Unidas y unidos por el progreso. Desafíos y Oportunidades en el mundo

Unidas y unidos por el progreso. Desafíos y Oportunidades en el mundo

Por: Boris Garrido | 01.05.2024
La implementación de medidas como la transparencia salarial no solo beneficia a las mujeres, sino que también apoya a los miembros de la comunidad LGBTQ+ al garantizar condiciones laborales justas y oportunidades equitativas

En este día tan significativo para la clase trabajadora recordamos con honor la lucha continua por los derechos laborales y la justicia social. El 1° de mayo es más que una fecha en el calendario; es un recordatorio de los sacrificios y la dedicación de millones de trabajadoras y trabajadores que han contribuido al desarrollo de nuestra sociedad.

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El origen de esta fecha conmemorativa, se remonta a la Revuelta de Haymarket en Chicago en 1886, donde sindicalistas anarquistas fueron ejecutados por su participación en protestas que demandaban una jornada laboral de ocho horas. Desde entonces, el Primero de Mayo se ha convertido en un día de reivindicación y homenaje a los mártires del movimiento obrero, celebrado en la mayoría de países del mundo como un recordatorio de la importancia de los derechos laborales.

Como representante sindical, defensor de los derechos laborales, y orgulloso miembro de la comunidad LGBTIQ+ me es inevitable reflexionar sobre la participación sindical de la comunidad y reconocer la interseccionalidad de las luchas por los derechos laborales y los propios derechos como ser humano. A lo largo de la historia, hemos enfrentado discriminación y marginación en el ámbito laboral, lo que ha dificultado nuestra participación plena en los sindicatos y la defensa de nuestros derechos como trabajadoras y trabajadores.

La inclusión de la comunidad LGBTQ+ en los sindicatos no solo es una cuestión de justicia social, sino también de fortalecimiento del movimiento sindical en su conjunto, ya que enriquece la lucha al aportar una perspectiva diversa. Las organizaciones sindicales tienen el deber de batallar por la igualdad y la justicia para todas las y los trabajadores, sin importar su orientación sexual o identidad de género.

En esta línea, la equidad de género sigue siendo un desafío en el mundo laboral. Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), las mujeres en Chile ganan un promedio de un 22% menos que los hombres en trabajos similares. En ese sentido, es fundamental, entonces, implementar políticas y medidas concretas que promuevan la igualdad de oportunidades y derechos para todas las personas, independientemente de su género.

El estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) “Legislación sobre transparencia salarial: Implicaciones para las organizaciones de empleadores y trabajadores”, concluye que las políticas de transparencia salarial tienen el potencial de cerrar la brecha de género en los sueldos y disminuir las disparidades de género en el empleo.

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Al proporcionar información y pruebas, ayudan a los empleados a negociar de manera justa y a cuestionar posibles casos de discriminación salarial. Debemos, entonces, instar a avanzar en propuestas que visibilicen los sueldos de los empleos. Estudios como el de la OIT, deberían ser un llamado a la acción para implementar políticas que fomenten la transparencia salarial y promuevan la igualdad de remuneración para todas las personas.

La implementación de medidas como la transparencia salarial no solo beneficia a las mujeres, sino que también apoya a los miembros de la comunidad LGBTQ+ al garantizar condiciones laborales justas y oportunidades equitativas.

El objetivo n°8 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, subraya la importancia de un crecimiento económico inclusivo y sostenible, así como del empleo y trabajo decente para todas las personas. Sin embargo, para lograr verdadera igualdad, es esencial abordar las disparidades salariales de género y garantizar la transparencia en los procesos de contratación y promoción.

Como trabajadoras y trabajadores, enfrentamos el desafío de promover la equidad de género y la inclusión LGBTQ+ en nuestro entorno laboral. Esto implica no solo abogar por políticas de transparencia salarial y oportunidades equitativas de empleo, sino también fomentar una cultura laboral que valore la diversidad y el respeto mutuo.

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Es fundamental reconocer que cada uno de nosotros y nosotras tiene un papel que desempeñar en la construcción de un lugar de trabajo inclusivo y justo, donde todas las personas puedan alcanzar su máximo potencial sin importar su género u orientación sexual. Al hacerlo, no solo mejoramos nuestras propias condiciones laborales, sino que también contribuimos a la creación de una sociedad más justa y equitativa.