Tragedia en Rafah por intensos ataques israelíes: Testimonios desde Médicos Sin Fronteras
Según fuentes médicas citadas por la agencia oficial de noticias palestina Wafa, el Ejército israelí atacó durante esta semana el área del campo de refugiados de Shaboura, en Rafah.
Además, según Wafa, las fuerzas israelíes realizaron "intensos bombardeos" contra varias zonas de la ciudad, donde se hacinan unos 1,4 millones de civiles palestinos, la mayoría desplazados internos.
Según medios locales, aviones de combate realizaron unos cuarenta ataques, "dirigidos en particular a numerosas mezquitas y casas que albergaban personas desplazadas, junto con intensos bombardeos de artillería por parte de buques de guerra sobre la ciudad de Rafah".
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En este contexto, dos médicas de Médicos Sin Fronteras trabajando en Gaza, en donde cuentan la dramática situación que están viviendo en estos días en la zona de Rafah.
Lisa Macheiner, coordinadora de Médicos Sin Fronteras en Gaza, señaló que "hubo ataques en Rafah ayer durante el día (11 de febrero) y también durante la noche. Desde Jan Yunis oíamos muchas explosiones fuertes. Nuestras ventanas y puertas temblaron toda la noche. Había mucho, mucho ruido. La gente no se siente segura. Los niños están aterrorizados. Están angustiados. Llevan meses así y la gente está agotada".
"Hay cientos de miles de personas por todas partes. Ya no hay espacio. No hay espacio para moverse en coche, a veces ni siquiera hay espacio para caminar. Hay falta de acceso a alimentos, falta de acceso a agua, falta de acceso a saneamiento, falta de acceso a atención sanitaria. Hay una enorme necesidad de atención primaria, de seguimiento de pacientes que han sido sido sometidos a operaciones quirúrgicas; operados varias veces. Hay personas con heridas infectadas", agregó.
"Vemos que la gente empieza a moverse, a coger las pocas pertenencias que les quedan para intentar llegar a un lugar más seguro. Ya no saben qué hacer y se sienten inseguros y aterrorizados por lo que pueda pasar. ‘¿Dónde es seguro? ¿Dónde deberíamos ir?’, se preguntan. Y no hay respuesta para eso, lo cual solo les lleva a un sentimiento de desesperación. Es triste ver la mirada vacía de la gente a pesar de toda la resiliencia que tienen", finalizó diciendo.
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Junto con Lisa Macheiner, otra doctora de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Rafah hizo llegar su testimonio, señalando que "el que sobrevive está condenado a sufrir una y otra vez, como si fuera víctima de una maldición; abandonado por todo el mundo. No es justo. No sé cómo la gente puede dormir sabiendo que nuestros hijos sufren esta injusticia".
"Sólo somos civiles. Yo soy médica. Mi marido es médico. Y estamos sufriendo desde el primer día de esta guerra. No sé si va a terminar pronto. No sé si vamos a sobrevivir la próxima hora o la siguiente. Sólo sé que lo único que evita que mi mente se desmorone es mi fe en Dios, ya que él es misericordioso. Él es misericordioso y él... él no nos defraudará... al contrario de lo que sí ha hecho la gente del mundo entero", agregó.
"He escrito los nombres de mis hijos y de mi familia en sus muñecas y en sus piernas para que nos puedan identificar si nos bombardean y destruyen el lugar donde estamos. ¿Alguno de vosotros se ha sentido así antes de que empiece la noche y ha tenido que permanecer despierto esperando a que algo semejante ocurra?", expresó la médica.
"Moriremos. Todos nosotros. Esperemos que lo suficientemente pronto para detener el sufrimiento que estamos viviendo cada segundo (...) Sobreviví, pero mi mente no (...) Mi hija pequeña está enferma... Sufrí heridas en la espalda con la caída de piedras y maderas cuando protegía el cuerpo de mi hija de la metralla", finalizó diciendo.