El martes de esta semana, el expresidente Ricardo Lagos anunció su retiro de la vida pública a los 85 años.

A través de sus plataformas digitales compartió en un video sus razones para alejarse del debate político y social, asegurando que contribuirá al país “desde un espacio más íntimo”.

“Próximo a cumplir los 86 años (el 2 de marzo) he aprendido a valorar la sabiduría y la perspectiva que estos años me ha ido entregando. No obstante, algunas capacidades físicas, como está a la vista, han disminuido. Sin embargo, lo que hay es una gran riqueza de experiencias y de comprensión. Y creo entonces que ha llegado el momento de dejar mi participación en la esfera pública”, sostuvo el exmandatario que se desempeñó en el cargo entre el 2000 y 2006.

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De todas formas, Lagos aclaró que seguirá atento a “los desafíos de que Chile tiene por delante”. En esa línea, acotó: “No guardaré silencio si me parece que puedo ser un aporte”.

Valoración a su figura

El anuncio trajo consigo una gran cantidad de muestras de respeto, admiración y cariño desde todo el arco político, en especial de los sectores que lo acompañaron en su gobierno.

Su ministra de Defensa y su sucesora en el cargo, Michelle Bachelet, destacó su “la valentía y decisión” para enfrentar los desafíos que se presentaron en la primera parte de la década del 2000’ y valoró “su compromiso con el fortalecimiento y desarrollo más profundo en la democracia es parte muy importante de su legado”.

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“En su presidencia, efectivamente, buscó todos los caminos para llegar a acuerdos, para mejorar la vida de todos nuestros compatriotas”, agregó Bachelet.

El Presidente Gabriel Boric, considerado dentro de la generación de visión crítica de la Concertación, quien Lagos encarna profundamente, también tuvo palabras de agradecimiento y admiración hacia Lagos.

“En su presidencia, efectivamente, buscó todos los caminos para llegar a acuerdos, para mejorar la vida de todos nuestros compatriotas”, aseguró el Mandatario que, cuando fue diputado, criticó con dureza la figura de Lagos y lo que “representaba”.

Pero el cambio de opinión más sorprendente respecto de la figura de Lagos no fue precisamente la del jefe de Estado, sino, de la oposición y el Partido Republicano que distinguieron el legado del expresidente.

Del dio al amor

Uno de los primeros rostros de la derecha que salió a destacar la figura de Lagos fue el también expresidente Sebastián Piñera quien agradeció su “amistad” y “enorme contribución al país”.

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“Ricardo Lagos ha sido un gran estadista y un valioso aporte para Chile que debemos agradecer”, sostuvo Piñera.

Por su parte, la alcaldesa de Providencia y posible abanderada de Chile Vamos, Evelyn Matthei, reconoció a Lagos como “un hombre de Estado, quien hasta hoy ha estado dispuesto a ayudar y contribuir al país. Sin duda que marcó la historia y fue parte importante del progreso de Chile”.

Incluso, el presidente de Ideas Republicanas, Cristián Valenzuela, destacó a Lagos y reconoció su “grandeza como servidor público”.

“No es Lagos quien debe agradecernos a nosotros, sino nosotros agradecerle a Lagos” escribió en una columna el ideólogo del Partido Republicano.

Sin embargo, hasta antes del estallido —periodo en que Lagos fue criticado con dureza Lagos junto a la Concertación— la derecha tenía una relación distante con él, y viceversa.

Valenzuela, por ejemplo, cuestionó en 2014 la “corrupción y el Transantiago” del gobierno de Lagos, indicando que esos aspectos “no los arregla la perspectiva del tiempo”.

Matthei también fue férrea opositora de Lagos y apuntó en diversas ocasiones al Transantiago como una “fracaso” del gobierno del expresidente concertacionista.

Evaluación de Lagos

Pero, ¿cómo se explica este cambio de “opinión” de la derecha? Para Rodolfo Disi, cientista político del Departamento de Estudios Políticos de la Universidad de Santiago, este tipo de evaluaciones “no son estáticas en el tiempo” y además tienen un “componente de comparación” con los otros presidentes.

“Si la evaluación de Ricardo Lagos ha mejorado en sectores de la derecha, eso tiene que ver con la mala opinión que esos sectores actualmente tienen, por ejemplo, de la presidencia de Boric o, incluso, de la de Bachelet. Los hechos de la presidencia de Lagos no han cambiado, pero sí lo han hecho sus evaluaciones respecto a otros gobiernos”, asegura el académico de la Usach.

Además, sobre el legado que deja el expresidente y el por qué de su valoración, Disi agrega:

“Una de las cosas más destacables de su gobierno fue la consolidación democrática. A pesar de los miedos que se levantaron respecto a la llegada de un socialista a La Moneda, durante su mandato, se logró realizar una serie de reformas constitucionales y sociales, entre otras, que demostraron la fortaleza de las instituciones democráticas del país”.