Mitad de los suelos entre Coquimbo y Los Lagos “se están muriendo” por erosión
Cuando un suelo está degradado, pierde su capacidad para generar alimentos, árboles, sombra y sustento para las personas, así como para absorber el agua de la lluvia evitando inundaciones y rellenando los acuíferos para tiempos de sequía.
Según un nuevo diagnóstico del estado de los suelos en el país, entre la región de Coqiumbo y la de Los Lagos, 56% de los suelos están en proceso de degradación, siendo las regiones de Valparaíso, Coquimbo y O’Higgins las más afectadas.
El estudio, realizado por el Centro de Información de Recursos Naturales (CIREN), también logra cuantificar la pérdida económica que genera este daño al suelo, evaluada en este caso en $ 42 mil millones para las diez regiones estudiadas.
Según la directora del CIREN, Katherine Araya, “hay una correlación muy directa entre los suelos pobres o enfermos y la gente en situación de pobreza, por lo tanto, queremos tener suelos sanos para tener alimentos saludables y mejor calidad de vida”.
Explica que el suelo dañado exige hacer más esfuerzos, incluyendo inversión, para que este mejore y cumpla los roles que puede ofrecer al ser humano y a la naturaleza.
Entre las actividades que más han dañado el suelo se mencionan malas prácticas agrícolas, uso de arado, incendios forestales y fallas geológicas.
Radiografía del suelo
Este estudio es un trabajo en proceso que busca actualizar la primera radiografía de los suelos, realizada en 2010, aprovechando avances como la tecnología láser y los mejores satélites para generar un análisis más detallado. Se ejecuta con Corfo, el Servicio Agrícola Ganadero (SAG) y el Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario (INDAP).
El objetivo es informar a las políticas públicas de recuperación de suelo, que es clave para adaptarse a los embates del cambio climático y garantizar la seguridad alimentaria en el país, para lo cual Chile está adherido a diversos tratados internacionales que comprometen metas al respecto.
A futuro, el objetivo es ampliar el análisis para incluir la Macrozona norte (Arica, Antofagasta y Atacama), la Macrozona austral (Aysén y Magallanes) y los territorios insulares, Rapa Nui y Juan Fernández.
Agroecología y salud del suelo
Estas conclusiones apuntan a la necesidad de resaturar la salud de los suelos en Chile, para lo cual la agroecología se plantea cada vez más como una alternativa, ya que a diferencia de la agricultura tradicional se basa en recuperar y mantener la salud y las capacidades del ecosistema para producir alimentos sin necesidad de insumos y agroquímicos.
Por sus beneficios para los suelos y para disminuir el impacto ambiental de la agricultura, las prácticas agroecológicas ya son impulsadas en el país por iniciativas de gobierno como el Programa de Transición Hacia la Agricultura Sostenible.
También se ha planteado a la agroecología como una solución para restaurar suelos agrícolas afectados por incendios forestales. En 2021, académicos de Chile, México y España desarrollaron un manual que repartieron a campesinos de cada país, donde recomendaban prácticas agroecológicas para recuperar los suelos quemados.