Estudio demuestra que el 26% de los atletas de EE.UU. consume marihuana
Uno de cada cuatro atleta de EE.UU. usa marihuana regularmente y más de la mitad la han tomado alguna vez a pesar de los reglamentos que prohíben su consumo, que se van volviendo cada vez más laxos y que muchos esperan que acaben desapareciendo.
Un estudio interdisciplinar publicado en la revista académica PLOS One, realizado entre 1.200 deportistas de distintos niveles y disciplinas, determinó que el 26% habían consumido cannabis en las últimas dos semanas y que el 67% lo había usado alguna vez contra el dolor.
Aunque en EE.UU. continúa “un movimiento muy grande de criminalizar la sustancia, en el deporte se ha empezado a desrregularizar” explicó por teléfono a EFE el jefe de asuntos legales de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA), Jaime Lamboy.
Indicó que ya la NBA y las ligas de béisbol y de hockey en EE.UU. no persiguen el cannabis, aunque no son organizaciones signatarias del Convenio Mundial Antidopaje.
“Y cuando esos atletas van representando a EE.UU., o sus otros países, están sujetos al Código Mundial Antidopaje. Otro debate es si debe estar o no (considerado sustancia dopante)”, apuntó.
Lamboy explicó que hay tres criterios para considerar una sustancia dopante: que aumente el rendimiento, que sea perjudicial para el atleta y que sea socialmente inaceptable. Si se dan dos de esas circunstancias se considera dopaje.
Casos emblemáticos
“Este debate lleva mucho tiempo en la agencia. Actualmente en las competiciones internacionales no se hacen pruebas antes o después de las competencias, solo durante las competencias. El trato del cannabis es más laxo que otras sustancias”, defendió el abogado.
En julio de 2021, la velocista estadounidense Sha´Carri Richardson, quien se ha coronado por sus marcas en varias ocasiones como la mujer más rápida del mundo, fue suspendida por usar cannabis para aliviar su pena por la muerte de su madre y se perdió los Juegos Olímpicos de Tokio.
El caso de Richardson, que causó conmoción en las redes sociales con el apoyo de miles de aficionados, obligó a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) a emitir un comunicado en el que se comprometía a reevaluar el estado del THC como droga prohibida. Richardson correrá en los Juegos de París.
Otro caso que estremeció a la opinión pública
La dos veces oro olímpica con la selección estadounidense de baloncesto Brittney Grinner pasó casi todo 2022 encerrada en Rusia con cargos de tráfico de drogas después de que se le requisaron en la aduana unos cartuchos de vaporizador de cannabis que usaba para el dolor.
EE.UU. movió sus hilos para que la deportista fuera liberada antes de terminar el año a pesar de tener una condena de nueve años de prisión y mientras que en su país miles de personas siguen en prisión por uso o venta de marihuana.
Uno de los primeros casos relevantes de marihuana en la NBA fue el de Isaiah Rider, que fue citado en 1996 por fumar cannabis usando una lata de refresco como pipa.
Recientemente, uno de los jugadores que ha abogado por la despenalización del cannabis como dopante es el dominicano Karl-Anthony Towns (Minnesota Timberwolves), quien tuvo su despertar procannabico al comprobar los beneficios que la sustancia proveía a un familiar con autismo.
En 2022, la NBA firmó un contrato con vigor de 7 años con el Sindicato de Jugadores por el que se retiran las sanciones por consumo de marihuana.