Subsecretario de DDHH, Xavier Altamirano y Mejor Niñez: "No ha funcionado todo lo bien que quisiéramos"
En El Desconcierto entrevistamos de forma online, en vivo y en directo, al Subsecretario de Derechos Humanos, Xavier Altamirano. Pueden ver la conversación completa en esta nota o parte de su transcripción a continuación.
Los derechos humanos han estado en cuestionamiento, e incluso bajo ataque, por parte de algunos sectores globales, y Chile no ha estado exento de eso (...) siendo subsecretario del área, ¿cómo has visto lo que podríamos llamar una "batalla cultural", en la que los derechos humanos están al medio y sufriendo bastante en este momento?
Los derechos humanos son una construcción histórica, una conquista de las sociedades respecto a los abusos de poder, desde mucho antes de 1948, que es la declaración universal. Esta declaración establece en 30 artículos los límites que aceptamos después de la brutalidad ocurrida en la Segunda Guerra Mundial.
Históricamente, el ser humano ha tenido esta necesidad de limitar el poder cuando ha estado sometido a algún tipo de poder monárquico, emperador o jefe feudal. Por ejemplo, el rey de Babilonia entregó libertad religiosa y terminó con la esclavitud de un territorio ocupado. Esto demuestra lo lejano que es esta conversación en la historia de la humanidad.
Si entendemos los derechos humanos como algo tan lejano y propio de la humanidad en todo momento histórico, tenemos que entender que por definición esto no puede ser un tema de derecha e izquierda. Si aceptamos eso y empezamos a solicitarle a nuestras jefaturas de partido o líderes de opinión que acepten este consenso básico, nos damos cuenta que esa situación que pensábamos haber alcanzado se está empezando a erosionar.
Durante las actividades de conmemoración de los 50 años del golpe de Estado el año pasado, nos dimos cuenta que ese consenso estaba perdiéndose. Se estaba iniciando una batalla cultural respecto de poner en duda si eso era tan así, si era tan importante, e incluso, con ciertos brotes de negacionismo.
Además del negacionismo respecto a las violaciones de derechos humanos en dictadura, y también algunas que han sido en democracia, está el tema de la confusión sobre los derechos humanos. Por ejemplo, cuando la gente pregunta: "¿Dónde están los derechos humanos de las personas víctimas del crimen, o secuestradas por bandas de delincuentes?". ¿Podrías aclarar esta confusión sobre los derechos humanos?
Vamos a hacerlo muy simple y esquemático. Todos los seres humanos de todo lugar tienen una dignidad que es intocable y por lo tanto todos tenemos derechos humanos. Eso es lo primero, el principio básico de los derechos humanos. Nadie lo puede quitar, por eso son inalienables.
La diferencia entre un ciudadano común y una persona uniformada, por ejemplo, es que nosotros, como agentes del Estado, tenemos un doble rol. No solo no tenemos que hacer delitos, como cualquier ciudadano honesto, sino que además tenemos un rol respecto de qué hace el Estado en cumplimiento o incumplimiento de los compromisos respecto a los derechos humanos.
Un agente policial o quien te está hablando tiene un doble rol: respetar los derechos humanos, es decir, en ningún caso vulnerar la dignidad de las personas, y garantizar los derechos humanos, lo cual es más exigente aún.
Por supuesto que un principio básico y un derecho elemental es el derecho a la integridad física y psíquica de las personas. Por tanto, si alguien es agredido, efectivamente es una violación directa a un derecho vital de esa persona. Sin embargo, la forma en que nosotros, desde el Estado de Derecho, aproximamos el caso, es distinta si es un delito común entre dos vecinos que tienen una riña, a que si es una acción de violencia contra la integridad de la persona hecha por un gendarme.
Entiendo que hay otro tema que está viendo el Parlamento con ustedes, que es el tema de la clasificación jurídica de Personas Ausentes. ¿Puedes hablarnos más sobre esto?
Sí, el presidente anunció el año pasado cinco proyectos de ley donde queremos reducir de algún modo deudas que tenemos con la justicia transicional, es decir, relativas a la dictadura civil militar de Chile. En este momento estamos avanzando bastante bien con el primero, que es el proyecto que crea la calidad jurídica de víctima por desaparición forzada, que aunque no lo crean, no existe.
Esto ha generado todo tipo de revictimización de mucha gente que ha sufrido mucho. Es decir, familiares que directamente tienen que acercarse al Estado y demostrar que su persona desaparecida no tiene que estar en una lista electoral, etcétera.
Además, estamos creando un registro de personas ausentes por desaparición forzada. Es importante porque, aunque no lo crean, no existe esa lista de Estado, salvo expresada en los informes de las comisiones Rettig y Valech, y en las sentencias judiciales.
Este registro simplificará los trámites para los familiares. Por ejemplo, actualmente se nos pide como Subsecretaría de Derechos Humanos que presentemos certificados para que los jóvenes que van al servicio militar puedan hacer uso de uno de los beneficios que le entregan las comisiones, que es decir "yo no quiero ser parte del servicio militar porque mi padre fue ejecutado político por ese mismo ejército". Con este proyecto de ley, vamos a subsanar este tipo de cosas.
¿Qué pasa con los derechos de los niños, niñas y adolescentes que están en centros de Mejor Niñez?
Mira, respecto al tema de la niñez, es algo muy doloroso, es un tema que a todos nos molesta, cualquier ser medianamente humano en términos de empatía debiera tener como una de las tareas fundamentales -al ser parte integrante de la comunidad-, esta preocupación especial por los más vulnerables, y los niños sin duda que deben ser protegidos por todos nosotros.
En ese contexto lo que ha pasado con Sename es bien dramático, se ha tardado mucho el sistema político en dar una respuesta institucional, pero eso ya se dio. Entonces ahora estamos en la fase de la implementación.
Mejor Niñez está en ese proceso, el Servicio Nacional de Reinserción también, pero debo ser bien claro, no ha funcionado todo lo bien que quisiéramos, y eso es parte de los desafíos que son de Estado y no solo de gobierno, de asegurar que una vez que uno tenga una ley, una norma o una institucionalidad que viene a resolver un problema, seamos todos muy vigilantes y muy exigentes con el funcionariado y con las personas que se involucran en esto, porque estos no son detalles. Hacer bien la pega en materia de derecho humano no son detalles, no es un tema más. Uno debiera tener un compromiso ético, además del compromiso profesional de hacer bien su trabajo.
Y por tanto la implementación yo creo que ha quedado al debe, como ha sido señalado en prensa, no es un juicio, es un hecho constatable, y por tanto entre todos tenemos que asegurar que eso se corrija.
Pero sí quisiera decir que se ha avanzado en otros instrumentos, no solo en dividir las funciones que tenía el antiguo Sename, sino que yo quisiera destacar la creación de la Defensoría de la Niñez como una institucionalidad muy potente. Quisiera destacar también todo el trabajo que se ha hecho desde hace varios años, por ejemplo, para que los niños, niñas y adolescentes que tienen algún tipo de abuso, con todo lo horroroso que puede ser eso, que puedan hacer entrevistas grabadas, de modo que no tengamos que exponer a esa persona una y otra vez a esta experiencia traumática de contar lo que le hace muchas veces un familiar.
Sabemos muy bien que los casos de abusos sexuales siempre terminan estando en un entorno cercano, o en gran parte de los casos. Es muy difícil que sea alguien que va pasando, sino que se rompe cierto círculo de confianza y eso hace que sea tan doloroso superar esa herida y tan difícil salir de ese trauma. Por lo tanto, hay un Estado que está atento a eso desde hace años, existen figuras como en Carabineros los entrevistadores que se dedican a esto, están las mediaciones, hay un trabajo, yo creo que bastante bien encaminado en esa dirección. Es uno de los aspectos, por cierto, pero es uno de los aspectos que hemos podido avanzar y eso también es importante reconocerlo.
¿Cómo se puede enfrentar la situación compleja de la xenofobia y la migración desde la Subsecretaría de Derechos Humanos?
En el tema de las migraciones hay que entender que el mundo se ha vuelto complejo, menos fácil y predecible de lo que nos gustaría, pero frente a eso no cabe la impotencia, lo que cabe es la creación de capacidades para adaptarse a las circunstancias que cambian. El tema de las migraciones es un tema global.
Según datos del Banco Mundial, son aproximadamente 560 millones de personas que todo el rato están moviéndose por el mundo, sobre 8 billones que son en total. Son movimientos que están además dinamizados lamentablemente por el cambio climático.
Frente a esto, si no entendemos la dimensión del problema, no podemos dar respuesta a la altura. Hay que sacar las armas de circulación, hay que desarmar los mercados, en Gendarmería, en policía, hay que darle herramientas a los jueces, etcétera.
Lo que yo pediría responsablemente desde los derechos humanos es que cada tema que se vea en la complejidad requiere datos, no estereotipos, no prejuicios. Hay que salir del estereotipo, salir del prejuicio negativo, que solo refuerza que esos caminos fuera de la ley sean lo único que les dejas a una persona.
Tenemos que mirar cuántos son, por lo tanto es mejor que estén regularizados a que no lo estén. Tengo que saber cuánto aportan a la economía y por lo tanto cuánto yo como Estado tengo que entregarle en salud, en educación, en acceso a vivienda. Lo que nosotros tenemos que hacer es que en Chile las capacidades de esas comisarías, de esas necesidades, de esas cunas, sean para que entre todos absorbamos una migración regulada, ordenada, segura. Necesitamos políticas públicas bien hechas, datos, realismo y no prejuicios ni estereotipos porque eso sí que es negativo, porque eso genera un círculo vicioso que además termina dañando a muchas personas.
Las y los invitamos a ver la entrevista completa en esta nota y a seguirnos en las redes sociales de El Desconcierto para poder participar y opinar, en vivo y en directo, en nuestras transmisiones online.
Crédito de la foto: Agencia Uno