Uno de los temas de esta semana en los pasillos del Congreso fue la reforma al sistema político que impulsa el senador Alfonso de Urresti (PS). Pese a que la propuesta finalmente no fue ingresada para su tramitación, sí ha sido socializada entre los distintos sectores políticos causando adhesión de partidos como RN, la UDI y el PPD, y temores en los casos de partidos pequeños e independientes electos fuera de partidos políticos

¿Por qué estos resquemores? La propuesta del senador apunta a erradicar la “fragmentación” del sistema político a través de dos medidas concretas: la primera, establecer un umbral del 5% de votos a nivel nacional para que los partidos ocupan escaños en el Congreso y en segundo lugar, cesar en el cargo a diputados y senadores que renuncien a los partidos por los que fueron electos.  

Si bien la segunda propuesta genera amplio consenso, el umbral del 5% es resistido por sectores de todo el arco político. Esto, porque además del 5%, se propone que aquellos partidos que no cumplan con ese porcentaje, puedan entrar de igual manera a ocupar escaños en el Parlamento si es que cuentan con ocho parlamentarios. 

En ese contexto, son varios los partidos que están bajo el 5% en votos o no alcanzan los 8 cupos que propone la iniciativa. Partidos como la DC, PPD o Evópoli, según la última medición que fue la elección parlamentaria de 2021, no cumplen por poco margen este umbral y otros colectivos —como el PL, PR o PH— derechamente están en situación crítica producto de su baja votación.

Partidos amenazados

“Solo los partidos políticos que alcancen al menos el cinco 5% de los votos válidamente emitidos a nivel nacional, en la elección de los miembros de la Cámara de Diputados, tendrán derecho a participar en la atribución de escaños en dicha Cámara. Esta regla no se aplicará al partido que tenga escaños suficientes para sumar como mínimo ocho parlamentarios en el Congreso Nacional, entre los eventualmente elegidos en dicha elección parlamentaria y los senadores que continúan en ejercicio hasta la siguiente elección”, señala el borrador del proyecto que presentará De Urresti.

En base a esa premisa y a partir de los datos del Servel de la última elección parlamentaria analizados por El Desconcierto, queda en evidencia que al menos 8 partidos estarían en peligro de no acceder a escaños por no cumplir el umbral de votos. 

El caso más relevante, por su tradición, historia y peso político, es la Democracia Cristiana (DC). Desde su fundación en 1957, el partido falangista ha jugado un rol protagónico en la política nacional logrando sacar electos presidentes, teniendo marcada presencia en los gobiernos de la Concertación y con una sólida base electoral que durante los 30 años posteriores al retorno de la democracia siempre se vio reflejada en buenos resultados en la parlamentarias. 

Sin embargo, en la última década la DC ha atravesado un periodo de desgaste que ha resultado en la fuga masiva de militantes y figuras connotadas que, incluso, armaron otro partido que es Demócratas, tienda integrada mayoritariamente por ex democratacristianos. 

Así, en la última elección, la DC, con sus candidatos a diputados logró una votación a nivel nacional de 264.985 votos que representan el 4,2% de los votos sobre el total de los más de siete millones de sufragios registrados en los comicios de 2021. Sumada a ese bajo rendimiento se debe considerar que en la elección de 2024 figuras como Matías Walker, Ximena Rincón, Joanna Pérez o Jorge Saffirio (todos parlamentarios en ejercicio) no se presentarán por cupo de la DC. 

Además, hoy por hoy la DC cuenta con solo 3 diputados militando y dos senadores, lo que deja un total de 5 parlamentarios, menor al piso de 8 que plantea el proyecto. 

De todas maneras, en el partido falangista son optimistas respecto a las próximas elecciones ya que aseguran que la marca sigue siendo fuerte en regiones por lo que esperan repuntar en cuanto al total de votos. Asimismo, apoyan la reforma presentada por De Urretsi ya que ésta terminaría con los diputados díscolos que son electos por un partido y terminan renunciando, lo que es el caso de Demócratas. 

De igual forma, como elemento importante, voces de la DC aseguran que el hecho de que ahora el voto sea universal cambiará el tablero político en próximo ciclo electoral.

Otro partido emblema de los tiempos de la Concertación que se ve amenazado es el PPD, tienda liderada por Jaime Quintana. Según los datos del Servel, en la última elección la tienda obtuvo 242.985 votos, un 3,8% de los votos. 

Esta realidad ha hecho que voces al interior del PPD se planteen un camino como avanzar en una federación socialista apegándose al PS para evitar la extinción. Y aunque Quintana respaldó el proyecto, los diputados PPD en la interna han puesto en entredicho su apoyo ya que no quieren perder la identidad de partido propio, pese a la sintonía con los otros partidos de Socialismo Democrático. 

Una realidad similar vive Evópoli. El ala “liberal” de Chile Vamos obtuvo 221.284 votos en la última elección, el 3,5%. Además, el hecho de que Republicanos siga creciendo a la derecha y que Demócratas y Amarillos crezcan por el centro, preocupa a la tienda liderada por Gloria Hutt, más si se establece el umbral del 5%. Por lo demás, Evópoli hoy cuenta con cuatro diputados y un senador, no logrando el piso de ocho parlamentarios. 

Partidos en zona roja 

En una situación más crítica están los partidos “satélite” del oficialismo. Estos colectivos más pequeños lograron un cupo en el Congreso gracias a las alianzas con tiendas más grandes como el PS o el disuelto bloque de izquierda, Apruebo Dignidad. Pero ante una reforma de la envergadura que se plantea, no sobrevivían debido a la poca votación que registran.  

El caso más evidente es el del Partido Radical (PR) que su último resultado electoral fue de 169,198 votos, el 2,4%. Peor es el presente del Partido Liberal (PL) que registró a su favor 124.039 sufragios, el 1,8%. 

Asimismo, el Partido Humanista (PH), que lleva años de intermitencia, no tendría representación en el Congreso ya que solo obtuvieron el 3% de los votos, unos 211.375 sufragios. El Frente Regionalista Verde también entraría en este lote, ya que registró 296.986 votos, el 4,2%.

Todos estos partidos no cuentan con el piso de los 8 parlamentarios. 

En todo caso, la gran duda es qué pasaría con los nuevos partidos que se han ido formando al alero de renuncias y divisiones internas de partidos más grandes. Demócratas, Amarillos y el Partido Social Cristiano, han forjado su plantilla parlamentaria en base a diputados y senadores que han renunciado a las tiendas por las que fueron electos, lo que precisamente busca sancionar el proyecto.