Profesores por crisis de SLEP Atacama: "Tenemos visiones distintas de magnitud del problema"
"Es bastante delicada, tanto así que hay colegas en huelga de hambre". Con estas palabras resume el presidente del Colegio de Profesores y Profesoras, Mario Aguilar, la compleja situación que está enfrentando la educación pública de la Región de Atacama, donde el viernes último sesionó extraordinariamente la Comisión de Educación del Senado, instancia en la que se evidenció, una vez más, la grave afectación constatada el segundo semestre del 2023.
Según explica el titular del magisterio, durante esa jornada en que se abordó la crisis del Servicio Local de Educación Pública (SLEP) de la región,"hubo intervenciones, intervino el ministro (Nicolás Cataldo), el presidente regional, la secretaria regional, yo. Tenemos visiones distintas de la magnitud del problema", recalca luego respecto de las precarias condiciones en las que se encuentran los recintos, inaceptables según la dirigencia de los profesores.
Sobre lo conversado en esta instancia, comenta que "ellos reconocieron que hay una grave crisis, reconocieron que no se habían hecho los trabajos, en la sesión las posiciones no estuvieron tan distantes, pero lo que nos ha llamado la atención es que aparecieron con declaraciones públicas de que está todo listo, todo bien...".
"En eso tenemos una distinta apreciación, en los informes entregados por nuestros colegas, por las comunidades escolares (hablan) de que son muchos más colegios que están en una situación de deterioro de infraestructura, en problemas serios", complementa argumentando una situación que para el profesorado no habilita el inicio de clases.
Plan de recuperación
"Nos parece importante, y todavía no ha habido referencia alguna, al plan de recuperación pedagógica", sostiene apelando a la contingencia del SLEP de Atacama, que el año pasado mantuvo al alumnado sin clases durante casi tres meses como consecuencia de la precariedad de un sistema que, según la dirigencia de los profesores, no garantiza las condiciones mínimas para impartir clases.
Incluso, "no hay un plan de recuperación pedagógica, es evidente que hay una visión distinta, creo que le están tratando de bajar el perfil, se lo dije al ministro, eso es un error, creo que es mucho más conducente reconocer la situación y presentar el plan, que es lo que pedimos y es lo que concordamos con los dirigentes de allá".
Específicamente, Aguilar asegura que "lo que se requiere es un plan claro, que establezca sin ninguna duda cuáles son las acciones que se van a realizar en cada una de las deficiencias que hay, cuál es la fecha en que comienza, el plazo en que se deben solucionar estos problemas, el presupuesto que se le asigna a eso y quién es el ente responsable de llevar adelante esto, porque esto de que se chutea, que no hemos nombrado a la persona y todo aquello, es lo que tiene a la gente demasiado cansada y desconfiada, se requiere algo muy concreto y eso es lo que tiene que hacer el Ministerio de Educación para comenzar a resolver la crisis".
"Se entiende que hay trabajos que no son de solución de un día para otro, pero entonces, ¿cuál es el plan para que pueda ser monitoreado por las mismas comunidades de estudiantes?", dice luego abogando a que exista "un compromiso real".
Respecto de la afectación de los recintos estudiantiles, Aguilar apunta a "baños en mal estado, colegios con techos de asbesto, que está absolutamente prohibido, colegios con serias dudas de la potabilidad del agua, tiene que haber urgente atención a eso, tenemos una especial sin mudadores con alumnos que requieren ser mudados, todas esas cosas".
Trabajos "no se hicieron"
Retomando el tema de la sesión de la semana pasada, Aguilar entrega algunos detalles de lo conversado.
"Lo que me parece importante, se asumió que había habido un incumplimiento de los compromisos, porque esto se empieza a poner en alerta por nosotros, a mediados de febrero no había trabajos realizándose, siendo que el compromiso había sido trabajar todo el verano, en las vacaciones, se optó por no recuperar clases en enero y terminar el año el 30 de diciembre, precisamente porque había que trabajar".
"Y esos trabajos no se hicieron, hubo una desidia absoluta, a nuestro entender incomprensible, y la explicación que se ha dado es que hubo retraso en el nombramiento del seremi, las instituciones no pueden depender del nombramiento de una persona", agrega.
Parte de la molestia de Aguilar, además, está en lo que asume como un discurso errado de parte del Ministerio de Educación (Mineduc). "No coincido con la visión del ministro, vi una entrevista de él y minimizó el problema, dijo que poco menos que había una exageración en Atacama", asegura.
"Estuve allá los mismos días que él y efectivamente en los colegios hay deterioro, hay trabajos que no se realizaron, hay por lo tanto una seria lesión en la confianza, las señales que se den y eso el gobierno y el ministerio tienen que asumirlo", recalca.
En consecuencia, complementa, "las señales que se den y las medidas que se tomen tienen que ser súper precisas y tienen que tener el carácter que he dicho".
Respecto del despliegue de algunos dirigentes del gremio en Atacama, quienes se encuentran en huelga de hambre para presionar al Ejecutivo por las mejoras, Aguilar lo cataloga como "terrible, es una medida súper extrema producto de la desesperación".
"No queremos mártires"
"No es tan difícil, lo que se pide es que el plan aborde las cinco situaciones que se han definido como críticas y que en cada una existan acciones muy concretas que se van a realizar, con fechas, presupuesto asignado, y un responsable. Ya no se aceptan declaraciones genéricas, de intenciones, acuerdos marcos, mesas de trabajo, todas esas cuestiones a las que la gente ya no les cree", complementa.
Y en relación a quienes están en huelga, Aguilar comenta que estuvo compartiendo con ellos hace unos días. "Se los dije, que respetaba su decisión, pero que no queremos mártires, no queremos personas a las que se les afecte su salud. Qué terrible que vivamos en un país donde para poder lograr cosas básicas, haya que llegar a estos extremos, lo encuentro terrible", asegura.
"Espero que el gobierno mencione lo crítico que es esto y que sus soluciones estén a la altura de lo que está pasando", dice luego.
Hasta cuándo están dispuestos a esperar, es Aguilar es claro en apuntar a la autonomía regional. "La decisión la tienen que tomar en Atacama, son los profesores los que están involucrados en esto, nosotros vamos a respetar lo que ellos dicen", admite,
Sin embargo, respecto de lo que se vive en el norte, su postura es clara. "Incluso, en la eventualidad de que las clases comenzaran mañana (hoy), no se puede hablar de normalidad, no se puede hablar de que las clases comienzan normalmente, todo este cuadro ya no es de normalidad, incluso no es normal que se esté en clases y estén haciéndose trabajos, no es normal que ahora se vayan a demorar meses en resolverse porque no lo hicieron en el tiempo que tenían que hacerlo", dice.
"Vamos a hacer todos los esfuerzos para que eso se solucione, pero esto depende del gobierno, de que entregue las soluciones y la confianza de que esto se va a tomar en serio, esa seriedad que faltó en el verano, capacidad de cumplir y honrar lo que se firma".