VIDEO| Muestran la recuperación del palmar Kan Kan en Viña tras devastador incendio
Cada vez más apretado entre torres y viviendas de Viña del Mar, se extiende el Parque Natural Kan Kan; un palmar ancestral donde crecen miles de palmas nativas chilenas, entre quebradas y vertientes.
El lugar sufrió un devastador incendio durante la última temporada de verano y ahora videos muestran cómo ha reverdecido y florecido el lugar nuevamente, gracias al esfuerzo de vecinas y vecinos que por años han protegido este espacio natural.
Registro da cuenta de la destrucción de parte del Parque Natural Kan Kan, tras los inclementes incendios forestales ocurridos en Viña del Mar durante el pasado fin de semana. Las imágenes muestran la devastación de especies centenarias de nuestra Palma chilena
Vía: @fotos_aereas pic.twitter.com/M9QagxcuVt— CODEFF Chile (@codeffchile) December 26, 2022
Ahora, la solicitud de las comunidades es que el parque sea declarado Santuario de la Naturaleza. Hasta ahora, lo único que otorga cierta protección al espacio es la presencia de palmas chilenas, que por estar en peligro de extinción están protegidas por ley.
A inicios de este año, se articuló un trabajo voluntario entre decenas de vecinas y vecinos del sector que recabaron los antecedentes técnicos e ingresaron la solicitud para que se declare este Santuario ante el Ministerio de Medio Ambiente.
Sin embargo, con la aprobación de la nueva ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, desde el ministerio están solicitando reajustar todo el proceso. “Lo que estamos pidiendo es que se respete el trabajo que hicimos con mucho esfuerzo y cariño de forma voluntaria y que es muy profesional, ya que hicimos todo en regla y lo presentamos con los requisitos del momento”, comenta Pascual Barrientos, presidente de la fundación Kan Kan.
Amenazas
La falta de una protección legal del ecosistema lo ha dejado expuesto a amenazas como la inmobiliaria. “En menos de 15 años se han construido 14 edificios alrededor, y se instalan sobre vertientes drenando los acuíferos y secándolas completamente”, denuncia Pascual.
Establecer un santuario en la zona permitiría por ejemplo obligar a los proyectos inmobiliarios aledaños a someterse a evaluación ambiental, para que mitiguen y compensen sus impactos en el medio ambiente.
La acumulación de basura y poda que muchos vienen a botar en la zona, los escombros de las mismas construcciones, un proyecto de carretera siempre latente que se busca instalar allí, y la descarga de aguas servidas de las tomas de terreno y de los desbordes de colectores de Esval, son algunos de los riesgos que sufre el parque Kan Kan.
Ahora el lugar se está regenerando. Las palmas recuperaron su verdor y también están creciendo otras especies nativas como el peumo, el boldo y el quillay, mientras que especies geófitas que crecen bajo tierra hasta la primavera, ahora dejaron una capa verde en el suelo.