ANEF a 50 años del Golpe: “Nos dejaron de herencia un Estado subsidiario que nos asfixia”
Esta semana se realizó el Comité Ejecutivo de la Confederación Latinoamericana y del Caribe (CLATE) 2023, que reúne a trabajadores estatales de toda latinoamérica. Participó la ministra del Trabajo, Jeannette Jara y organizaciones sindicales como la CUT y la ANEF.
Por primera vez desde sus inicios Chile fue el anfitrión del importante encuentro, a 50 años del Golpe de Estado, según destaca a El Desconcierto el presidente de la ANEF, José Pérez Debelli.
En la conferencia, que duró desde el 5 al 7 de septiembre, la convocatoria fue en virtud de “cómo relevamos los convenios internacionales de la OIT, y en particular el 151, que consagra el derecho a la negociación colectiva de las y los funcionarios públicos”, explica el dirigente.
También abordó la importancia de este encuentro en el escenario político actual, su mirada respecto a las heridas de la dictadura en el sistema estatal, y la postura de la ANEF frente a la reforma de pensiones del Ejecutivo.
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-¿Cuáles fueron las principales conclusiones a las que llegaron en este debate?
Después del debate se definieron los principales ejes de trabajo, y nosotros como CLATE asumimos también que, con el modelo de Estado y las políticas públicas que ejecutamos los funcionarios públicos, tenemos el derecho a sindicalizarnos. Tenemos derecho también a la negociación colectiva.
Y, por lo tanto, creo que es un espaldarazo a relevar la importancia de algo que nosotros también hacemos, las y los funcionarios públicos en todos los países. Incluso hemos destacado una frase que acuñamos el año pasado en pandemia, es que nosotros servimos a la ciudadanía. Somos los primeros que atendemos a la ciudadanía cuando hay desastres naturales como terremotos, incendios, inundaciones, y por eso es que hemos enfatizado también, en campañas continentales, que: "mi trabajo son tus derechos".
Ahí relevamos la vocación de servicio público y también la función pública que es estratégica, porque queremos construir, entre todas y todos, un Estado moderno, más fuerte, más cercano, y que no sea un Estado como el que hoy en día tiene en Chile, por ejemplo, este Estado subsidiario. Queremos un Estado democrático, social y garante de derechos.
-¿Cómo se traducen estas conclusiones del encuentro en las próximas acciones que hará la ANEF?
-Nosotros tenemos la obligación de compartir estas conclusiones con nuestros afiliados y la importancia de este debate tiene un texto final, una síntesis de los dos días de trabajo, donde nos concentramos y relevamos también la importancia de algo que es muy coherente con lo que nosotros hemos dicho desde la ANEF.
Entendemos que cuando un Estado tiene servidoras y servidores públicos con estabilidad en el empleo –cuestión que hoy día no la tenemos, porque a veces hay mitos que se levantan y que tienden, digamos, a confundir a la ciudadanía–, éste mejora. Ya que nosotros somos los que estamos manteniendo operativo al Estado. Recientemente en todas las inundaciones estaban ahí los compañeros de vialidad, la salud, los municipales, la administración central del Estado, todos los servicios manteniendo operativo al Estado.
Queremos también profundizar en las conclusiones. Algo que creemos, todos y todas las que pensamos en el sindicalismo público, es que cuando se instala esta mirada individualista, finalmente lo que se pretende instalar es un discurso de odio y destrucción. También en conmemoración de lo que estamos viviendo, con los 50 años del golpe civil y militar, relevamos la importancia de ese Estado cercano que refrenda que solos no podemos llegar a ninguna parte. Pero juntos y juntas sí, ya que somos un tremendo poder.
-¿Cuál diría que es la importancia de este evento, que se haga por primera vez en Chile, y precisamente a 50 años del golpe de Estado?
-Le da una connotación muy importante para cada ciudadano y ciudadana de nuestro país, porque el Estado está al servicio de las grandes mayorías, y las grandes mayorías hoy día no tienen pensiones dignas, no tienen salud, no tienen una educación como se merecen, desde el punto de vista de lo que significa una educación que no dependa del bolsillo y del trabajo que tengamos que realizar. No tenemos una vivienda digna, hay que cuidar la biodiversidad de nuestro país y del mundo, entonces, todo eso también le da una connotación.
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El Estado cumple un rol estratégico, y por eso es que para nosotros se cruza también con estos 50 años como un momento de memoria, y nos ponemos a disposición también. Fuimos a la tumba de Tucapel Jiménez Alfaro, que fue asesinado en dictadura, estuvimos en encuentros, visitamos el Palacio de La Moneda con las delegaciones del sindicalismo internacional, entonces, fue un momento que también le dedicamos a la memoria, al presente y en el que también estuvimos pensando en el Estado futuro.
-¿Y qué reflexión hace la ANEF, particularmente, a 50 años del golpe?
-Nosotros a 50 años seguimos ratificando lo que hemos dicho desde el momento que ocurre el golpe civil y militar. Rechazamos categóricamente el golpe de Estado, que ocupando recursos públicos, bienes públicos, se atentó contra un presidente constitucional como fue Salvador Allende Gossens, se atentó contra los funcionarios públicos... Nosotros tenemos un memorial de 347 compañeros que en Santiago perdieron la vida, ese 11 de septiembre. Rechazamos también toda esa política de exterminio y genocidio que se instaló durante 17 años, y el retroceso en los derechos fundamentales, lo que hoy en día estamos tratando de recuperar en una nueva Constitución, aunque eso se ve complejo.
Es decir, retrocedimos con el golpe de Estado, ya que consagró que unos pocos concentraran la riqueza gracias a la venta de los servicios y empresas públicas estratégicas, y se hicieran ricos siendo especuladores, no siendo empresarios. Esos abusos se instalaron, y nos tienen hoy día con una sociedad alejada, e incluso con mucha rabia, porque también la política se va desprestigiando. Bueno, es lo que se incluía en el diseño que se dio con ese golpe civil y militar, que fue orquestado desde un país como Estados Unidos, cuando Nixon era presidente, y ahí Kissinger estableció diversas entregas de dineros para poder establecer esta forma de aniquilar la democracia e instalar un periodo dictatorial, que nos sigue haciendo daño.
Y así nos dejaron de herencia, entre todo lo que nombré, este Estado subsidiario, que nos asfixia a las y los funcionarios públicos, precariza, externaliza y privatiza. Ahora vienen discursos de negacionismo, que también afecta a las familias de detenidos y ejecutados políticos, quienes han perdido a sus seres queridos. Por eso entendemos también que hay una obligación moral de hacernos parte siempre, como nuestro fundador Clotario Blest, y como Tucapel Jiménez Alfaro, que también lo tenemos ahí presente en nuestro legado y en nuestro trabajo sindical.
-Sobre las múltiples movilizaciones de trabajadores públicos que han habido en estos meses, en el Fosis, en Cultura, ¿cómo evalúan la forma en la que se ha enfrentado el gobierno a estas dificultades para los trabajadores?
-Hay un arrastre histórico en el Estado de Chile en relación a los servicios que cada uno desempeña como funcionario público. El primero es que hay una falta de dotación importante en los servicios públicos. Es mentira cuando dicen que hay sobrepoblación en el Estado, porque representamos menos del 10% de la fuerza laboral completa en Chile, los funcionarios públicos del Estado. Hay personas que hacen dos o tres funciones.
Hay poco presupuesto, porque en periodos de crisis los fondos fiscales se ocuparon, y está bien que se ocupen si eso es lo que se necesita, también se ocuparon en los tiempos del Presidente Piñera, en periodos de pandemia. Tenemos conciencia de eso, pero este arrastre ya tiene agobiados a muchos trabajadores públicos, necesitamos de esta relación de contraparte con el gobierno, que también nos escuchen.
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Nosotros entendemos y valoramos el diálogo social con el actual gobierno, pero entendemos también que las autoridades que nombra el Presidente a nivel de ministros, ministras, subsecretarios, jefes de servicios, tienen que tener la capacidad de hacer una buena gestión pública, porque para eso están puestos ahí, incluso para los partidos políticos, pero también escuchar las demandas de los trabajadores organizados en nuestras organizaciones sindicales.
Lo que hemos dicho es que no queremos todo hoy día, sabemos que tenemos arrastres de falta de presupuesto, falta de votación, pero abordémoslo con un concepto que hemos acuñado, "con gradualidad", y no hagan una dilación innecesaria. No hagan como en algunos casos que nos escuchan y no resuelven... Sencillamente lo que queremos decir es que se entreguen certezas.
Tenemos la disposición para dialogar, tenemos la capacidad, porque conocemos el estado de nuestros servicios públicos, pero también queremos que se nos respete y que las respuestas sean concretas. También hay que reconocer que hay cierto desconocimiento de algunas autoridades que no conocen el funcionamiento del Estado, entonces piensan que los que estamos por mucho tiempo trabajando para el Estado de Chile ya tenemos todo alcanzado. Eso es falso. Hay un sueldo sin duda, pero también hay funciones estratégicas, y muchas veces no llegamos a donde queremos.
-Y sobre la reforma previsional que se va a estar tramitando prontamente en septiembre, ¿Qué opinan del proyecto del Ejecutivo? ¿Se hace cargo de las necesidades de los pensionados en Chile?
-Yo creo que es un avance. Todo proyecto de iniciativa, y sobre todo desde un gobierno -me parece importante decirlo-, que deja de lado este modelo empresarial, industrial, que se conoce como AFP, que no es seguridad social, que condena a vivir en la miseria a quienes trabajamos toda una vida, y peor aún con las mujeres, todo eso es un avance. Sabemos que no es la máxima, porque en países desarrollados, donde también está Chile, en los países de la OCDE, la seguridad social establece que las tasas de reemplazo, cuando las personas se van a pensionar, es sobre un 70%, hoy día es un tercio para el sector público.
Uno entiende que hay que ayudar y colaborar, cada uno en su rol por supuesto, pero hay una obligación también frente a esa manipulación que hace la derecha empresarial y la ultraderecha, porque nos han declarado la guerra, incluso a los trabajadores y trabajadoras.
Pretenden negociar algunas condiciones, como que el 6% tiene que ser para el pozo individual, cuando lo que se está hablando es recuperar la generosidad colectiva, porque eso asegura pensiones que también sean intergeneracionales, sean modernas, con procesos que en el mundo no los ven. Hay crisis sin duda, pero también cuando el colectivo se mueve es mucho más fuerte que hacerlo en la medida individual. Entonces esperamos que eso avance.
Ya ha ido bajando la expectativa, sin duda, de lo que se esperaba del programa inicial del gobierno, pero bueno, todo el esfuerzo que se está haciendo hay que hacerlo porque hay que dejar en el pasado, así como la dictadura civil y militar que estamos conmemorando en estos 50 años, esta industria que lo que ha hecho ha generado riqueza para unos pocos, para las familias de siempre. Esas familias que se enriquecieron con la venta de los servicios públicos en dictadura, y que hoy gozan de las utilidades de nuestros fondos y del mercado, que está instalado ahí en el centro de la tierra. Saliendo de las AFP, todo avance es positivo.