opinión pública, a la oposición, y a su propia coalición, que esto es más allá de las ganancias políticas chicas que se pueden obtener en base a esta disputa electoral".
Sin embargo hoy, argumenta, "la principal preocupación de la política es que se tienen que poner de acuerdo para tener candidatos".
"Hay una descoordinación entre lo que está pasando, la realidad de la gente, con la realidad de la política, se puede caminar y masticar chicle, pero en materia de seguridad tienes que poner toda la potencia de hoy del Estado", concluye.
Crédito foto: Agencia Uno