Confianza en acceso a la vivienda se desploma: Una de 10 personas cree poder lograrlo
Hace unos días, la Universidad Católica oficializó su Encuesta Nacional Bicentenario, trabajo de levantamiento de información respecto de la opinión ciudadana alusiva a diversos temas de interés, contexto en el que abordamos el desplome de la expectativa para acceder a una vivienda propia.
Ignacio Irarrázaval, director del Centro de Políticas Públicas UC y encargado del sondeo, comenta esta problemática dados los resultados arrojados en él, donde destaca que acotadamente 13% de los consultados siente que es posible que cualquier trabajador pueda comprar una propiedad para vivir.
Se trata del porcentaje más bajo de esta pregunta en toda la serie de la Encuesta Bicentenario UC, que arrojó 21% en 2019, lo que para él, es inquietante.
"Es bien brutal", asegura apuntando a la actualización de la estadística. Eso sí, aclara, "si bien la expectativa está más baja que nunca, lamentablemente las expectativas en general van para abajo, lo que es un poco complejo", lo que sucede principalmente en el estrato socioeconómico bajo.
Alza de materiales de construcción
Respecto de la vivienda en general, complementa, "es importante tener en consideración que está subiendo el precio de la vivienda por todos lados. También hicimos un estudio y hay un alza en los precios de materiales de construcción, muchas veces hay especulación inmobiliaria, eso hace subir los precios, pero en el fondo hay un alza en los precios de materiales de construcción que es considerable también".
"Lo otro que incide en esta percepción tan deprimente, es que Chile - eso lo demuestra la encuesta Casen- tiene una tasa de propiedad de la vivienda bastante alta en el contexto mundial, a diferencia de Europa, en Holanda la gente vive en arriendo y eso no tiene ninguna connotación", agrega.
Según detalla Irarrázaval, se trata de "gente profesional, con una condición económica bastante aceptable, toda su vida arrienda vivienda y no tiene ningún problema".
A diferencia de Chile, donde "para bien o mal, el acceso es casi un tema existencial. Eso es bueno por un lado, pero también limita. Desde el gobierno pasado o antes, hay políticas de arriendo para vivienda social que el gobierno actual ha continuado", algo que, sin embargo, "no se ha consolidado mucho".
Un ámbito desde el que podría crecer el respaldo estatal, sincera.
[caption id="attachment_915792" align="alignnone" width="900"] Ignacio Irarrázaval - Imagen cedida[/caption]
Necesidad puede suplirse arrendando
"No olvidemos que la necesidad básica es tener un techo donde vivir, esa necesidad se puede suplir con una vivienda propia o arrendada", recalca.
No obstante, el resultado es "un dato importante, es comprensible, es el anhelo de cualquier persona que quiere tener su casa propia, ese anhelo está muy instalado en la sociedad chilena, pero otra cosa es que la necesidad básica es tener un techo".
"Ahora, se conjugan las dos cosas porque el déficit ha crecido durante los años, hay un déficit cuantitativo y cualitativo, esta necesidad de lograr una vivienda propia no es una mera percepción, tiene bastante de realismo", asevera.
Porque "las personas ven que sube el precio de los arriendos, los materiales de construcción, hay más allegamiento, hay más déficit, ahí el tema de la migración ha presionado bastante, todo ese escenario provoca la respuesta que preocupa".
"Hay un sistema incipiente del Senama"
Pese a lo anterior, releva una apuesta estatal. "Hay un sistema incipiente del Senama (Servicio Nacional del Adulto Mayor), pero todavía es algo muy chico que no cubre toda la demanda potencial, en el país nos estamos envejeciendo, la preocupación es genuina, pero la relación que hago con los países desarrollados, es un dato para tener en consideración", recalca.
"Ahora, toda la razón en tener aprensiones, porque el sistema de arriendo no está tan instalado, entonces cuando tenga 65 años, ¿voy a tener un subsidio de arriendo?, ¿qué voy a poder arrendar? Todavía la gente no lo ve como una solución y por eso privilegian la casa propia", agrega.
¿Desde dónde se podría abordar el problema desde el ámbitopúblico? Irarrázaval dice que "hay una cuestión que está a la base, el tema de la confianza. Como ciudadanos tenemos que confiar en el gobierno que sea, hay que generar mayores confianzas de lado a lado, la confianza aparece como algo un poco naif, pero es la disposición a colaborar".
"El gobierno tiene que generar confianza y la ciudadanía tiene que hacerse parte. Y en eso hemos fallado. Tuvimos en algún minuto un déficit relativamente controlado, había un sistema de ahorro y postulación (a subsidio) que no era perfecto, pero más o menos se encaminaba. Pero hoy en día eso está desligitimado y, aparentemente, la solución son las tomas", asegura luego.
"Necesitamos la colaboración de las dos partes, el gobierno que sea más eficaz en la política de la vivienda, y que la ciudadanía también se comprometa con esas políticas. Eso es parte de la confianza, que yo entienda que tengo que aportar un ahorro para tener una vivienda" en lugar de que por el lado se instale una toma, "porque así el sistema no funciona".