Días en extremo calurosos estamos enfrentando en algunas regiones del país, principalmente en la zona central de Chile, donde el cotidiano puede transformarse en un factor de agobio, e incluso de riesgo en situaciones específicas que la doctora Patricia Vargas, académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Diego Portales (UDP) ilustra en entrevista con El Desconcierto.

"Para veranos calurosos, es importante evitar exponerse al sol, preferir la sombra, usar sombrillas y elegir lugares frescos. Utilizar gorros o sombreros, así como lentes de sol protectores, consumir abundantes líquidos sin azúcar, idealmente agua, al menos dos litros por día. Utilizar ropa ligera y holgada, cómoda, con colores claros. Evitar realizar ejercicio con temperaturas altas; preferir hacerlo a primeras horas de la mañana o en la tarde, cuando baje el calor. Evitar el trabajo intenso y prolongado, evitar la cafeína y las bebidas alcohólicas", comenta.

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Y agrega que si "en un día caluroso", uno "se siente agotado, cansado o con alguna molestia, por ejemplo, dolor de cabeza", hay que descansar, tomar líquidos abundantes y, si persisten los malestares, consultar en un servicio de salud.

Consultada respecto de qué precauciones específicas hay que adoptar si una persona anda en la calle y termina expuesta a un par de horas de calor extremo en el segmento horario de mayor riesgo, Vargas recalca que en estas situaciones, lo que se debe hacer es asegurarse "de llevar un gorro o sombrilla y lentes protectores de sol, hidratarse periódicamente con agua o líquidos no azucarados, hacer pausas en (el) trayecto en sitios con sombra y más frescos, y usar bloqueador factor 30 o superior cada dos horas".

Señales de agravamiento

Si en caso contrario, no se toma resguardo alguno, cuáles son riesgos reales del calor extremo, es otra pregunta que le formulamos a la doctora, quien alerta al respecto. "Se puede sufrir una hipertermia o golpe de calor, sudoración excesiva, quemaduras, erupciones cutáneas, hinchazón, deshidratación, lipotimias (pérdida breve del conocimiento), taquicardias, náuseas, dolores y calambres musculares, disminución del apetito, dolores de cabeza y, en casos extremos, síncope, y hasta la muerte si no hay atención oportuna, especialmente en personas que tienen problemas de salud base como cardiovasculares, adultos mayores y niños pequeños".

[caption id="attachment_896224" align="alignnone" width="900"] Patricia Vargas- Cedida[/caption]

Requerida luego respecto de las alertas del organismo a las que hay que estar atentos en caso de exposición a calor extremo y qué sintomatología se debiera asumir como una señal preocupante, Vargas comparte un listado que considera expresiones corporales como la "sudoración excesiva, sensación de boca seca, taquicardia (el corazón bombea más sangre y late más rápido como mecanismo de defensa, respiración acelerada, dolores de cabeza, calambres y mareos, sensación de cuerpo cansado y agotamiento extremo", además de "piel roja".

"El golpe de calor o choque de calor es un trastorno físico que ocurre debido a una alta temperatura en el cuerpo, que va desde los 40°C en adelante, y que se produce por una exposición prolongada del cuerpo a altas temperaturas o por esfuerzos físicos en climas calurosos", detalla.

Según lo que explica Vargas, resulta "clave para recuperarse de un golpe de calor enfriar el cuerpo. Por lo tanto, el tratamiento de la insolación tiene como objetivo disminuir la temperatura corporal y llevarla a la normalidad, entre 36 y 37 grados centígrados. Para ello, la persona debe ser atendida en un servicio de urgencias o en un centro de salud".

Tratamiento

Respecto de "las medidas que se toman" para atender estos cuadros, la doctora comenta que "sumergir a la persona en agua fría o dar un baño de agua fría o helada, disminuirá la temperatura corporal casi de inmediato y evitará lesiones a los órganos, o la muerte".

Otra forma de abordaje de estas contingencias médicas, ilustra, es "enfriar el cuerpo con técnicas de evaporación. Se vaporiza agua helada o fría mientras se abanica aire caliente al cuerpo del paciente, lo que hace que el agua fría se evapore y enfríe la piel".

"Usar mantas de enfriamiento o hielo" es también una manera de enfrentar esta contingencia. "También se puede utilizar una manta especial para enfriar al paciente o aplicar hielo en zonas como la ingle, la espalda, el cuello y las axilas", agrega.

Finalmente, también se puede requerir el "uso de medicamentos apropiados dependiendo de la condición de la persona".

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