Gaza: Verdades sobre un genocidio y un conflicto sin fin
- El genocidio del gobierno israelí contra la población de Gaza no es una “guerra defensiva”, es la continuidad de un proyecto hegemónico colonialista.
-No cabe caracterizar a Israel como “la única democracia de Medio Oriente” cuando aplica un sistemático apartheid que despoja de derechos fundamentales a los palestinos de los territorios ocupados.
-Es una trampa propagandística presentar el conflicto como una pugna “entre civilización y barbarie”, donde Israel y una mañosa interpretación del judaísmo encarnarían los llamados valores occidentales y los palestinos y su resistencia un fundamentalismo primitivo.
-Es asimismo una trampa mayor homologar sionismo con judaísmo y descalificar cualquier oposición o cuestionamiento al sionismo del gobierno israelí como antisemitismo.
Estas son algunas de las conclusiones de “Palestina. Anatomía de un genocidio”, una obra colectiva de intelectuales palestinos y judíos cuyos análisis conducen a una gran verdad: más allá de acuerdos parciales de cese al fuego, el secular conflicto palestino-israelí no tendrá una solución definitiva mientras prevalezcan el actual régimen sionista en Israel y los intereses geopolíticos que lo sustentan internacionalmente.
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Ocho intelectuales de origen palestino y ocho de origen judío, son los autores de la obra de 239 páginas editada en Chile por Lom, que será publicada por la editorial Txalaparta en España y coeditada para Argentina con Tinta Limón. Todos los derechos de autor que genere en sus tres ediciones serán donados a la Medialuna Roja Palestina.
Las voces palestinas son de la escritora chilena Lina Meruane; el filósofo Rodrigo Karmy (también chileno); la internacionalista colombiana Odette Yidi; la doctora palestina Versen Aghabekian; el chileno Pablo Abufom (traductor, editor y filósofo), la palestina Daral Iriqat académica de las universidades Sorbonne de París y Westminster de Londres; el arquitecto y alcalde chileno Daniel Jadue y la periodista Faride Zerán, chilena.
Silvana Rabinovich, filósofa argentina y académica de la UNAM en México; el magíster en Arte y Lenguaje Nicolás Slachevsky (chileno); el argentino-israelí Ariel Feldman, filósofo y cineasta; el fotógrafo y académico estadounidense Fred Ritchin; Patricio Brodsky, sociólogo argentino; el también argentino y académico de Historia de la Filosofía, Federico Donner; el historiador canadiense Yakov M. Rabkin y Judith Butler (estadounidense), filósofa posestructuralista y académica de Berkeley, aportan las reflexiones desde la matriz judía.
Los textos de estos últimos resultan fundamentales para desmontar los argumentos que el gobierno de Benjamín Netanyahu esgrime para justificar la brutal ofensiva desatada contra la población de Gaza desde octubre de 2023, con métodos de limpieza étnica que se enmarcan en el diseño histórico del sionismo.
En el diálogo palestino-judío que instala el libro, se puede denunciar el genocidio en Gaza como la “solución final” del régimen israelí para expulsar a la población de origen árabe. Palestina viene a ser, por tanto, un caso de colonialismo extremo en los albores del siglo XXI.
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Hay necesarias reiteraciones en los artículos sobre los efectos de la “guerra defensiva” desatada por el ejército israelí en Gaza: los miles de muertes en la población civil y la destrucción de viviendas, hospitales, museos, universidades y sitios patrimoniales. Limpieza étnica y la anulación de la cultura, la lengua y la memoria del pueblo palestino.
“Salir de la trampa sionista. Ser judío y permanecerlo, frente al genocidio en Palestina” es el título del ensayo de Slachevsky. Como él, otros autores aportan referencias históricas acerca del sionismo, que ya en el siglo XIX se planteó reconquistar tierras palestinas, inspirado en ideas nacionalistas en boga en ese entonces en Europa.
Un proceso que tuvo su punto de inflexión con el nazismo y el Holocausto en Europa durante la segunda guerra mundial, para que a su término las potencias aliadas acordaran solucionar la “cuestión judía” con la creación en 1948 del Estado de Israel en Palestina, una tierra que desde el imperio romano conoció sucesivas invasiones, convertida en protectorado británico tras la disolución del imperio otomano.
La ONU postuló la creación de dos estados, uno judío y otro palestino. Jadue rescata la inicial concepción de un Estado palestino laico y pluralista. Aspiración saboteada por el desconocimiento de Israel de resoluciones de Naciones Unidas y el incumplimiento de acuerdos internacionales, entre ellos “la trampa de Oslo” de 1993, como la califica.
La creación de organizaciones musulmanas fundamentalistas (Hamás en 1987 y Hezbolá en 1992) es la resultante de intervenciones de Israel para debilitar a la Organización para la Liberación de Palestina y Al Fatah, en un diseño favorable al sionismo que le permite disfrazar su proyecto geopolítico bajo el paraguas de una guerra con tintes religiosos.
El genocidio de Gaza es otra interpelación a la crisis de los derechos humanos en todo el mundo, extrapolada en este caso por una población atacada por un poderoso ejército. Un conflicto también mediático, de manipulaciones de lenguajes e incluso de imágenes, como ilustran los artículos de Faride Zerán y Fred Ritchin.
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“Palestina. Anatomía de un genocidio”, es un llamado ferviente a la humanidad. Como plantea Slachevsky, la propia libertad de los judíos, tanto fuera como dentro de Israel “nunca podrá estar completa sin la libertad del pueblo palestino”.
¿Habrá algún día una solución al conflicto palestino-israelí? Hoy es irrealizable la idea original de convivencia de dos estados. Como acota Jadue, parece más realista la creación de un Estado plurinacional en Palestina, aunque será imposible mientras Israel siga gobernado por el extremismo sionista con el aval de Estados Unidos.