Drama de excandidata a Miss Chile que lleva dos años secuestrada en su casa por hermano
Dos años encerrada, solo con posibilidad de comunicarse por una ventana con sus vecinas, quienes le van a dejar comida, un pote de mantequilla, mermelada o un sándwich que le tiran por encima de un portón. Así es la dramática vida de una excandidata a Miss Chile y exbailarina de Sábados Gigantes de nombre Pilar, de 61 años de edad, que vive secuestrada en su propia casa por su hermano, en la localidad de Placilla en San Fernando.
Ahí se agrupó un colectivo de vecinos este martes 5 de marzo, para pedir su libertad argumentando un deterioro en su salud física y mental que ha quedado registrado en cartas que ella escribe a sus vecinas y las autoridades. "Puede venir y traer un poco de mantequilla y mermelada (...) Mucha depresión e insomnio por la ansiedad", se leen en una de las misivas.
"Ella me dijo que yo fuera a la PDI a dejar unas cartas. También se las pasó a la municipalidad. Ahí contaba que tenía mucha pena y sufrimiento porque estaba en una cárcel", dijo en otro dramático relato una vecina.
"Se le cayeron los dientes, está descalcificada", aseguró una persona de la comunidad que habita a CHV, apuntando a la mala alimentación que lleva Pilar, basada en la solidaridad de la gente que le va a dejar comida, a lo que se suman las esporádicas visitas de su hermano, de nombre Marcelo.
"Es muy violento. Me decía 'qué te metes tú. Esta es mi casa, no puedes estar afuera de mi casa' ", aseguró otra vecina.
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"Ni plata ni comida le daba. De mi casa yo le venía a dejar cosas. (...) Empezaba a llorar y me decía: 'no te alejes de mí'. Tengo que hacer todo lo posible para sacarle de este pozo en la que lo dejó el hermano", aseguró otra mujer que vive cerca de Pilar. "Si tú eres su hermana, ¿por qué no te quiere, no te ama?", agregó.
En la casa que habita, su única conexión con el exterior es un televisor antiguo de los años 50', además de poder hablar por la ventana con sus vecinas. "Me gustaría a verte para poder tomar once en mi casa", le dijo a una de ellas antes de que su hermano decidiera cerrar y clavar ese espacio de la casa para evitar que siguiera hablando con cualquier residente del sector.