Experta en el Tren de Aragua: "No puedo creer que piensen que la solución sea militarizar"
Ronna Rísquez es una periodista venezolana que hace años viene investigando la estructura y la forma de operar del Tren de Aragua.
En su libro El Tren de Aragua, la banda que revolucionó el crimen organizado en América Latina, Rísquez relata, por ejemplo, el día en que pudo entrar al Centro Penitenciario de Aragua, más conocido como Tocorón o Casa Grande, penal controlado por la banda criminal que lidera Héctor Rusthenford Guerrero Flores, alias “Niño Guerrero”. Allí la periodista pudo ser testigo de lo que hasta ese momento pensaba era sólo un mito: el penal de más de 2.000 metros cuadrados cuenta con piscina, gimnasio, jardín infantil, punto de apuestas de caballos, campo de béisbol, la famosa Disco Tokio y hasta su propio banco con sistema de cajeros automáticos.
Desde ese lugar Guerrero maneja absolutamente todas las operaciones de la banda criminal, tanto dentro de Venezuela como fuera de sus fronteras, incluido Chile.
[caption id="attachment_868830" align="alignnone" width="900"] Niño Guerrero/ Captura[/caption]
En conversación con El Desconcierto, Rísquez dice que uno de los atractivos para que el Tren de Aragua se haya instalado en Chile es su economía y la ausencia de bandas locales que pudieran hacerle frente.
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“Es una de las economías más prósperas de América Latina, si no la más próspera. Luego, es un país donde no había competidores criminales importantes que pudieran oponerse o que pudieran enfrentarse al Tren de Aragua. Entonces eso, de alguna manera, facilitó el ingreso de la organización en el territorio chileno”, explica.
Si bien reconoce que las instituciones chilenas funcionan, a diferencia de otros países de la región, cree que la llegada del Tren de Aragua tomó por sorpresa a Chile.
“No esperaban que una organización así les llegara de esta manera, los tomó por sorpresa de alguna forma. Creo que eso de alguna manera incidió en que el grupo pudiera establecerse y fortalecerse dentro del territorio chileno”, señala.
[caption id="attachment_907274" align="alignnone" width="900"] Ronna Rísquez/ Instagram[/caption]
Militarización: fórmula fracasada
A raíz de los casos de violencia y el aumento de la criminalidad como de la inseguridad, algunas autoridades tanto del oficialismo como de la oposición han pedido la intervención del Ejército para combatir al crimen organizado. Medida que Rísquez no comparte en absoluto.
“Es una locura, o sea, es increíble”, dice sorprendida cuando se entera de que se está analizando esa opción en Chile.
“Es como tan lamentable que presidentes con una supuesta ideología o filosofía como la del Presidente Boric, que llegaron al gobierno con una visión o con un discurso, terminen en lo mismo de todos: la militarización. No puedo creer que la sociedad chilena, después de lo que vivió, piensen que la solución sea la militarización”, agrega.
[caption id="attachment_745149" align="alignnone" width="900"] Agencia Uno[/caption]
Entendiendo que hay que ponerse en los zapatos de los que han sufrido con la criminalidad en Chile, la periodista afirma que el problema que tiene Chile, en comparación con la realidad de otros países de la región, es mínimo.
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“Creo que tienen instituciones bastante sólidas, bastante serias todavía. Quizás requieran algunas herramientas más, algún tipo de modificación en sus prácticas, pero son instituciones que me parece que son competentes. Entonces, ¿cómo van a recurrir a la militarización de la seguridad ciudadana? O sea, eso es una aberración terrible en cualquier país del mundo, y en Chile creo que más”, enfatiza.
Una de las bandas vinculadas al Tren de Aragua y que lograron establecerse en Chile son Los Gallegos, grupo criminal que se asentó en el cerro Chuño de la ciudad de Arica, lugar desde dónde manejaban su "negocio", el que incluía tráfico de personas migrantes, tráfico de armas y de drogas, explotación sexual de mujeres migrantes y extorsiones.
El próximo 22 de abril comienza el juicio oral en contra de los 38 miembros de la organización criminal, donde la Fiscalía Regional de Arica solicitará penas que suman más de 200 años de presidio, por los delitos de homicidio, tráfico de personas migrantes, tráfico de armas y de drogas, además de explotación sexual de mujeres migrantes y extorsiones.
Cárceles: caldo de cultivo para bandas criminales
Según un estudio del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) de 31 cárceles en Venezuela, ocho están controladas por pandillas criminales.
Es por esta razón de que Rísquez advierte que hay que poner atención en lo que está ocurriendo en las cárceles, debido a la estructura y forma de operar del Tren de Aragua. Donde otras bandas intentan evitar la prisión, el grupo liderado por Niño Guerrero logró revertir la situación a su favor y apoderarse prácticamente de todo el penal, donde hay una estructura jerárquica y sin contemplaciones.
“Le dieron la vuelta, o sea, esto ya no es el sitio de castigo, sino que lo pusieron a su favor. Entonces, imagínate tener la capacidad de poner en función tuya, de tus intereses, de tu bienestar, algo que se suponía que era para perjudicarte o afectarte o cambiarte”, señala.
En ese sentido, la periodista pone el punto en que la forma de operar del Tren de Aragua es algo que no se veía antes, ya que funciona con las lógicas del siglo XXI y por eso los gobiernos deben actualizarse, utilizar inteligencia y tecnología en vez de seguir con las fórmulas fracasadas del siglo pasado como, por ejemplo, sacar a los militares a la calle.
“En este momento, en América Latina, con lo que estamos viendo en materia de crimen organizado, el Tren de Aragua es ese antes y después. Es un grupo muy estratégico que justamente no tiene un gran ejército criminal, pero logra establecer células en muchos países y operaciones en muchos lugares. Es una organización en que sus miembros buscan la negociación, es una organización que también funciona como prestadores de servicio, es un grupo criminal que busca establecer estas gobernanzas criminales para tener de alguna manera una especie de soporte o crear una especie de tejido social”, explica Rísquez.
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En diciembre de 2023 Gendarmería cifró en 1.282 las bandas al interior de las cárceles chilenas, con cerca de 4 mil integrantes y 600 líderes. Penales que en su mayoría están sobrepobladas y con altos índices de hacinamiento.
“El ojo hay que ponerlo en ciertas particularidades del sistema de justicia, del sistema social, que tenemos, y esto tiene que ver, por ejemplo, con las prisiones. Qué está pasando en las prisiones, cómo funcionan los sistemas carcelarios en nuestros países, creo que eso es un elemento súper importante”, dice la periodista.
En marzo el magistrado del Primer Juzgado de Santiago, Fernando Guzmán Fuenzalida, emitió un informe respecto a su visita al penal de Santiago 1, donde constató que actualmente hay 4.859 reos, lo que se traduce en un 25% de hacinamiento.
En el documento, se señala además, un aspecto que da luces de los códigos y formas de operar de algunas bandas criminales al interior de los penales, como es la extorsión y al violencia ejercida sobre algunos internos, en particular, a los recién llegados.
Esto debido a que se le exige un pago de $350.000 mensuales por protección. De no hacerlo, se arriesgan a recibir golpes, puñaladas e incluso electricidad.
“Estoy casi segura de que deben ser jóvenes menores de 25 años, Ese es el otro punto al que hay que prestar atención, a las opciones y las oportunidades para los jóvenes en nuestros países. Es como un lugar común, que uno siempre repite, pero es que hay que repetirlo porque es que no termina de resolverse. Es un problema de fondo social, más allá de que puedas usar mecanismos de represión o de mano dura, pues en el fondo tienes que resolver un problema social que lamentablemente en nuestros países no se ha resuelto del todo”, cierra.