Pese a que Los Prisioneros es una de las bandas más importantes de la historia de la música chilena, su influencia es notoria en el rock y sus canciones con casi 40 años siguen sonando actuales, la historia entre sus tres históricos integrantes siempre ha sido tormentosa.

Y ejemplo de ello es la querella que el líder y compositor Jorge González presentó una querella criminal contra el baterista Miguel Tapia y su exmánager, Alfonso Carbone.

Según informó La Tercera, el autor de ‘La Voz de los 80” presentó la acción judicial “contra quienes resulten responsables como autores, cómplices o encubridores de delitos como falsificación de instrumento público, uso malicioso de instrumento público falso y administración desleal”.

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El catálogo de las históricas canciones de Los Prisioneros es el punto central del conflicto. El medio antes mencionado cuenta que todo inició el año 2001 y esos dos históricos conciertos de regreso a Estadio Nacional completamente lleno.

“Jorge González, Claudio Narea y Miguel Tapia construyeron una sociedad junto a Carlos Fonseca llamada Producciones Artísticas Los Cuatro Luchos Limitada”, dice la información, con el fin de organizar el catálogo.

Dicha sociedad se disolvió el 2006 con la mediática separación del trío, pero la liquidación de ésta tardó 10 largos años con el fin del giro en el SII. En ese periodo, Jorge González sufrió el accidente cerebrovascular que lo retiró de los escenarios y la vida pública para siempre.

Sin embargo, según acusa Jorge González en la querella, en ese entonces fue engañado por Alfonso Carbone en el año 2019, cuando lo hizo firmar documentos para el lanzamiento de vinilos.

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“González finalmente aceptó, confiado además en el compadrazgo de años que tenía con Carbone, aunque con la expresa condición de que su hermano Marco González supervisara la iniciativa, revisara los acuerdos y negociara en su nombre las regalías por las ventas”, indica el medio.

Fonseca le aseguró que todos los papeles ya habían sido revidados e incluso firmados por su hermano, por lo que Jorge González accedió a firmarlos, pero no en una notaría, sino que en un almuerzo informal.

De acuerdo a la querella expuesta por La Tercera, se acusa que “dichos documentos se firmaron de manera totalmente informal, en horario de almuerzo, sin la presencia de un ministro de fe y sin haberse leído, puesto que como está dicho, Carbone le aseguró al señor González que ya habían sido revisados por su representante y hermano don Marco González Ríos”.

“En este punto quedó claro que, de los documentos que Carbone había hecho firmar a mi representado (usando el supuesto visto bueno de su hermano Marco González), la firma puesta en uno de ellos fue utilizada con dolo para forjar falsamente la matriz de una Escritura Pública de constitución de sociedad (San Miguel Spa), en concierto con los demás querellados”, añade.

Esto provocó que las ganancias que consiguieron no habrían llegado al bolsillo de Jorge González, compositor de las obras. A Miguel Tapia, aseguran, lo acusa de traición por su actitud pasiva, asegurando que siempre supo del engaño.

Esta historia sin dudas es original y espera que tenga más capítulos antes de un final.