El "plan B" que permite anular la Ley Longueira y tener una nueva norma de pesca en 2 años
“La UDI ha ingresado una solicitud que todas las votaciones sean llevadas a cabo frase por frase, numeral por numeral, lo que nos hace en vez de realizar 1.000 votaciones, tendremos que realizar alrededor de 5.000 votaciones", dijo el presidente de la Comisión de Pesca de la Cámara de Diputados, Jorge Brito, a raíz de una polémica maniobra de su par Sergio Bobadilla.
El parlamentario de oposición, quien en junio hizo noticia por presentar 211 indicaciones copiadas de un informe de la gremial empresarial Sonapesca, realizó una solicitud para “votar letra por letra” los artículos del proyecto de la nueva Ley de Pesca que se discute en el Congreso.
Si bien hay consenso de que la actual normativa, la Ley N°20.657, debe ser reemplazada debido a su origen corrupto, cada vez que se dilata la discusión de la nueva normativa es un día ganado por la gran industria pesquera, la que es la gran beneficiaria de la llamada “Ley Longueira”.
Esto sumado a que, con estrategias como las del diputado Bobadilla, difícilmente la nueva ley verá la luz durante este gobierno, tomando en cuenta que tras la discusión en la Cámara Baja debe pasar al Senado.
Sin embargo, desde enero de 2016 que existe un proyecto de ley que anula la actual ley de pesca y da un plazo de dos años para publicar una nueva.
Se trata del proyecto de ley (Boletín Nº 10.527-07) que declara la nulidad de la ley N°20.657 y “modifica en el ámbito de la sustentabilidad de recursos hidrobiológicos, acceso a la actividad pesquera industrial y artesanal y regulaciones para la investigación y fiscalización, la ley General de Pesca y Acuicultura contenida en la ley N° 18.892 y sus modificaciones”.
La iniciativa legislativa fue presentada por los entonces diputados Sergio Aguiló, Karol Cariola, Lautaro Carmona, Daniel Núñez y Camila Vallejo, la actual vocera de gobierno.
Hace dos años duerme en el Congreso
En un informe de septiembre de 2022, es decir, seis años de ser ingresado a la Cámara de Diputados, se señala que se dio cuenta del proyecto de ley ante la Sala del Senado en sesión celebrada el 9 de agosto de ese año.
Asimismo, el informe indica que se ha hecho presente que se despache con “suma urgencia” para su estudio por la Comisión de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura de la Cámara Alta.
Si bien en octubre de ese año se inició el estudio del proyecto en la Comisión de Constitución del Senado, desde esa fecha no ha habido novedades ni avances de la discusión.
Desde Fundación Terram, que han seguido de cerca la discusión y que en marzo de este año hicieron una presentación ante la Comisión de Pesca de la Cámara Baja, señalan que les llamó la atención que el actual gobierno decidiera ir por una completa nueva ley.
“Tenías dos alternativas: hacer una ley que finalmente reemplazara específicamente los aspectos que modificó la Ley Longueira, y esta otra alternativa, que era un poco cuesta arriba, porque la ley de pesca creo que es una de las más grandes que tenemos en Chile”, dice Elizabeth Soto, miembro del equipo de Terram.
Soto agrega que La Moneda tiene claro que los tiempos no están dando para sacar una nueva ley.
“Quizás no dan desde el principio, porque era una ley demasiado grande. Estamos hablando de más de 370 artículos, más los transitorios sin contar todas las indicaciones que van entrando para cada artículo, o sea, es un trabajo gigante”, señala la bióloga marina.
Actualmente la Comisión de Constitución la preside el senador socialista, Alfonso De Urresti.
Desde su equipo de prensa señalaron que actualmente la comisión está enfocada en la agenda de seguridad, por lo que son esos proyectos los que tienen urgencia o están en segunda tramitación.
Sin agua en la piscina
En senador del PDD, Pedro Araya, es miembro de la Comisión de Constitución de la Cámara Alta. En conversación con El Desconcierto, el parlamentario señala que pese a que el proyecto tiene “un buen titular”, podría tener “consecuencias que pueden ser nefastas para el sector pesquero”.
“Aun cuando se plantea una transición de dos años, nada se dice qué es lo que va a ocurrir en caso de que no esté aprobada una nueva ley de pesca. Eso ya significaría, si se aprueba el proyecto tal como está, que desaparece el marco regulatorio que tenemos en el sector pesquero y volveríamos a lo que antiguamente se denominaba ‘la carrera olímpica’, donde cualquier armador podía pescar la cantidad que quisiera en la zona del país que quisiera”, señala el senador.
“En mi opinión personal, y esto se lo hemos hecho saber al propio senador Núñez, que la forma de modificar la ley de pesca es avanzar en la discusión de la ley de pesca y lo que deberían hacer es modificarse o derogarse la actual ley de pesca, pero establecer un marco regulatorio limpio y que no se produzca el fenómeno de la carrera olímpica”, agrega.
Una fuente al interior de la Comisión de Constitución del Senado señala que el proyecto de ley tiene “claros problemas jurídicos” y que es “una gran vendida de humo”, por lo que “no hay agua en la piscina para avanzar en la iniciativa.
Contrario a lo que señala el senador Araya, en el informe que despachó el proyecto y que fue presentado en la Cámara Alta, la presidenta de la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (CONAPACH), Zoila Bustamante, señaló que la nulidad de la ley N° 20.657, debe estar condicionada a una nueva normativa que la reemplace.
“Se establece que su entrada en vigencia ocurrirá cuando se publique una nueva ley de pesca que reemplace la ley N° 18.892 de 1991, en un plazo no superior a dos años. Por lo anterior, concluyó que la nulidad queda condicionada a la dictación de una nueva ley que reemplace toda la ley de pesca”, señaló en su momento Bustamante.
Llevar la discusión a Sala
Con los antecedentes que ya se han visto en la discusión en la Comisión de Pesca de la Cámara de Diputados, donde Sergio Bobadilla ya solicitó discutir artículo por artículo, voces señalan que el oficialismo debería llevar la discusión al Pleno de la Cámara Baja, además de colocarle suma urgencia.
“Si el gobierno quisiera sacar la ley de pesca, tiene las herramientas para hacerlo. Tiene por una parte la urgencia y lo otro que además hay que recordar es que el gobierno hoy día puede construir una mayoría en la Cámara de Diputados. En el Senado no, porque obviamente se perdió la mayoría producto del paso de Demócratas a la derecha, pero podría sacar el tema de la Cámara y enviarlo al Senado para que continúe la discusión”, señala el senador Araya.
El parlamentario PPD agrega que, si hay voluntad de sacar la nueva ley, “probablemente la Comisión de Pesca tendrá que sesionar más veces de las que lo está haciendo semanalmente y el gobierno en esto tiene que poner la urgencia”.
“Los mismos diputados del Frente Amplio podrían presionar para que la Comisión de Pesca sesione, por el nivel de indicaciones, más de una vez a la semana o dedicar un día completo a sacar los temas”, agrega Araya.
En esa línea, voces creen que La Moneda comete un error al no llevar la discusión a sala. Esto debido a que en ese escenario la derecha no puede aparecer defendiendo nuevamente públicamente los intereses de la gran industria pesquera.
“Este es el momento preciso para hacer pasar finalmente esta ley y tenerla aprobada”, señala Elizabeth Soto.
Eso debido al artículo transitorio que habla de que cuando esta ley sea publicada, tienen dos años para presentar una nueva normativa, por lo que independiente del color político del próximo gobierno, va a tener la obligación de sacar una nueva ley.
“Entonces ahí aseguras esta limpieza finalmente de la que hablan, terminar con la corrupción”, cierra Soto.