Este miércoles la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó en general la reforma de pensiones impulsada por el gobierno del Presidente Gabriel Boric por 84 votos a favor, 64 en contra y tres abstenciones.

Sin embargo, en la votación en particular, algunos de los artículos que representaban “el corazón” de la reforma, fueron rechazados, por lo que el gobierno deberá reponerlos a través de indicaciones en el Senado.

En ese contexto, el panorama se complica para el Ejecutivo por diversas razones. La primera, la correlación de fuerzas en la Cámara Alta: el gobierno, para aprobar el proyecto, debe convencer a los independientes, Demócratas y al menos un senador de oposición.

Además, las comisiones de Trabajo y Hacienda —instancias en que se tramitará la reforma previsional— pasarán a ser lideradas por personeros de oposición.

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Cómo llega la reforma al Senado

Si bien en la votación en particular se aprobó el primer artículo que dice relación con la creación del Seguro Social, el 2 y el 3 fueron rechazados al no alcanzar el quórum necesario de 78 votos.

Estos dos artículos correspondían a la implementación del 6% de cotización extra con cargo al empleador, la distribución 3 y 3 de dicho porcentaje y la garantía de 0,1 UF por año cotizado.

El rechazo a dichos aspectos de la reforma se logró gracias al voto negativo de los diputados de Demócratas, pese a que hace dos semanas firmaron la indicación que contenía el acuerdo para distribuir el 6% en 3 puntos para el Seguro Social y el porcentaje restante a cuentas individuales.

También se rechazó el Fondo Integrado de Pensiones y el gestor público que se proponía.

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En contraparte, fue aprobado el aumento de la Pensión Garantizada Universal (PGU) y el autopréstamo con cargo a los fondos.

Ante este panorama, el oficialismo emplazó a la derecha por no dar los votos a ciertas materias cruciales de la reforma, pese a que dicho sector ya había adelantado que no iba a apoyar ningún aspecto del proyecto.

Asimismo, el presidente de la Comisión de Trabajo, el diputado Juan Santana (PS) emplazó a aquellos los parlamentarios de Demócratas y PDG que no cumplieron con el acuerdo sellado con el gobierno en cuanto a la distribución del 6%.

“Quienes plantearon la indicación relacionada con el autopréstamo, y que fue acogida por el gobierno, no cumplieron con su palabra. Había un acuerdo para aprobar la idea de legislar y posteriormente la norma que ellos suscribieron que tiene relación con el 6% de cotización adicional”, acusó Santana.

“En política cuando se asumen compromisos, estos se deben cumplir. Y aquí hay que ser claros que firmaron una indicación y posteriormente no cumplieron su palabra”, acotó el diputado socialista en referencia a los diputados de Demócratas y PDG que firmaron la distribución 3 y 3, y posteriormente se desentendieron del acuerdo.

Ventaja de la derecha en el Senado

El próximo miércoles 31 de enero será el último día que sesione el Congreso antes del receso legislativo de febrero.

Es por eso que la reforma de pensiones recién comenzará a ser tramitada en la Cámara Alta en marzo, mes en que se espera que cambien las presidencias de las comisiones, según indica el acuerdo de gobernabilidad que se selló a principios de 2022.

En el caso de la Comisión de Trabajo, será el senador UDI, Iván Moreira, quien estará a cargo de la conducción de la tramitación de la reforma, en desmedro de la senadora Loreto Carvajal (PPD) quien preside la instancia actualmente. Además, en dicha comisión, el oficialismo está en minoría; solo tiene dos senadores y la oposición tres.

En la Comisión de Hacienda, pasará algo similar, aunque el “cambio de mando” de presidente será entre senadores de oposición. El presidente del Senado, Juan Antonio Coloma, cedería la cabeza de la instancia al RN, José García.

Además, en la actual composición del Senado, la oposición tiene mayoría, por lo que el gobierno está obligado a negociar con los senadores de Demócratas, Matías Walker y Ximena Rincón, y lograr que sectores de Chile Vamos se abran a la posibilidad del Seguro Social.