Con turbinas que tienen el tamaño de un pequeño avión, los parques eólicos son una solución necesaria para generar energía limpia, pero han presentado problemas para aves, algunas de ellas de especies amenazadas como el cóndor andino.

Es el caso del parque eólico Talinay en Ovalle, donde al menos nueve cóndores han muerto tras colisionar con las turbinas. Desde la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) fiscalizaron las instalaciones y exigen medidas al titular para prevenir el impacto a cóndores, halcones y murciélagos.

Se determinó que la empresa no cumplió medidas que había prometido en su permiso ambiental para evitar el daño a aves, por lo que tienen 60 días corridos para adoptar medidas urgentes y transitorias. Además, se constató la colisión de murciélagos, lo que sería un impacto que no fue detectado durante la evaluación ambiental del proyecto.

Como primera medida, la empresa deberá dar cuenta de la instalación de emisores de ultrasonido que sirven para disuadir a las aves en su trayecto y que no choquen con las turbinas. Además, deberán contratar a un profesional que realice un informe para sugerir otras medidas para mitigar el riesgo de colisión de aves y murciélagos.

La empresa deberá presentar un cronograma de aplicación de las medidas sugeridas y mejorar la forma en que monitorean y reportan las colisiones de aves para dar cuenta de avances.

 Foto: Agencia UNO.