Alarma en Argentina por las consecuencias del sobreactuado apoyo de Milei a Israel
El abrupto regreso desde Estados Unidos a Argentina del Presidente, Javier Milei, con el objetivo de apurar un “comité de crisis” tras el lanzamiento iraní de cientos de drones y misiles contra Israel en represalia por el ataque al consulado de la república islámica en Damasco, disparó las alarmas en el país vecino, donde desde distintos sectores alertan por el quiebre de una tradición geopolítica histórica y las consecuencias –incluso en términos de seguridad- que esto podría traer.
En Casa Rosada, Milei encabezó horas después de su vuelta un comité de crisis juntos a ministros y funcionarios de las áreas de Defensa, Seguridad, Cancillería e Inteligencia, que había sido convocada horas antes con carácter de urgencia para analizar la situación crítica en Medio Oriente.
El embajador de Israel en la Argentina, Eyal Sela, participó de parte del encuentro y luego en conferencia de prensa junto al vocero presidencial, Manuel Adorni, dijo que expresaba “el agradecimiento del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el presidente, Isaac Herzog, al presidente Milei por su rotunda condena a Irán y por estar del lado correcto de la historia y de los hechos".
Esto ocurre poco después de que Argentina modificara su voto en la ONU al abstenerse en diciembre en una resolución de la ONU para proteger civiles en Gaza, con lo que Buenos Aires tomó distancia del grueso de Occidente.
[Te puede interesar] Prefecto PDI de baja demostró en la Suprema error y debe ser reincorporado "inmediatamente"
Un combo peligroso
La promesa de campaña de mudar la embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén, la vieja sospecha de actividad islamista en la Triple Frontera (de Argentina, Brasil y Paraguay en el norte argentino), el precedente de los atentados de 1992 a la Embajada Israelí, y de 1994, contra la organización judía AMIA, ambos en Buenos Aires, y un reciente fallo de la Cámara de Casación Penal, que da por sentada la responsabilidad de Irán y la milicia chiíta libanesa Hezbollah en esos ataques, generan un combo que la prensa califica transversalmente de “preocupante”.
En ese marco, personalidades tanto en el ámbito político como académico argentino salieron a expresar sus cuestionamientos.
El referente de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), y ex precandidato a la presidencia, Juan Grabois, cuestionó el alineamiento con Israel, dijo que el mandatario actúa bajo "sus propios prejuicios ideológicos", y se pronunció por "una Argentina neutral, pacífica, no alineada y latinoamericanista".
"Milei sigue poniendo sus afinidades personales por encima del interés nacional. No queremos que nos traigan guerra entre potencias a nuestra tierra. Ya bastante tenemos con la miseria planificada", publicó Grabois en su cuenta personal de la red social X.
El politólogo y sociólogo Atilio Borón, en tanto, calificó la decisión de Milei en torno a la guerra en Israel de “sobreactuación irresponsable” que rompe una tradición geopolítica histórica y pone en riesgo a la comunidad judía.
“En caso de que hubiese represalia de organizaciones terroristas no estatales, porque acá el problema es lo que puedan hacer los grupos fundamentalistas, con la comunidad judía”, explicó el académico.
Más categórico, el presidente del partido Unidad Popular y ex legislador nacional, Claudio Lozano, por su parte, dijo que la posición del gobierno nacional frente al conflicto en Medio Oriente, es “demencial”.
“En un contexto mundial tenso por la disputa interimperial entre Estados Unidos y China, donde los conflictos tienen entre las posibilidades de solución el uso de la guerra (..)donde todos intentan frenar las brutales intenciones de Israel de promover el conflicto con Irán para demorar el desarrollo nuclear iraní, desatando una conflagración en la región que involucraría no sólo a Estados Unidos sino a Rusia y a varias de las monarquías petroleras sunitas. Un verdadero despropósito que pondría la posibilidad de una tercera guerra mundial mucho más cerca de lo que la tenemos hoy”.
[Te puede interesar] Fallo judicial: Reo psiquiátrico sin medicamento por 16 meses debe pasar a centro de salud
La directora de la carrera de Ciencia Política de la UBA, que integra la Red de Politólogas, Elsa Llenderrozas, por su parte dijo que Milei “envía mensajes simbólicos desmesurados comparados con los comunicados de prensa de la Cancillería, que son más cautelosos”, mientras Juan Negri, director de las carreras de Ciencia Política y de Estudios Internacionales de la Universidad Torcuato Di Tella, dijo que el gobierno anarco-capitalista se maneja en política exterior de modo similar a como “se maneja en otras áreas del Estado”, es decir. “con cierta inexperiencia, pero también con cierta exageración, desmesura”, según señaló al diario argentino La Nación.
Negri centra también su preocupación en que el apoyo incondicional a Israel complique que los países de la región tengan un posicionamiento único, lo que “agrega un ladrillo más a la desestructuración latinoamericana en política exterior”.
Qué dice el gobierno
Consultado sobre el tema durante su conferencia diaria de prensa, el vocero presidencial, Manuel Adorni, aseguró que el gobierno no considera “que el ponernos de frente a un problema que tiene el mundo nos haga un blanco o cambie la situación en un país que ya tuvo dos atentados”.
La semana pasada, antes incluso del agravamiento de la situación en Medio Oriente, en una entrevista televisiva Milei fue consultado sobre los riesgos para la seguridad argentina de trasladar la Embajada argentina a la ciudad de Jerusalén, pese a que la mayoría de las naciones del mundo la tiene en Tel Aviv hasta tanto se resuelve el estatus final de la ciudad que también es reclamada por los palestinos como capital de su futuro Estado.
“Argentina ya está en el radar del terrorismo. Acá se produjeron los dos atentados. La diferencia es si somos cobardes o nos plantamos del lado del bien”, respondió el mandatario.
Los ataques a la Embajada de Israel y a la AMIA, hace tres décadas, se produjeron justamente cuando Carlos Menem también sobreactuó la sumisión a Washington enviando dos naves al Golfo Pérsico en 1990.