Experta cataloga de "aprovechamiento político" moción de RN de restituir cargo de primera dama
Varios son los temas que la oposición ha instalado en la agenda pública tras el deceso de Sebastián Piñera, siendo uno de ellos la restitución del cargo de primera dama, iniciativa surgida al interior de RN, en atención al cariño que ha recibido Cecilia Morel durante los últimos días, en su condición de viuda del exmandatario.
Si es pertinente recoger la moción surgida en la interna de Chile Vamos, además de si se necesita hacerlo, y qué tan necesario es ocuparse de asuntos de esta naturaleza asumiendo el momento que enfrenta nuestro país, es parte de lo que conversamos con Rocío Zepeda Majmud, cientista política y magíster en Seguridad y Defensa, doctora en Ciencias Políticas y docente Escuela de Gobierno y Administración Pública de la Universidad Mayor.
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"Creo que no sería oportuno avanzar en esa decisión, no sería oportuno ceder inmediatamente a las presiones de la derecha, las cuales se están dando en base a una tragedia, eso es importante y no se debe olvidar", asegura nuestra entrevistada.
Paralelamente, insiste en que "en parte se confunde el respeto y el cariño, quizás por una persona que quedó viuda después de haber compartido 50 años, o mucho tiempo con un compañero de vida. También ella se vio muy afectada, entonces está pasando un poco el límite".
La analista recalca, además, que "se está personificando también la figura de primera dama, por lo tanto, no sería lógico que el gobierno en base a un hecho puntual y en base a una reacción puntual, retrocediera en la medida que tomó y restituyera la figura de la primera dama".
"Tradición súper machista"
Consultada respecto de la relevancia de esta responsabilidad, asegura que eso "es súper relativo, por ejemplo durante la dictadura militar el cargo de primera dama era importante".
"Estaba a cargo de muchas fundaciones y tenía mucho poder a su haber, eso después cambia un poco cuando llega la democracia y primeras damas han pasado más desapercibidas, por ejemplo con (Patricio) Aylwin, pasó un poco más desapercibida la señora, despues con (Eduardo) Frei, Martita (Larraechea) fue un poco más visible, con (Ricardo) Lagos, también Luisa (Durán) pasó un poco desapercibida. Y después Michelle Bachelet, donde no había primera dama...", complementa.
Incluso, Zepeda comenta que se trata de "una figura más bien protocolar, en efecto las fundaciones o las organizaciones, y las labores que estaban a cargo de esta figura en la primera dama, eran más bien sociales, podían perfectamente ser destinadas o ser encargadas a otro ministerio u otro gabinete, que fue lo que se hizo. Era una razón para darle cabida a la esposa del presidente durante el gobierno".
"Para decir: 'esta mujer también participa'. Y tiene que ver también con esta tradición súper machista que existe en Chile, donde el hombre es fuerte y la mujer está detrás apoyándolo, la mujer dentro del rol muy asistencial que se ocupa de estas labores asistenciales, mientras el hombre está en la labor gerencial. Yo creo que tiene que ver mucho con eso. Y terminar con esta figura, era también romper con ese patrón donde a la mujer se le relega hacia el área asistencial y el hombre en la esfera pública del área más más gerencial", complementa.
En consecuencia, plantea que "fue visto como un avance romper con esa figura que ya sabía roto un poco con Michelle Bachelet, porque ahí no había primera dama, sino que ella era la presidenta".
Ese Chile está quedando atrás
Cuando le consultamos a Zepeda si se trata de una iniciativa machista y extemporánea, su respuesta es lapidaria. "De todas maneras sí, resulta extemporánea, sí resulta machista. Y en este momento se están confundiendo las cosas. Como yo lo veo, se está confundiendo la figura de Cecilia Morel con un cargo que no tiene nada que ver", sincera.
"Ella es una persona, y por mucho cariño que se le pueda tener, el cargo es otra cosa, es un reflejo de un Chile que ya está quedando atrás, por suerte...", dice.
Siguiendo con su análisis, la experta plantea que "definitivamente, no es relevante pensar en la restitución de ese cargo ahora, no tiene ni un sentido ahora, no tiene ninguna lógica desde el accionar del gobierno ni siquiera pensar en la restitución, hay otras prioridades que son más relevantes".
"Por ejemplo, la reconstrucción de todos los terrenos siniestrados, hay materias de leyes en las cuales se debe avanzar que sí son prioridad para el país, hay otras cosas que son importantes. Porque, ¿le vas a quitar la dirección de la fundación que distribuirse en los distintos ministerios que profesionalizaste y se los vas a devolver a la primera dama? No tiene mucho sentido, no creo que sea sea muy lógico tampoco", sostiene.
"No fue un funeral en extremo masivo"
"Se está haciendo un aprovechamiento político de esto también, porque... a ver, no fue un funeral en extremo masivo, eso hay que dejarlo claro también, hay figuras del espectáculo que han tenido más masividad en sus funerales que este", asegura luego.
Y agrega que lo que sucedió fue que se trató de "un político que se tenía con muy baja vara quizás, por todos los problemas que sucedieron durante la revuelta popular, y por todos los problemas que han venido últimamente".
¿Qué efecto generó la muerte del exmandatario? Para Zepeda está claro. "Cuando fallece, ver que gente efectivamente por la razón que sea, lo apoya, se entendió como un apoyo hacia ese sector político. Y yo no creo que vaya por ahí tampoco, creo que estamos hablando una figura súper específica, una muerte muy, muy chocante, porque fue muy drástica, muy rápida, impactante. Y este tipo de muerte, la situación y el contexto en se dio todo esto, produjo también empatía de parte de la población", dice.
"Esa empatía no puede ser confundida con apoyo político. Eso es lo que hay que tener claro. Por lo mismo, si el gobierno cede ante esta y otras peticiones, como por ejemplo quitar los cargos a aquellos que están siendo juzgados por el tema de la revuelta popular y la violación a los derechos humanos, es un error político tremendo", concluye.