Un estudiante de derecho de la Universidad de Concepción en 1975 ha recibido justicia décadas después de ser detenido y sometido a torturas por su activismo político.

La Corte de Apelaciones de Santiago confirmó una compensación de $50.000.000 por el daño moral sufrido por, en ese entonces, estudiante, quien pasó cinco meses en un centro de detención clandestino conocido como "El Morro", donde fue intensamente torturado.

Según consigna el fallo judicial, durante ese periodo, este estudiante fue víctima de prácticas brutales, además de sufrir golpes y ser sometido a interrogatorios bajo duchas frías debido a su militancia en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).

Posteriormente, fue trasladado a la cárcel pública de Concepción, donde enfrentó un juicio junto con otros 37 prisioneros políticos en un proceso dirigido por la Fiscalía Letrada de Ejército y Carabineros de Concepción.

A pesar de ser liberado posteriormente por falta de pruebas suficientes para acusarlo, el acoso de los agentes de la dictadura no cesó, lo que eventualmente lo obligó a exiliarse en Suecia en busca de seguridad y oportunidades laborales.

Su trágica historia, documentada en el Informe Valech, evidencia las secuelas permanentes de las torturas, incluyendo su incapacidad para concluir sus estudios universitarios.