¿Por qué siguen existiendo astrólogos a pesar que estudios científicos los desacredita?

¿Por qué siguen existiendo astrólogos a pesar que estudios científicos los desacredita?

Por: El Desconcierto | 08.06.2024
En humanos, se ha constatado que el ciclo lunar influye en el sueño. Christian Cajochen y otros  encontraron que, en luna llena, el sueño profundo disminuyó en un 30% mientras que el tiempo para conciliar el sueño aumentó en 5 minutos. Por lo tanto, durante esta parte del ciclo lunar, la calidad del sueño disminuye.

Recientemente, un estudio liderado por Mohsen Joshanloo concluyó que el signo zodiacal no influye en el bienestar. El estudio consideró los datos de la Encuesta Social General de más de 12.000 adultos en Estados Unidos, cruzando datos de bienestar de los participantes con los signos zodiacales según su fecha de nacimiento.

Una de las conclusiones del estudio es “la necesidad urgente de aumentar la conciencia pública sobre la falta de evidencia científica que respalde las creencias astrológicas a través de sólidas iniciativas de educación pública”, sugiriendo que este estudio es una prueba contundente de que la astrología no
tiene validez.

Si bien los cálculos estadísticos parecen consistentes, el estudio no logra hacer una distinción muy relevante: diferenciar entre la ‘astrología genérica’, que reduce los horóscopos a un solo signo del  zodiaco, y la astrología como se ha entendido por siglos, que es el estudio de posiciones del Sol, la Luna y los planetas con eventos en la Tierra.

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Estos fenómenos podrían expresarse en humanos, materia inerte, plantas o animales. Haciendo esta diferenciación, el estudio de Joshanloo arroja resultados esperables para cualquier astrólogo serio, puesto que se sabe que es imposible reducir algo tan amplio como el bienestar humano a un solo
elemento astrológico: un único signo zodiacal. Por lo tanto, este tipo de investigación solo prueba que la simplificación de la astrología es falaz, pero no el fenómeno astrológico en sí.

Estudios científicos

En asuntos de la naturaleza hay estudios bastante interesantes. Por ejemplo, en 2014, Herbert Archibald publicó un artículo llamado "¿Resuelto el enigma del ciclo poblacional de la vida silvestre de 10 años?", donde se plantea que la variación de población del ave urogallo y el lince canadiense está íntimamente relacionada con el ciclo nodal de la Luna que dura 9,3 años.

Otro ejemplo es el estudio publicado en la Revista Médica Británica por Bradley Bhattacharjee y otros, titulado "¿Los animales muerden más durante la luna llena?";. En esta investigación se analizaron casos de personas atendidas en un hospital de Reino Unido debido a mordeduras de animales (perros, gatos, caballos) durante dos años. El resultado fue que en el periodo de luna llena había un aumento significativo de este tipo de accidentes.

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El artículo concluye: “en nuestro estudio demostramos que existe una asociación entre los ciclos lunares y los cambios en el comportamiento animal, y que la propensión de los animales a morder a los humanos se acelera bruscamente en el momento de la luna llena”.

En humanos, se ha constatado que el ciclo lunar influye en el sueño. Christian Cajochen y otros  encontraron que, en luna llena, el sueño profundo disminuyó en un 30% mientras que el tiempo para conciliar el sueño aumentó en 5 minutos. Por lo tanto, durante esta parte del ciclo lunar, la calidad del sueño disminuye.

Si bien estos y otros estudios indican que hay evidencia que afirma que la Luna altera el comportamiento de los seres vivos de la Tierra, muchos científicos son reacios a aceptar que las posiciones astrológicas pueden tener incidencias específicas en la vida de las personas, especialmente si en el análisis se considera la fecha de nacimiento.

Al respecto, hay un estudio que considera el momento de nacimiento, publicado en 2015 por Mary Regina Boland y otros, quienes desarrollaron un método computacional para investigar la relación entre el mes de nacimiento y el riesgo de enfermedad. Para ello, tomaron una base de datos de 100 años de más de 1.7 millones de personas de un centro médico de Estados Unidos y encontraron 55 enfermedades que dependían significativamente del mes de nacimiento, siendo el mes un indicador de la posición solar en el año.

He mencionado estudios hechos por científicos no astrólogos, porque de lo contrario, cada una de las conclusiones de dichas investigaciones se consideraría poco creíble solo por ser tildada de ‘astrológica’.
Entonces, ¿por qué siguen existiendo astrólogos a pesar de los estudios científicos que los desacreditan? Simplemente, porque el fenómeno astrológico se hace evidente para quienes se proponen estudiarlo y observarlo.

Si bien hay engaño en los horóscopos genéricos, tal como lo ha probado el citado estudio sobre el signo zodiacal y el bienestar, aquello no erosiona otro tipo de evidencias como las ya mencionadas.

Pienso que sería muy enriquecedor para la humanidad estudiar la astrología de forma científica, considerando no solo una variable como la Luna o el Sol de forma aislada, sino considerando variadas posiciones astrológicas, tal como se suelen interpretar las cartas astrales hace siglos; no con el sesgo de buscar desaprobar la astrología, sino para entender genuinamente cuán conectados estamos con los
ciclos del Sol, la Luna y los planetas.

Paola Cruz es cientista política y astróloga.
IG: @paola.astral